Astrid Genes (La Opinión)
Una de las obras más
recordadas es ‘Vamos a decir mentiras’.
Todo comenzó como una
propuesta de bienestar universitario de la Universidad Francisco de Paula
Santander (UFPS) para crear un nuevo grupo de formación, que hoy es visto
como la mejor apuesta que le han podido hacer a la cultura de Norte de
Santander.
El grupo de teatro El
Portón tiene más de 30 años al servicio de la universidad, lo que lo convierte
en el más antiguo del departamento.
Por él han pasado cinco grandes maestros de las artes
escénicas. Los más recordados por los
estudiantes son Fabio Monroy, Edgar Miguel Bello García y Carlos Carvajal,
quien lo dirige desde 2008.
¿Cómo logran
destacarse?
Por semestre se vinculan entre 25 y 30 estudiantes
para iniciar proceso de formación en el Preportón, curso que los ayuda a
descubrirse y especializarse más en el arte de la actuación durante seis meses.
Aunque no todos logran pasar las fases establecidas,
el aprendizaje es permanente, dinámico y profesional. Así lo señala con orgullo
el director del grupo Carlos Carvajal.
Durante las clases se realizan talleres que permiten
que todos, sin excepción, muestren su potencial, se redescubran en las artes
escénicas y se fortalezcan como futuros profesionales.
Para sorpresa de muchos estudiantes que llegan a
explorar este arte, la formación nunca empieza con una audición para saber si
son buenos, como algunos grupos hacen erróneamente, dice Carvajal.
Agrega que la audición es lo último, “el verdadero
objetivo es que ellos mismos descubran de qué y para qué están hechos: por eso
la audición es para el final”, recalca.
En el primer semestre de 2018 hay 22 jóvenes amantes
de las vidas que encarnan cada vez que suben al escenario.
Además, ha recibido reconocimientos como los del
Festival Ascun Oriente, organizado por la Universidad Pedagógica y Tecnológica
de Colombia en Tunja, donde el grupo teatral ganó 7 premios de 10 que entregaba
la organización.
En Villavicencio, el premio al mejor actor se lo ganó
Raúl Murcia. Asimismo, Camila García quedó nominada a la mejor actriz, y aunque
no ganó, es la evidencia del compromiso cultural, artístico y actoral que
tienen los estudiantes que se vinculan a este grupo de teatro.
Beneficios del teatro
Es el grupo de
teatro más antiguo de Norte de Santander
Las clases, los juegos, los talleres y los ensayos les
permiten a los jóvenes mejorar la expresión corporal, la oratoria, el manejo
del escenario, las dinámicas de grupos y las aptitudes personales, “que harán
de ellos buenos estudiantes y profesionales competentes”.
La parte lúdica hace que los chicos aprendan rápido,
dice el director. Por eso siempre los invito a que jueguen en el
escenario, pero es un juego serio que requiere amor y entrega, afirma.
A partir de esto, ellos aprenden a escucharse a sí
mismos y luego a escuchar a los demás. “Si saben escuchar sabrán hablar y
transmitir con gestos, con el cuerpo y con la voz todo lo que quieran”.
Además, les ayuda a subir su autoestima y seguridad a
través de la lectura, la poesía, el canto y hasta el baile.
También aprenden a controlar las emociones y a
comprender el silencio.
Este arte es todo, es mi pasión, dice con orgullo
Fernando Rodríguez, integrante del grupo. “El teatro es el mejor espacio para
trasmitir emociones, para romper miedos y para llenar vacíos”, recalca.
Allí es donde hasta la risa los enseña, la felicidad
los fortalece, y la buena actitud los lleva a manejar los momentos difíciles
sin pesimismos, dice el maestro.
Reírse es desahogarse, ayuda a la memoria, los hace
fuertes y por supuesto, maduros para entender que la vida no es fácil pero si
se pinta de colores será la mejor experiencia que pueda vivir el ser humano,
recalca.
Incluso, los ayuda a dejar malos hábitos y a permanecer
siempre activos. “El teatro alarga la vida y permite encarnar miles de vidas
más durante la actuación”.
Los estudiantes esperan que a futuro, las
universidades incluyan el teatro como una materia más dentro de la formación
profesional, gracias a que les ayuda a fortalecerse e incentiva la cultura
desde el campus universitario.
Se vinculan más estudiantes de Comunicación Social y de Derecho
El objetivo no es cambiarles su proyecto de vida, el
objetivo es que el teatro también haga parte de sus vidas, concluyó el maestro.
Y como decía Charles Chaplin, la vida es una obra de
teatro que no permite ensayos, por eso hay que vivirla intensamente “antes de
que el telón baje y la obra termine sin aplausos”.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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