miércoles, 2 de mayo de 2018

1299.- ZOILO REALES Y SU ETERNO AMOR AL SOFTBOL



Jairo Andrés Navarro

Zoilo y su equipo femenino, Colpet, entrenan semanalmente en la cancha
de fútbol del barrio Pescadero.

Hablar de la familia Reales en Cúcuta es hablar del surgimiento del softbol en la ciudad. Como muchas otras disciplinas deportivas, el softbol llegó a la capital nortesantandereana en la maleta de viaje de muchos trabajadores extranjeros, pero se arraigó para siempre gracias al incansable trabajo de los Reales. 

El líder de esta familia, tradicionalmente conocida en el barrio Colpet, es el señor Zoilo Reales Pabón, un arboledano de 84 años que le ha dedicado media vida a la enseñanza y práctica de este deporte, y que hoy cuenta con orgullo la historia de cómo construyó con sus propias manos, las de sus hijos y las de muchos colaboradores; la primera cancha de softbol de Cúcuta, y fundó los primeros equipos aficionados de la ciudad.

Nació en Arboledas pero llegó a Cúcuta con apenas once años. Recuerda que para esa época, entre 1944 y 1946, el estadio General Santander estaba acondicionado para jugar béisbol, pues la ciudad todavía no tenía un club de fútbol profesional que la representara en el rentado nacional.

“Había mucha afición de béisbol en la ciudad. Cuando yo estaba pequeño me hacía afuera del estadio para recoger las bolas que se salían de foul. Y comencé a jugar béisbol a nivel juvenil, tenía doce años, y me quedó gustando el asunto, así jugué hasta los 16”, relata sentado en un tronco de madera, apoyándose en su bastón, mientras observa entrenar a un grupo de mujeres.

A punto de cumplir los 17 años tuvo que irse a prestar el servicio militar, dejó a sus amigos y a su familia, pero nunca abandonó su profundo amor por el béisbol.

Tanto así, que cuando cumplió con su deber en el ejército entró a trabajar a la Compañía Colombiana de Petróleo (Colpet), en Tibú, y allí no tardó en hacer amistad con los trabajadores gringos que traían bates y manillas  en su equipaje, y jugaban en espacios improvisados en los ratos libres.

No dejó de jugar, el béisbol se convirtió en su estilo de vida, en su forma de pasar el tiempo libre y de liberar ese espíritu deportivo que nació con él.

Después de Colpet pasó a trabajar a Ecopetrol, y allí empezó a impulsar el softbol entre los trabajadores. 

El softbol, que es una adaptación del béisbol, se les facilitaba más a los trabajadores mayores de la empresa, y por esta razón fue que su camino en el deporte siguió por este rumbo.


En sus años de juventud fue un destacado deportista, pero también un entregado trabajador, y eso lo llevó a hacer parte de la directiva del deporte en la compañía, y desde  allí tuvo los medios para darle al softbol el impulso que le faltaba.

Gestionó los recursos para construir la cancha de softbol que tiene actualmente Tibú, y se pensionó siendo reconocido por la comunidad tibuyana como un trabajador del deporte.

Regresó a Cúcuta para disfrutar de su jubilación, y desde entonces vive en el barrio Colpet, el mismo nombre que lleva el club que ha entrenado durante más de 30 años.

En el barrio Colpet, niños, adultos y ancianos; reconocen a la familia Reales, y a don Zoilo; como los precursores del softbol y como trabajadores incansables del deporte para la comunidad.

Su casa está llena de guantes, bates, pelotas, máscaras, uniformes, trofeos, y fotos con equipos de softbol de hace 15 o 20 años atrás. Su hogar es casi un museo de este deporte en la ciudad, y un lugar de referencia para muchos deportistas que se formaron bajo las órdenes de don Zoilo.

Sus hijos Rubén, Zoilo, Jhon de Jesús, Carlos, Mirian y Estela; aprendieron a batear y a usar una manilla de softbol desde los diez años. Todos llevan en la sangre la pasión por la pelota blanda.

Zoilo Reales Pabón fue homenajeado por el invaluable trabajo que ha hecho durante muchos años por mantener el softbol vivo en el departamento.

En la cancha del barrio Colpet, la que ahora Aguas Kpital presta solo una vez por semana, se juega un cuadrangular femenino con la participación de los equipos Colpet, Panteras, Ángeles y Rubio (Venezuela); y durante la jornada hubo un momento muy especial donde fue reconocido el responsable de que este deporte se siga jugando en Cúcuta.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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