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Libertad, libertad, libertad, fue el
grito de miles de venezolanos que esperaron al Secretario General de la OEA,
Luis Almagro, en el puente Internacional Simón Bolívar que une a Colombia y
Venezuela. Algunos de ellos piden intervención militar para derrocar a Maduro.
Crisis humanitaria.
Querían hablarle de sus angustias,
de cómo tienen que huir del hambre, la falta de medicinas, de trabajo y la
represión a que los tienen sometidos.
Querían pedir que la OEA intervenga. Por eso, el 14 de septiembre de 2018,
hubo movimiento en Cúcuta, La Parada en Villa del Rosario y el Puente
Internacional Simón Bolívar en la frontera con Venezuela.
El 16 de agosto, el gobierno de Ecuador anunció que prohibiría la entrada a
los venezolanos que no llevaran pasaportes, diciendo que representaban un
riesgo para la seguridad. La mayoría de ellos se dirigía hacia el Perú, que
recibe un récord de 5,000 venezolanos por día y ha impuesto su propio requisito
de pasaporte a partir del 25 de agosto.
Además, dijo que no emitiría permisos de trabajo a los venezolanos que
lleguen después de octubre. Muchos no llevan pasaportes. Debido a una escasez
de papel y problemas de software, conseguir uno puede llevar dos años.
Mientras el presidente venezolano Nicolás Maduro y su segundo a bordo,
Diosdado Cabello, dicen que todo es un montaje de los gobiernos vecinos para
desprestigiarlo, porque el emigrante venezolano sale de su país, lleno de
dólares, pero aparentemente la realidad es muy diferente.
A medida que la crisis en Venezuela empeora, la cantidad de personas que
huyen ha aumentado. A diferencia de aquellos en grupos anteriores, los
migrantes más recientes tienden a ser pobres en lugar de ser de clase media. El
éxodo ha llevado a algunos países a imponer restricciones en sus fronteras.
Solo Colombia, no les ha vuelto la espalda, aunque la gente se cansa.
La situación fue observada por Almagro, en su segundo viaje a Cúcuta en
tres años, cuando fue invitado por el entonces, Alcalde Donamaris Ramírez
París, a raíz de la forma arbitrara como Maduro, echó a más de 20 mil
colombianos de su país y destruyó sus viviendas.
Esta vez, Almagro, llegó acompañado por el embajador ante la OEA,
Alejandro Ordóñez, del Canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo y de
autoridades del orden departamental y municipales, quienes se reunieron con el
gobernador William Villamizar en el Palacio de la Cúpula Chata.
Conversaron y se trasladaron al corregimiento de La Parada, en Villa del
Rosario, donde visitaron el comedor La Divina Providencia, lugar donde reciben
desayunos y almuerzos unos 3.000 venezolanos cada día. Ninguno de ellos trae
dólares, solo tristezas como equipaje.
El Canciller Holmes Trujillo señaló, “venimos con la OEA para
reiterarles que el propósito es seguir trabajando con intensidad afecto y
solidaridad para fortalecer capacidades precarias que tiene Colombia para
hacerle frente a la crisis migratoria”.
Holmes Trujillo anunció que el Secretario General de la OEA creará un grupo
técnico que presentará un informe ‘a la mayor brevedad’ con el que se busca
conseguir apoyo presupuestal e institucional.
Esta iniciativa también se replicará con la Unión Europea para impulsar
mayor apoyo, además de la solidaridad regional.
A su turno, Luis Almagro agregó “estoy honrado de estar rodeado de
venezolanos y agradezco la oportunidad de visitar la frontera. Reconocemos su
gran labor en temas de alimentación y demás, pero estos son paliativos del día
a día”.
“Todos sabemos que esto no se resuelve de esta manera, esto se resuelve
cayendo Nicolás Maduro, con democracia en el país, con Derechos Humanos con
trabajo, con un país productivo y con ustedes de vuelta en Venezuela capaces de
definir el futuro que quieren”.
“Sobre la intervención militar para derrocar al régimen de Nicolás Maduro,
yo creo que no debemos descartar ninguna opción”.
Luis Almagro aseguró que si bien las acciones diplomáticas para presionar
al régimen de Nicolás Maduro están en primer lugar, “no debemos descartar
ninguna acción”.
Según Almagro, “el régimen de Maduro está perpetrando crímenes de lesa
humanidad contra su población, violación de derechos humanos, sufrimiento de la
gente”, así como un “éxodo inducido” que desbordó la capacidad local y ahora
afecta la totalidad del continente.
Calificó de mentiroso el régimen bolivariano. Dijo que “no podemos admitir
que se trate de generar una doble interpretación de la realidad que sufre
Venezuela”, y manifestó que Maduro dice “mentiras con un profundo contenido
inmoral”.
Entre tanto, el Gobernador de Norte de Santander concluyó que el trabajo
articulado desde el Gobierno del presidente de Colombia, Iván Duque, y la OEA,
es un factor de agradecimiento desde esta región, al señalar que la situación
migratoria es una ‘cruzada’ que merece un reconocimiento internacional para
atender, disminuir y mitigar la crisis.
“Desde acá no ahorraremos esfuerzos ni recursos -hasta donde podamos- para
poder ayudar a generar bienestar a la población que tanto lo necesita. Estamos
atentos para darles la mano”, puntualizó Villamizar Laguado.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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