jueves, 12 de julio de 2018

1336.- CLUB COLSAG, UN RECUERDO DE LA CUCUTA DE ANTAÑO



La Opinión

Con una fachada normal de la época, pasa inadvertida, no deja imaginar su interior. Los últimos años fue compartida por una academia de música y pintura.

Una de las estructuras clásicas de Cúcuta, el Club Colsag, que era frecuentado por comerciantes, empresarios, políticos y periodistas, para "arreglar el país”. 

Los arcos son un símbolo de la arquitectura republicana, que conservan algunas viejas casas de la ciudad.

Era la Cúcuta pujante de los primeros años del siglo pasado, con su tranvía y su ferrocarril que surcaban las calles mientras se erigían edificaciones ahora centenarias. En la avenida cuarta entre calles 13 y 14 estaba la estancia del industrial Tito Abbo Jr.

Y allá por los años 60, dicha edificación fue adquirida por la sociedad Club de Oficinistas Colsag, adonde trasladaron su sede social.

Imagen del patio interior

Pasaban los años y el lugar de distracción de muchas familias del círculo de los trabajadores petroleros y artesanos de Gremios Unidos seguía su curso en una ciudad en pleno desarrollo.

Treinta y cinco años después, desde cuando ingresó a trabajar como administrador, José Gélvez Gamboa, nacido en Durania y más conocido como “Cheo”, rememora con un poco de nostalgia algunos aspectos de lo vivido dentro de esa amable casona, construida en tapia pisada, con columnas de cascarillo y techos con pardillo, caña brava y teja de barro.


“Cheo” comenta orgulloso cómo en los años 90 vendía 100 almuerzo diarios; y que en los fines de semana, el fuerte eran las famosas hamburguesas, el mute y los pasteles.

Además, lo que más recuerda son las tertulias de la noche; el Club Colsag lo frecuentaban comerciantes, empresarios, políticos y periodistas, dice que allí se arreglaba el país, se “rajaba” de todo el mundo pero que lo dicho, no se le sostenía a nadie.

Alberto Santaella, Gastón Bermúdez y Hugo Espinosa

Quienes allí asistían diariamente disfrutaban también de los juegos de billar y pool, lo mismo que los de mesa como el dominó y de cartas, el póker y ajiley, entre otros.

Y qué decir de las sanas vespertinas bailables de los domingos con la orquesta de Manuel Alvarado, con el rígido horario de 2:00 a 6:00; además, los socios podían llevar invitados, pero tenían que pagar  dos pesitos por persona. “¡Ah! tiempos aquellos que no volverán”, dice “Cheo”, el último y más antiguo de los empleados.

Hugo ´Pretérito´ Torres, Gastón Bermúdez, ´Flecho´ Hernández, ´Kiko´ Blanco, ´Pipo´ Gómez, Vinicio Esquivel, Eduardo ´Pollo´ González, ´Pipa´ Fuentes.

Los directivos del Club Colsag informaron que debido a serias dificultades económicas que no pudieron superar su iliquidez, deudas como el predial y otras contraídas, además de las difíciles condiciones estructurales, dicho centro social no va más en este inmueble; fue vendido y será refaccionado porque se pasará de la diversión a la educación, ya que la Universidad Simón Bolívar es la nueva propietaria de esta antigua edificación.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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