sábado, 30 de diciembre de 2017

1240.- CUCUTA GANO 9 MEDALLAS EN LOS NACIONALES DE TAEKWONDO



Jeider Rúa Giraldo

Los taekwondistas cucuteños siguen consiguiendo medallas para el departamento en competencias nacionales. Esta vez se destacaron con su participación en los VIII Juegos Nacionales de Barranquilla.

Una delegación conformada por siete taekwondistas cucuteños partió hacia Barranquilla con la intención de conseguir unos cuantos metales para su ciudad en los VIII Juegos Nacionales de Taekwondo.

Aunque la competencia, que contó con la participación de más de 200 luchadores, puso a prueba la resistencia y técnica de los competidores cucuteños, hubo especio para hacerse sentir ante peleadores de todo el país al conseguir nueve preseas en lo que fue un solo día de intensa competencia.

La maratónica jornada tuvo lugar el 2 de septiembre de 2017 y contó con la participación de 10 delegaciones, entre ellas una invitada desde el estado Zulia,  Venezuela.

Dura competencia

Fueron 203 los deportistas que compitieron en los Juegos. Estos se distribuyeron en las categorías infantil, junior, adultos y máster. Por Colombia, hubo participación de los departamentos: Antioquia, Atlántico, Sucre, Guajira, Cesar, Cauca, Córdoba, Norte de Santander, y los invitados del Zulia (Venezuela).

En la jornada, que empezó a las 7:00 a.m. y finalizó a las 7:00 p.m. se compitió en dos modalidades: Figuras (Poomsae) y Combate (Kyoruguy), dos estilos de competencia que son fuertes para los de Cúcuta.

Un grupo más maduro

La representación de los nortesantandereanos estuvo conformada por atletas de la escuela ITF Hwa Rang Do, que desde hace varios meses ha venido consiguiendo protagonismo para el departamento en este deporte. Lo último fue una cosecha de 17 medallas en la Copa Pelícano, en Cali, el 2 de julio de 2017.

De las nueve medallas que la escuela consiguió en Barranquilla, 4 fueron de oro, 3 de plata y 2 de bronce.

“La competencia estuvo muy buena, pues hubo mucha participación en todas las categorías, por lo que aumenta la dificultad para obtener buenos resultados”, fue el comentario de Juan Pablo Dávila, entrenador de los participantes.

Para Dávila, desde la pasada participación en Cali –que en su momento fue la más importante para la escuela-, el grupo de deportistas ha mejorado considerablemente.

“Los muchachos ya tienen mucha más madurez luego del Nacional (de Cali). Nos hemos dedicado a entrenar en pro de los nuevos eventos”, agregó.

Por ejemplo, Wendy Carolina Soler García, estudiente de Ingeniería Agronómica de tercer semestre de la UFPS, participó en los VIII Juegos Nacionales alcanzando medalla de oro en la modalidad de figuras y superando a los mejores deportistas del país, y previamente en la Copa Pelícano en Cali ganó medalla de plata. 

Sí falta el apoyo

Aunque desde la participación en la Copa Pelícano de julio pasado, el gobernador William Villamizar aseguró ayudas para los taekwondistas de Hwa Rang Do, “esto ha estado un poco frenado, pero esperamos que para el año 2018, ya hacer parte del presupuesto nacional”, indicó el entrenador.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

jueves, 28 de diciembre de 2017

1239.- PRIMERAS URBANIZACIONES DE CUCUTA



Gerardo Raynaud

 Barrio Latino

La ciudad progresaba a pasos agigantados terminando la mitad del siglo XX. Aunque persistiera la incertidumbre política debido a la pugnacidad que tenían los seguidores de los partidos tradicionales, se avizoraban tiempos mejores a medida que transcurrían los días.

Después de la reconstrucción, la ciudad venía creciendo sin alejarse de su plaza principal y los barrios que la circundaban se extendían tímidamente hacia el sur y el occidente, dejando una vasta franja de tierra que ocupaba la margen izquierda del río Pamplonita, por esos días bastante caudaloso y amenazante por sus frecuentes crecidas que mantenía en vilo a los moradores de esa vecindad.

Por razones como esta, el desarrollo de la villa de San José, se había proyectado hacia las zonas altas del noroeste que aunque carecían de muchas de las comodidades de las viviendas del centro, les daba cierta seguridad a sus pobladores. Barrios como El Callejón, Loma de Bolívar, Cundinamarca, Carora y otros circunvecinos fueron alejándose del centro a medida que la ciudad se extendía. Los terrenos cercanos a la ribera baja del Pamplonita, estuvieron vedados para las construcciones durante la primera mitad del siglo XX.

Por la década de los treinta, empresarios, ingenieros y terratenientes se dieron a la tarea de ofrecer oportunidades de vivienda, una actividad desconocida entonces, toda vez que la construcción en general, era del exclusivo dominio de las élites del lugar, característica de todas las principales ciudades del país.

Antes de la llegada de la Colombian Petroleum Company, empresa que propició la construcción de los barrios Colsag y Colpet como vivienda para sus empleados, la actividad inmobiliaria se reducía a pocas transacciones de finca raíz y las principales firmas constructoras se dedicaban casi exclusivamente a las edificaciones comerciales y unas pocas industriales, pues estas últimas se acomodaban en residencias ya construidas y se adaptaban sin mucha dificultad, a sus necesidades.

Por ello es necesario recordar a don Rafael Mondragón Z. como el pionero de esta actividad, paisa nacido en Medellín, quien llegó acompañado de su esposa Sofía Arroyave, también de Medellín y aquí nacieron tres de sus hijos.

Su primer proyecto, que llamó Barrio Latino, como una grata recordación de la grandeza del imperio romano que tanto admiraba, tuvo un rotundo éxito, razón de más para continuar con la siguiente etapa, con un nuevo plan de vivienda que resultó ser aún más novedoso y que constituye el tema de nuestra crónica.

El sector escogido para la nueva urbanización de don Rafael era un terreno comprado a la familia Castro Ordóñez, denominado La Garita, -nada que ver con su homónimo del corregimiento de Los Patios en la vía a Pamplona, recordado sitio donde muriera accidentado el gobernador Eduardo Cote Lamus en agosto de 1964-.

El lote en mención era un extenso globo de tierra ubicado en un área que va desde la calle octava con avenida segunda, -sitio donde estaba emplazado el Club Tennis-, hasta las inmediaciones del “Stadium Santander”, nombre que recibía la cancha del estadio de futbol inaugurado siete años antes.

El terreno había sido dividido por mitad, ya que comprendía dos sectores, por haberse diseñado con anterioridad, la “Avenida Diagonal o Gran Avenida” que posteriormente tomaría, una vez terminada, el nombre de Diagonal Santander.

El plan, según sus promotores, era muy atractivo pues se trataba de ofrecer 100 lotes de trescientos metros cuadrados cada uno, con amortización gradual por quincenas y además, sorteos también quincenales. Esta segunda serie, como dio por llamarla don Rafael, era en realidad la ampliación del barrio Latino que con acierto tomó el nombre de Barrio Latino Norte.

En esa época los trámites se realizaban y eran aprobados por las Secretarías de Hacienda y de Obras Públicas y el visto bueno de la Sociedad de Mejoras Públicas.

La nueva urbanización constaba de calles con afirmado, sardineles y alcantarillado local. Las obras de ingeniería fueron contratadas con la firma Pérez & Faccini, la más grande y organizada de la ciudad. A los compradores se les entregaba una acción, representativa de la propiedad del terreno, documento que le permitía al tenedor participar de los sorteos quincenales, que jugaban con la Lotería de Cúcuta, siempre y cuando estuviera al día en el pago de sus cuotas. La oficina que atendía los negocios de venta inmobiliaria, estaba situada en la avenida sexta No. 9-23 frente al almacén de Leonidas Lara e Hijos Ltda. Los más adinerados llamaban al teléfono 172 para averiguar por los lotes.

La campaña de ventas comenzó a mediados del mes de septiembre de 1947 se promocionaba como “la urbanización más central, a dos pasos del corazón de la ciudad. Una zona digna de edificaciones cada día más modernas sin que sean prohibitivas para la clase media, pues su sistema de cuotas y sorteos, permiten a muchas familias adquirir la base del hogar seguro y permanente.”

En otras promociones, ya avanzado en proceso de colocación y cuando sólo faltaban menos de diez lotes por vender, se lanzó una agresiva campaña  en la que se mostraban los atractivos originados, sobre todo por su ubicación, que se anunciaba “a cuatro cuadras del Club de Cazadores y a pocos pasos del Palacio Nacional, el Stadium y el Club Tennis.”

Para el remate de ese año y buscando agotar en su totalidad el proyecto, se decidió realizar una rifa entre los suscriptores, de los últimos dos lotes del proyecto y dos botellas de whisky que serían sorteados el 2 y el 16 de diciembre, días martes que eran los de la Lotería de Cúcuta, que dicho sea de paso, su premio mayor era entonces, de nueve mil pesitos.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

martes, 26 de diciembre de 2017

1238.- PERSONAJES TIPICOS CUCUTEÑOS

Carlos Eduardo Orduz

Enrique el carbonero

Todas las ciudades o poblaciones menores han tenido y tienen sus personajes típicos y ellos hacen parte de la historia y de la cotidianidad de los seres humanos que gozan, sufren, ríen, se compadecen o se ufanan de ellos por sus peculiaridades y que los hacen perpetuarse en la memoria de sus congéneres.

A nivel nacional es bueno recordar que en los predios de la Universidad Nacional conocimos al famoso Goyeneche, eterno candidato de los estudiantes a la presidencia de la República con su programa bandera de pavimentar el río Magdalena.

La famosa figura del arriero Valdez, el símbolo del café colombiano, como promoción a nivel internacional de la calidad de la suave y aromática bebida que se consideró la mejor del mundo.

En la más bonita casa quinta de la vuelta del molino residió Ismael (el loco) Conde, matinalmente se dirigía al centro por la avenida 3ª recogiendo cuanto papel encontraba para llenarse los bolsillos de su saco.

Truman, asiduo asistente a la cancha de fútbol de las vicentinas para lanzar al viento su repertorio de vulgaridades, se rebelaba contra las monjas cuando no le daban almuerzo tempranamente.

Escorpión, la de los madrazos, recorría la ciudad con sus palabrotas y amenazante con piedra en la mano, era el terror de los choferes.

Culebro, el consorte de escorpión, igual de vulgar en el vocabulario, la gente procuraba no contradecirle y así librarse de los improperios.

Makeko, mostraba signos de retardo mental profundo, seguía a los buses corriendo detrás de ellos agitando sus brazos.

El enano Tirso, era el consentido de las damiselas que atendían los bares del Palenque (zona roja de la época), su profesión era la de embolador.

Carevieja I, Gonzalo conocido por ser el embolador oficial de la alcaldía de Cúcuta, dicen que logró la jubilación después de 30 años de servicio como mensajero.

Carevieja II, el barrendero de la calle 9 y la avenida 4ª, todos los días se ubicaba frente al despacho del alcalde y su perorata con madrazos a bordo, duraba 5 minutos durante los cuales los asistentes permanentes del parque Santander, gozaban y reían.

Abogado de las ánimas, el único oficiante de novenarios titulado, su vestimenta y las lágrimas que derramaba lo hacían imprescindible en las casas de familia que deseaban rendir 9 noches de recordación por los desaparecidos (Jacinto Hernández).

Gardel, su venta de maní y haba frita lo hizo famoso en los escenarios deportivos y en las entradas de los cines.

Comunista, su oficio la venta de emparedados que combinaba con sus discursos en la avenida 5ª con calle 11 todos los días, era versado sobre la lucha del proletariado por conseguir mejoras salariales y condiciones de vida dignas.

Tomás, cariñosamente le decían el negro, sus enormes pies necesitaban calzado Nº 46 que mandaba hacer, ya que en el comercio no los encontraba, su enorme estatura lo hacía sobresalir en el parque de Los Naranjos de la gobernación.

La loca María, su obsesión era vestir siempre de rojo, sus predios la avenida 2ª y la calle 11, donde las almas caritativas le obsequiaban alimentos. Conocí de fuente confiable que era dueña de una casa de habitación en el barrio Santander y otra en el Magdalena.

La turra Petra, marcó una etapa en Cúcuta con su restaurante ´Aquí me quedo´, en la ruta del camellón del cementerio. Sus viandas eran muy solicitadas.

Enrique el carbonero, con su burro y sus bultos andaba gritando por la ciudad su carbón y su leña, con un trotecito tun tun.

La coja Delia, la novia de los estudiantes que hacían cola y pagaban cincuenta centavos por los placeres sexuales que les prodigaba en la calle 14 con avenida 8ª.

Nancy, personaje desde hace 32 años, mujer delgada, genio sin igual, recorre las calles de La Quinta Bosch que es el entorno natural para llevar a cuestas su cuasilocura, solamente da quejas a los transeúntes sobre como los muchachos la molestan, y ella misma se responde los cuestionamientos diciendo: No les haga caso a esos chicos!

Cada mañana se dedica a prestarle ayuda a los agentes de policía del CAI, regando las matas del jardín. Existen familias que con corazón generoso diariamente le asisten con alimentos y puede subsistir.

Elisa, mucha de la gente de Cúcuta goza con el sufrimiento ajeno, y para tal fin le daban atuendos para que se vistiera a la moda y la remitían a la gobernación para que reclamara el carro que le había enviado su novio Carlos Andrés Pérez, el presidente de Venezuela.

Allí ya la conocían, la atendían, pero para tomarle del pelo, la remitían al consulado venezolano (calle 15 con avenida 5ª) con carta en mano, donde constaba un donativo presidencial.

Los pendientes, sombrero, collares y su cara pintada a la moda, la hacían resaltar, pero sus piernas todas curvas y con zapatillas, hacían que se mofaran y rieran de ella.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

domingo, 24 de diciembre de 2017

1237.- HISTORIA DE CAMPEONA CUCUTEÑA DE GIMNASIA

La Opinión

Deisy Alejandra Barrientos Rincón, gimnasta cucuteña que padece síndrome de Ehlers Danlos y requiere traslado a un hospital de cuarto nivel.

El 19 de marzo de 2007 la familia Barrientos Rincón, residente del barrio Alfonso López, recibió el regalo más especial de su vida: una hermosa niña. Se llamó Deisy Alejandra y se convirtió en la ilusión y la alegría de sus padres.

Con los años, la tranquilidad de verla crecer se vio perturbada por extraños síntomas que afectaban su normal desarrollo.

De un momento a otro, cuando la niña tenía 2 años, empezó a presentar sangrado en los ojos, hemorragias, convulsiones y arritmias cardiacas, razón por la que sus padres consultaron a los especialistas.

El diagnóstico de los galenos arrojó que Deisy padecía un síndrome conocido como Ehlers Danlos, una enfermedad huérfana. Esa fue la explicación sobre el porqué de las complicaciones arteriales y digestivas que presentaba la pequeña
Después de conocer su patología, fueron necesarias varias intervenciones quirúrgicas. La niña fue sometida a cuatro operaciones a los 2, 4, 5, y 7 años, de las cuales logró recuperarse durante mucho tiempo.

Conoció la gimnasia


Pese a su enfermedad, Deisy Alejandra siempre demostró interés por el deporte. A los 7 años, cuando fue con su madre al coliseo menor Eustorgio Colmenares para el entrenamiento de su hermano menor, vio por primera vez a los gimnastas y se sintió atrapada. Esa disciplina deportiva se convirtió, a partir de ese momento, en una pasión para la pequeña y su inspiración para vivir.

“Ella vio las niñas practicando y dijo que quería aprender. Se ilusionó y decidimos inscribirla para que entrenara”, cuenta Mayra Alejandra Rincón, mamá de Deisy. Poco a poco, el deporte se volvió el mejor remedio para sus males.

El talento que la cucuteña fue mostrando la llevó a escalar a ritmo acelerado en la gimnasia. Actividades que alternaba con su  formación académica en el colegio Santa Cecilia. Convirtiéndose en un orgullo para su familia, compuesta por su padre, su madre y dos hermanos, uno mayor y uno menor.

Pese a que los entrenamientos le causaban dolores e implicaban un esfuerzo físico mayor, Deisy llegó a convertirse en campeona nacional y una medallista sobresaliente que dejó en alto a su departamento en certámenes como el Nacional de Gimnasia, desarrollado en esta ciudad, y el Campeonato de Niveles, en Bucaramanga. Durante muchos años, desde que empezó a practicar ese deporte, la familia Barrientos no volvió a saber nada de la enfermedad.

Deisy tiene 10 años, pero hace ocho meses su salud se volvió a complicar. Pasados dos años desde la última cirugía, la pequeña recayó y aparecieron nuevos síntomas deteriorando su salud.

Mayra, la mamá de la gimnasta, relató que un día, mientras su hija entrenaba en el coliseo, empezó a presentar dolores constantes de estómago, fiebre, desmayos, sudor frío y llegó a vomitar sangre. Alarmados, acudieron a Cafesalud en busca de atención médica.

En diferentes ocasiones, desde su recaída, la pequeña fue tratada con medicamentos para el dolor. “Le manejaban el dolor y nos mandaban para la casa”, dice Mayra. Su estudio también tuvo que ser suspendido. Estaba haciendo cuarto año.

Todo empeoró


Pasados dos meses de tratamiento con medicamentos para el dolor, Deisy presentó nuevos síntomas: ahora se desvanecía y caía desmayada, el dolor no le permitía comer y perdió 10 kilos.

La familia cuenta que su estado emocional ha sido tan afectado, que en ocasiones la niña ha manifestado no querer seguir con vida, por no poder practicar el deporte que tanto ama. La niña requiere servicios de psiquiatría que no ha recibido, según explica la madre.

En marzo de 2017, Deisy estuvo durante cinco días en cuidados intensivos en una clínica de Bucaramanga por crisis de convulsiones. Tras ser dada de alta, volvió a la ciudad y siguió en controles regulares.

Sin embargo, al ver su mal estado, hace poco más de una semana el hematólogo tratante le ordenó hospitalización inmediata. Hasta el momento los doctores no han encontrado la causa del malestar, pese a múltiples diagnósticos. Hoy la niña permanece en la clínica La Salle.

Antes de la reciente hospitalización, Deisy fue vista por un gastroenterólogo que también le ordenó el traslado inmediato a un hospital de cuarto nivel, donde se tenga la capacidad de brindarle servicios altamente especializados.

“Los médicos nos dicen que ella necesita ser trasladada y que su caso debe ser visto en comité médico porque es una enfermedad poco común y se tienen que descartar otras patologías. Los exámenes que le ordenaron a mi hija no se pueden hacer en esta ciudad, porque no hay”, informó la mamá.

¿Qué necesita para mejorar?

La menor requiere servicios pediátricos especializados. Los expertos le ordenaron exámenes de angioresonancia con contrastes de abdomen, una biopsia de paredes intramurales, una arteriografía y una resonancia. Diagnósticos que están en espera desde hace seis meses.

Mientras tanto, la pequeña gimnasta no para de llorar por los dolores, además de que sufre crisis y la atacan episodios de fiebre. Sumado a ello, los problemas cardiacos que creía superados volvieron.

Hoy, Deisy no come por su cuenta, lo hace a través de una sonda conectada a su nariz, y cada día que pasa pierde más peso.

Lo que nunca pierde es la ilusión de volver a practicar la gimnasia y lograr su sueño de hacer un girasol (movimiento que intentaba alcanzar antes de enfermar) y llegar a unos juegos Olímpicos, como su gimnasta favorita: la estadounidense Simone Biles, la primera en la historia que ganó tres campeonatos mundiales consecutivos.

Ni con tutelas

Deisy no puede volver a su rutina porque no hay forma de acelerar su tratamiento, lo que le causa un dolor mayor al físico. Y mientras sueña con poder estar en casa bailando la música de Soy Luna y Nicky Jam, sus artistas favoritos, le toca esperar en un centro asistencial para poder salvar su vida.

Ese será su triunfo más luchado, aunque la competencia ha resultado desmotivante, por cuenta de la “demorada gestión de la EPS y el lamentable manejo del sistema de salud en Colombia”, dice su mamá, quien espera que un milagro suceda.

Mayra asegura que ni una tutela, ni un desacato han logrado agilizar su tratamiento y traslado. “Solo nos dicen que hay que esperar”, expresa esta mujer, quien no se cansa de insistir para que su hija salga victoriosa de esa dura prueba.

Cafesalud responde

Q’hubo consultó a las directivas de Cafesalud en Norte de Santander y reportaron que ya se está buscando un cupo en los hospitales de cuarto nivel del país (Bogotá, Medellín o Cali). Sin embargo, sin dar detalles aseguraron que han tocado las puertas de todas las clínicas de Colombia, pero que la respuesta ha sido que la niña no será recibida.

Contrario a esa afirmación, la madre asegura que en Bogotá, en la Fundación Santa Fe, les dijeron que sí hay cupo, pero que se requiere un abono de dinero para ser trasladada. Por ahora, la familia le pide al Ministerio de Salud, a la Superintendencia de Salud y a las IPS del país, una oportunidad de vida para una gimnasta que quiere seguir dejando en alto el nombre du su ciudad y su país.

La familia de la gimnasia la espera. Yurany Avendaño, destacada gimnasta cucuteña, se unió a las  voces que piden una solución para el caso de Deisy, indicando que el talento de la niña podría entregar grandes triunfos al país. Lamenta no poder verla en el gimnasio. “La familia de la gimnasia espera que Deisy se pueda recuperar y volvamos a tenerla entrenando y compitiendo. Sabemos que es grande y con el favor de Dios, podrá sanarse. Ojalá que la EPS le brinde la oportunidad de vivir”.

Sus profesores Roberto León, Adriana Calixto, William Montenegro y Karen Medina esperan tener de nuevo en clase a su pupila, para ayudarla en su proceso de seguir alcanzando grandes triunfos deportivos.

Con pancartas, una Bandera Nacional, un megáfono y gritando arengas,  manifestantes entraron a las oficinas de Cafesalud, en la avenida cero con calle quinta del barrio Lleras Restrepo, y las recorrieron para que algún directivo les diera la cara, pero no fue posible.

Sin embargo, se conoció finalmente del cambio de lugar de la pequeña, a quien le consiguieron una cama en el Hospital de La Misericordia de Bogotá. Información que fue confirmada por Daniela Barrientos, hermana de la destacada deportista.

Posteriormente, el gobernador de Norte de Santander William Villamizar, quien también se comprometió a gestionar la ayuda que necesita la paciente, acompañó a Deisy Alejandra Barrientos minutos ante de su traslado a la capital del país.

El único consuelo que por ahora tienen Deisy y su familia es que Dios está con ellos. La niña narra que hace unos días, al salir del quirófano donde le practicaron un examen para determinar si padece cáncer, experimentó un encuentro divino: “vio a un hombre que la tomó de la mano y le dijo que todo iba a salir bien”, cuenta Mayra. “Me llevó de la mano hasta el coliseo. Allá me vi practicando y haciendo el girasol”, expresó la niña.

Deisy Alejandra Barrientos Rincón, además de ser gimnasta, sueña con ser doctora y confía en que todos estos obstáculos le servirán en el futuro para contar su propia historia.
Papa bendijo a la gimnasta cucuteña
La gimnasta cucuteña Deisy Barrientos, quien lleva meses luchando contra el síndrome Ehlers Danlos, tuvo un momento de júbilo el 8 de septiembre de 2017 conoció al Papa Francisco.

Barrientos llegó en la tarde de ese día  a la sede de la nunciatura en Bogotá para esperar al sumo pontífice y, quizá, lograr saludarlo.

Pero ella no solo recibió un saludo sino unas palabras de aliento de parte de Francisco.


"Cuando él se acercó, ella le pidió que ayudara en la liberación de la hermana secuestrada en Africa. También le pidió oraciones por los afectados por los huracanes y por todos los niños del mundo. Fue muy emotivo", dijo Maira Rincón, mamá de la cucuteña.

Pero el Papa no solo aceptó su petición, sino que se ofreció a orar por ella "Porque es un ser de luz. En el nombre de Dios te amo", manifestó el sumo pontífice.

Emocionada por el encuentro, la pequeña espera que por medio del Papa se produzca un milagro de Dios y ella pueda ser curada.


"Es muy consciente de la situación. No espera salir mañana de la clínica, sabe que no va a salir mañana, pero espera un milagro", narró su mamá.

Agregó que la pequeña ha tenido varias recaídas y que ha presentado fiebre alta en los últimos días, pero ha recibido buena atención en la clínica.

Deisy Barrientos recibe asistencia especializada en el Hospital la Misericordia en Bogotá, a donde fue trasladada gracias a un video que se viralizó, en el que le pedía ayuda a las autoridades.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.