José Eustorgio Colmenares
Ossa (Imágenes)
Nació en las frías tierras cundinamarquesas el 14 de
septiembre de 1893. Desde pequeño sus padres lo trajeron a estas tierras que
sintió como propias, pues fue aquí donde formó su hogar, se desarrolló como
profesional de la ingeniería civil, y en el ambiente político y de civismo,
marcó la pauta ganándose el aprecio entre la sociedad y el pueblo cucuteño.
La Universidad Nacional le otorgó en 1916 el título de Ingeniero Civil.
Contrajo matrimonio con Delina Durán Durán, hija del
general Justo Leonidas Durán. Fueron sus hijos: Eduardo, destacado ingeniero y
por varios años director nacional del Sena, y el poeta Jorge Gaitán Durán,
quien falleció en un accidente aéreo el 22 de junio de 1962.
Gaitán Martín se “adentró” en el corazón del pueblo
liberal un día, después de un ardoroso debate. Ocupaba su curul en la Asamblea
y en un debate memorable, se enfrentó con arrogancia, valor e inteligencia al
general (r) Miguel R. Quintero, que llevaba en esos momentos la vocería oficial
del partido de gobierno. En esa jornada histórica, las barras aplaudieron delirantemente
a Gaitán Martín, por su coraje y por su acción doctrinaria.
Fue elegido concejal por el partido Liberal el 1º de
octubre de 1939, su suplente fue Samuel Maduro Pernía. Desde esa curul trabajó
por el progreso de la pequeña ciudad que le abrió sus puertas y lo hospedó en
su seno. Los cucuteños de la época lo recuerdan por las diversas campañas
cívicas para hacer de Cúcuta una ciudad aseada.
Como ingeniero, su nombre está vinculado a muchas obras
que hoy son orgullo de la ciudad. Ahí tenemos el puente “Unión” sobre el río La
Grita, inaugurado el 20 de julio de 1926, y que sirvió de empalme a los
ferrocarriles de Cúcuta y el Táchira, donde están Puerto Santander (Colombia) y
Bocas de Grita (Venezuela); el pabellón de dos plantas del antiguo hospital San
Juan de Dios; la Escuela Normal de Institutores en Pamplona; la antigua sede del
Banco de Bogotá (hoy, Banco Popular); el antiguo edificio del Banco de la
República.
Junto a Fabio González Tavera y Julio Méndez hizo el
trazado para el Ferrocarril del Sur, en el sector La Esmeralda - El Diamante (1929); el hotel Palacé,
avenida 6ª calle 10, esquina noroccidental del parque Santander (inaugurado el
14 de noviembre de 1938); en 1929 se le encomendó la construcción de un canal
de 8 kilómetros de largo para conducir las aguas del río Peralonso a las
haciendas El Zulia y Las Piedras, cuyos predios se destinaron al cultivo de
caña de azúcar y de pastos. El Reformatorio de Menores, el Ancianato y su
capilla, el Antituberculoso y el Hospital Mental, costeados por Rudesindo Soto
y señora; la planta de purificación del acueducto de Cúcuta, inaugurada el 16
de junio de 1947, siendo alcalde de Cúcuta Jorge Hernández Marcucci.
En 1948, firmó el contrato con el
Ministerio de Obras Públicas para el montaje y terminación del puente Ospina
Pérez sobre el río Zulia, y, numerosas quintas y residencias en diferentes
sectores de Cúcuta y fuera de ella.
En 1918, dejó diseñada la Línea
del Ferrocarril de Cúcuta al río Magdalena. En 1939, el Gobierno Nacional
aprobó las modificaciones que junto al ingeniero Carlos Santamaría habían hecho
al proyecto del acueducto de Cúcuta que años atrás había elaborado el ingeniero
norteamericano Bunker. Integró la primera Junta Directiva de la Sociedad de
Agricultores y Ganaderos de Norte de Santander, que el 26 de julio de 1932,
designó el gobernador Luis Augusto Cuervo, conforme a lo dispuesto en el
artículo 31 de la Ley 74 de 1926.
Como Presidente de la Compañía
del Ferrocarril de Cúcuta, su labor mereció la gratitud general. El 1º de marzo
de 1939, fue elegido Presidente y lo reeligieron en cinco períodos
consecutivos, renunciando el 7 de noviembre de 1951. Fue el doctor Gaitán
Martín quien conjuró la grave crisis que sufrió esta empresa netamente
cucuteña. A él se debe que la Compañía se salvara de la tormenta económica que
padeció por algún tiempo. La empresa del Ferrocarril, bajo su Presidencia,
progresó notablemente.
Como Presidente de la Sociedad de
Mejoras Públicas, realizó una poderosa labor, al lograr la pavimentación de
muchas calles.
En 1927, integró junto a Rodolfo
Faccini, Benito Hernández Bustos, Agustín Mesa y Guillermo Ruán, la Junta
Asesora que el gobernador nombró para lograr la compra de la Compañía Eléctrica
del Norte. En 1941, integró junto a Alberto Camilo Suárez, el Comité nombrado
por el Concejo para llevar a cabo la erección del monumento a Erasmo Meoz y en
junio de 1951, integró junto a otras distinguidas personalidades la junta
pro-obras del Catatumbo, con motivo de avecinarse la inauguración de la
Prefectura Apostólica de Bertrania.
En 1952, integró la Junta
Directiva del hotel de Turismo (hoy, Hotel Tonchalá), que formó el contrato
para la construcción del mismo con la firma “Asicon Ltda.”, con los planos
elaborados por la firma “Cuéllar Serrano Gómez”. En 1953, entregó los 30 kilómetros
que le fueron asignados en la vía La Mucurera – Puerto León (30 kilómetros), en
la carretera al Catatumbo.
En 1943, junto a Roberto Moreno, “montó”
una sociedad para fabricar ladrillos que alcanzó a producir 8000 ladrillos diarios
y que es considerada como la pionera de la industria de la arcilla en la
ciudad.
El 21 de enero de 1945, asistió en
representación del departamento junto con Virgilio Barco Vargas y Jaime
Monsalve Cuberos, al Congreso de ingeniería realizado en Maracaibo. El 27 de
julio del mismo año, integró la junta redactora del libro “Geografía Económica
de Norte de Santander”, que designó el Contralor del departamento Jesús María
Peñaranda, junto a Milcíades Mogollón, Rafael Espinosa, Virgilio Barco Vargas,
Luis Eduardo Páez Courvel, Manuel Guzmán Prada, Luis Miguel Marciales, Domingo
Pérez Hernández y el sacerdote Daniel Jordán.
Fue un infatigable titán del
trabajo. Así como recorría la ciudad advirtiendo las zonas de su “regazo”, así
le hemos visto confundirse con los obreros confundirse a lo largo de las
paralelas de hierro bajo el sol inclemente de la montaña lejana. Fue un hombre
de la ciudad y del campo. Para él no existió el peligro, ni el miedo, pues no
los conoció.
Hizo parte por muchos años de la junta
directiva del Tejar de Pescadero y de varios bancos de la ciudad, así como también
de los clubes Comercio y Tenis.
Su vida la entregó al Señor el 30
de agosto de 1975, después de haberla gastado en el trabajo por la que
consideró su ciudad natal.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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