sábado, 14 de octubre de 2017

1200.- BOSQUES SECOS DE CUCUTA DAN VIDA A ANFIBIOS Y REPTILES



Eduardo Rozo

Lagarto pasarroyo (Basiliscus basiliscus)

En las culturas antiguas las serpientes eran compañeras sagradas de los dioses y en la mitología celta las hadas se convertían en ranas para interactuar con el cosmos y curar a la humanidad. Las creencias, con el paso de los años, fueron cambiando y ahora, reptiles y anfibios son sinónimo de temor.

Las especies habitan en la Tierra y para conocer su importancia debe entenderse que la naturaleza es más que árboles y animales. Es un complejo sistema interconectado que debe mantenerse en equilibrio para no ver alterado el funcionamiento.

Los sapos, ranas y serpientes, son vitales para los ecosistemas al hacer parte de una red que permite el ciclo de energía entre ambientes terrestres y acuáticos. Además, los vertebrados controlan plagas que resultan perjudiciales para cultivos y humanos.

Tortuga inguesa (Rhinoclemmys diademata)

Su presencia en los bosques es un indicador del estado de conservación de los recursos naturales y en Cúcuta, poco habían sido estudiados para garantizarse su permanencia.

En los bosques secos de la ciudad y su área metropolitana, habitan 11 especies de anfibios y 34 de reptiles.

El cálculo es producto de estudios que desde 2009 iniciaron los investigadores Orlando Armesto, José B. Esteban y Ricardo Torrado, graduados de la Universidad Francisco de Paula Santander. Además de Aldemar Acevedo, biólogo al servicio de la Universidad de Pamplona.

Serpiente talla X

Amenazas a las especies

Una de las amenazas que tienen los anfibios en la ciudad es la presencia de un hongo patógeno que vive en zonas de agua dulce. Las especies son infectadas y el hongo ataca la piel, que es vital para la defensa inmunológica.

La enfermedad, conocida como quitridiomicosis, no es la única amenaza. Anfibios y reptiles, de acuerdo con Armesto, licenciado en biología y docente del programa de ingeniería ambiental de la UFPS, están expuestos a la expansión urbana sin control y a las actividades mineras de extracción de arcilla que implican deforestación.

Estos hechos están afectando a las especies silvestres de la ciudad que corren el riesgo de extinguirse. “Hay sitios a los que podíamos ir a buscar reptiles y anfibios que desaparecieron. Algunos son los alrededores de Prados del Norte y Niza. Allí había áreas de 50 metros cuadrados con charcas rodeadas de plantas. También están las riberas del río Pamplonita, alterado por la pérdida de vegetación”.

Rana grillo (Scarthyla vigilans)

De acuerdo con Acevedo y Armesto, la educación ambiental es una estrategia vital para que los habitantes de la ciudad conozcan la importancia de las especies, pues más allá del miedo que generen poblaron la región antes de que los humanos la urbanizaran.

Cúcuta cuenta con un patrimonio natural invaluable y por ello es vital unir esfuerzos por la conservación, tales como los hechos por los investigadores que parten de la filosofía de que si se quiere proteger es necesario conocer.

Ellos, desde las universidades, han generado conocimiento científico y la labor es un llamado a la protección de los bosques secos, donde hay ecosistemas que dan vida a anfibios y reptiles.

Boa arcoíris (Epicrates maurus)

El ideal es que las generaciones futuras puedan deleitarse con las especies en la Tierra, pero para ello hay que migrar a modelos de conservación amigables con el planeta.

Reguladores del clima

Los bosques secos tropicales son territorios que se dan entre los 0 y los 1.000 metros de altitud y tienen temperaturas superiores a 25 grados centígrados.

De acuerdo con la fundación Ecosistemas Secos de Colombia no se trata de simples árboles llenos de espinas -principal característica-. Son territorios que evolucionaron en condiciones de sequía extrema y baja humedad.

Rana platanera (Boana crepitans)

En los bosques secos hay dos periodos, uno de lluvia que se da dos veces al año y otro de sequía, que es prolongado. Sin embargo, el verde siempre está presente. En cuanto al nivel de pluviosidad, oscila entre 700 y 2.000 milímetros de lluvia anuales.

Las zonas secas, generalmente, se conectan con sitios húmedos y hay especies que van de un lado a otro. Ese intercambio es fundamental para el control biológico de plagas y de enfermedades.

A la par, los bosques secos contribuyen a disminuir los efectos del calentamiento global, regular el clima y si se extinguen, la temperatura aumentará.

Serpiente ratonera (Erythrolamprus)

Los espacios donde hay bosques secos son: Cerro Tasajero, San Cayetano, El Zulia, Los Patios y en las zonas aledañas a los anillos viales, en Cúcuta.

Serpiente ciega (Liotyphlops)

Serpiente bejuquillo (Oxybelis aeneus)

Coral verdadera (Micrurus dissoleucus)

Falso camaleón (Polychrus marmoratus)

Boa constrictor




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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