lunes, 30 de octubre de 2017

1208.- SACERDOTES QUE DEJARON HUELLA EN CUCUTA



Carlos Eduardo Orduz

Mons. Luís Domingo Pérez Hernández

El espíritu religioso cucuteño se remonta a la llegada de los conquistadores españoles que siempre en sus recorridos fundando poblaciones eran acompañados de un religioso o fraile que se encargaba de la catequización de los sometidos y del amparo de la religión, ante los desafueros cometidos por los conquistadores.

PRIMER PARROCO DE CUCUTA

Según el criterio de los conocedores de la historia eclesiástica cucuteña, quien ejerció como primer párroco de Cúcuta y ofició los primeros servicios religiosos (misa) fue Diego Antonio Ramírez Rojas el día 19 de marzo de 1734.

La construcción de la iglesia de San José se inició en 1889 y la primera misa se celebró en 1908.

PRIMER OBISPO DE CUCUTA

Luís domingo Pérez Hernández primer obispo de la Diócesis de Cúcuta. En el libro 24 al folio 137 de la iglesia San José de Cúcuta el día 9 de octubre de 1894 fue bautizado solemnemente Luis Domingo, nacido el 25 de agosto del mismo año.

Fue ordenado sacerdote por monseñor Rafael Afanador y Cadena el 10 de marzo de 1918. Fue consagrado obispo en Bogotá el 3 de agosto de 1946 por monseñor Ismael Perdomo.

Nos legó su hermosa y célebre frase que aún hoy en día es un postulado: ´Qué bello es nacer, vivir y morir en Cúcuta´.

Su mayor preocupación como pastor eclesiástico fueron los pobres y su mayor ambición una vivienda digna para los menos favorecidos (humildes).

SACERDOTES QUE DESTACARON EN CUCUTA

Demetrio Mendoza.- Severo en la conducción de la feligresía. Personas consultadas de su época aseguraron que durante su administración parroquial propició que muchos cucuteños a los cuales se les negaba el bautizo por ser hijos naturales, adquirieron su nacionalidad venezolana en Ureña y San Antonio, en donde esto no era óbice para llegar a ser registrados o bautizados.

Daniel Jordán Contreras.- Polémico, acatado por unos, rechazados por otros.

Nació en Pamplona en el hogar de Pedro Luís Jordán Gutiérrez y Josefina Contreras Luna, en el año de 1898 y murió en Cúcuta en 1979 con varias versiones al respecto y que los estudiosos de la historia darán la versión real y verdadera.

En el año 1939 el 12 de abril publicó su libro ´Notas de viajes´ de su recorrido por España, Roma, París y en especial de la denominada Tierra Santa. En su escrito manifiesta que la humanidad es una misma en todas partes del mundo ya que el placer, el dinero, la ambición la han enloquecido.

Formuló reparos a las autoridades de la Santa Sede por no adjudicarle a Colombia el purpurado (cardenalato) ya que cuenta con 10 millones de católicos.

Modernizó la iglesia o catedral de San José, trayendo de Carrara, Italia, el mármol del conjunto del altar mayor, púlpito, sillas para los sacerdotes y ayudantes de las misas, estatuas de apóstoles y santos, así mismo hermosas lámparas de Bacarat; pinturas sobre las paredes del domo de la nave central, hermoso órgano metálico que producía melodiosos sonidos durante las ceremonias religiosas.

Fue considerado como uno de los mejores oradores sagrados de la época.

Mantuvo grandes diatribas con los masones y en especial con las directivas del colegio Gremios Unidos por la no enseñanza de las normas de la iglesia católica (religión – catecismo).

Son de izquierda a derecha: Monseñor Luis Alejandro Jaimes; padre Angel Cayo Atienza, párroco en la iglesia de Las Angustias; el padre Daniel Jordán, párroco de la Catedral; el padre Matías Bermejo, tenía la voz muy finita y hablaba muy pasito; el padre Ardanaz, uno de los propietarios de la Academia Gran Colombia; el padre Carlos Martínez, párroco de la iglesia del Sagrado Corazón en el Colsag,  bastante bromista y muy apreciado por la comunidad y el padre Juan Ignacio Latorre Chacón.

Consideró la ingratitud como el peor defecto que pueda tener el ser humano y más cuando se practica por quienes deben dar muestras de ecuanimidad en las apreciaciones de sus colegas.

En la Academia de Historia reposa un libro, ´Historia de la Diócesis de Cúcuta´, editado en 1993, con prólogo de Rubén Salazar, y dirigido por el presbítero Carlos José Mendoza G., con 186 páginas y 122 ilustraciones (fotos de papas, arzobispos, curas, iglesias, etc…) y por ninguna parte se nombra a Daniel Jordán. Por qué?

José Manuel Calderón.- Párroco de la iglesia Perpetuo Socorro desde el 3 de noviembre de 1947 hasta que murió el 6 de junio de 1978, su amor principal fue la educación y la niñez, fundó las escuelas Espíritu Santo, Perpetuo Socorro y Concentración Rivera Laguado.

En una de las crisis graves del Cúcuta Deportivo, salió a las calles a pedir la contribución del pueblo para salvarlo de la desaparición.

Alfonso Blanco Ramírez.- Nacido en Bochalema el 9 de junio de 1912. Ejerció su apostolado durante 20 largos años como párroco de la iglesia de San Antonio donde fue apreciado en grado sumo por la feligresía.

Compartí durante 3 años su amistad como miembro de la junta reguladora de matrículas y pensiones, siempre defendía a los más necesitados a la hora de fijar las tarifas que se debían cobrar en los colegios oficiales y privados.

Manuel Grillo Martínez.- Manuel Guillermo de Jesús Grillo Martínez nació en Pamplona el 9 de diciembre de 1914, excelso poeta de la obra de María Santísima, colaborador del periódico Diario de La Frontera, fue cooperador de la iglesia de San José durante muchos años.

Eduardo Trujillo.- Nació en Labateca el 9 de febrero de 1915, ejerció como párroco de la iglesia de San Rafael y fue miembro la Academia de Historia.

Eladio Agudelo.- Educador insigne con el ejemplo y la palabra, historiador, escritor, siempre andaba a pie recorriendo la ciudad, ejerciendo su apostolado con los enfermos, su misa en la capilla de las Vicentinas duraba escasos 20 minutos.

Luis Alejandro Jaimes Ramírez.- Vicario General de Cúcuta, capellán por muchos años del colegio Sagrado Corazón de Jesús.

 Juan Ignacio La Torre Chacón.- Cooperador en la iglesia catedral de San José de 1961 a 1965, capellán del hospital de 1966 a 1969. Vicario General de la diócesis.

Laureano Ballestero Blanco.- Nació en Rubio Venezuela. Su padre era colombiano, fue consagrado sacerdote el 19 de marzo de 1972, creció y estudió en Cúcuta.

Era un cura con imagen y aceptación extraordinaria en la juventud. Párroco del Espíritu Santo donde era muy apreciado. Profesor en la Normal María Auxiliadora, allí irradiaba señales de vida y entusiasmo en profesores y alumnas.

Especialista en medios de comunicación graduado en Europa.

Creo no equivocarme, al manifestar que por discrepancias con los superiores jerárquicos que no admitían su liderazgo tuvo que dejar su parroquia y trasladarse a San Cristóbal donde desarrolla en forma brillante su ejercicio sacerdotal. 

Francisco Rivera Laguado.- Quien verdaderamente cumplió la sentencia de Jesús: ´Deja los tuyos, todo lo mundano y sígueme´, se puede decir que lo hizo, lo hace y lo seguirá haciendo, el presbítero Francisco Rivera Laguado, mejor conocido entre la ciudadanía como el padre Pachito.

De familia acomodada y tradicional cucuteña (su hermano Gonzalo fue gobernador del Departamento y se recuerda por la construcción de la cancha de básquet Rojas Pinilla, hoy coliseo ´Toto´ Hernández), fue su hogar una casona de las tradicionales que tenía Cúcuta en la avenida 3ª con calles 9 y 10, luego frente a la hermosa quinta digna de mostrar en la calle 5 entre avenidas 3ª y 4ª con unos jardines y piscinas para admirar (hoy  convertida en 3 casas, dañando la estructura original). 

Cuando era un niño y actuaba de acólito en la iglesia catedral de San José, conocí al padre Pachito quien por apoyo oficial logró que se comprara la Quinta Mutis en La Garita, para dar comienzo a su noble y loable labor de trabajar en pro de la niñez desamparada.

Cada día se le ve recorrer las calles de Cúcuta en un rito de más de 40 años en su vetusta camioneta Chevrolet para llenar el platón con los víveres y demás medios de subsistencia para el grupo grande de pelafustanes que aprende el trajinar de las labores agrícolas para convertirse en seres útiles a sí mismos y a la sociedad.

Si los gobiernos entendieran y apoyaran obras de la magnitud y beneficios que hacen instituciones como el Amparo de los Niños, bien diferente sería la suerte de tanto niño abandonado que ejerce el raponeo, inhala pegante Boxer, sirve de mula y odia a la sociedad que no le tiende la mano a su orfandad. 

El ser fiel a su juramento de lucha por los desposeídos y llevar con orgullo la sotana que representa el símbolo de los religiosos, lo hacen merecedor a un lugar de privilegio entre los personajes de la región, y cuánta necesidad tenemos de curas que sigan los pasos de Cristo, en este mundo sin conciencia y sin respeto por la dignidad humana. 

Eloy Mora Peñaranda

Eloy Mora Peñaranda.- Nació el 9 de febrero de 1942. Se ordenó sacerdote en el Seminario de Cúcuta en el año de 1975, viajó a Roma a especializarse. Ejerció como párroco de la iglesia San Antonio  y en la catedral de San José. Se perfilaba como candidato a obispo.

Miguel Müller.- En la década del 50 llegó de Alemania para dirigir los destinos del colegio Salesiano en sus dos modalidades: clásico y técnico, y su devoción a María Auxiliadora lo llevó a construir su hermoso templo y traer de Turín, Italia, una réplica del hermoso cuadro gigante que adorna el altar mayor.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

2 comentarios:

  1. Es de resaltar el trabajo del profesor Orduz para recordar nuestros valores regionales.

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  2. Buscañdo nuevos escritos y personajes de Pamplona y su provincía.me he encontrado con un escrito de los Pamploneses residenciados en Cúcuta el cual me resultó de gran interes.Muchas gracias.

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