Antón
de Roca Niz (Imágenes)
Julio García-Herreros Prada
Al preludido lo conozco desde las bancas del
afamado colegio Calasanz, donde compartimos con otros penecas: ´Toto´ Yáñez,
actual endodoncista y su colega y primo Sergio Yáñez, que es un amigo lleno de
bondad y cultura. La pareja inseparable de Agustín Castro y Harold García
Touche, que enaltecen el ejercicio profesional de la cardiología y endocrinología
respectivamente. Juan Carlos Prada, que sobresale como empresario gastronómico
por su calidad y amabilidad, Álvaro Uribe, extraordinario obstetra y
ginecólogo, por tradición familiar y vocación, Marco Josué Ramírez, de renombre
en el derecho privado, entre otros.
Lamento con tristeza la partida absurda de
Germán Hernández Valderrama, que se cansó de vivir en pleno botón floral de la
vida. Tenía parte de galán de artes escénicas y jugaba fútbol con calidez.
Todos éramos de espíritu avieso y solidarios compañeritos.
Julito, como le llaman sus amigos del alma,
estudio comunicación social en la connotada Universidad Externado de Colombia.
Contrajo nupcias con una hermana de los reconocidos oftalmólogos Peñaranda.
Tienen una hija médica javeriana, que añora especializarse en anestesiología.
Nuestro director de la Biblioteca Julio Pérez
Ferrero, se destaca por su probidad, aderezada por su creatividad y
emprendimiento. Asombra su capacidad de trabajo con lógica y sindéresis.
Tiene empatía con sus subalternos, porque
posee don de gente heredero del solar nutricio de sus mayores. Nunca hace
alarde de su ralea o linaje porque es humilde. Su progenitor ejerció el
periodismo con pulcritud, elaboraba la revista histórica Sabatina. Era hermano
del levita Rafael García-Herreros, que se caracterizó por ser pastor de almas,
y líder de su comunidad Eudista y mecenas de los desvalidos; aún en los
momentos álgidos de su vida espiritual ejemplar.
La biblioteca está ubicada donde funcionó el
Hospital San Juan de Dios. Obvio que reformado el inmueble por los mejores
arquitectos e ingenieros de nuestra urbe. Cuenta con buena luz en armonía con
la naturaleza que la circunda, espacios funcionales amplios y múltiples para
conferencias, dictar cursos, pasar cine, etc. Posee salas de lectura, de
consulta, de hemeroteca, de referencia, de juegos infantiles. Y todo
sistematizado. ¡Qué maravilla!
Este centro de la cultura está posicionado a
nivel local, regional y nacionalmente. Es galería y museo. Allí se realizan
magnos eventos: La feria del libro, se dictan cursos de todo orden, se
arriendan salones, se ofrecen banquetes con exquisitez y buen precio.
Julillo, como le suelo llamar cariñosamente
es buen administrador y lumbrera para conseguir los denarios o biyuyos. Su
asistente Mariela, culminó contaduría pública, es amable, es servicial y es
eficiente. Su contadora Yolanda, es experimentada, e inteligente y mantiene
pilas con el ejercicio contable.
Y Liliana su asistente, polifuncional en
grado sumo, ” nunca llega tarde a camellar”. Jocosa y a veces gruñona pero, a
la hora del té, buena gente.
Ojalá que la gente de bien y de modo y de
empresas solventes aporten a la biblioteca para mejorar en beneficio de los
usuarios y de la cultura.
Actualmente cuenta con algunos aliados. Es
lamentable que la doctora Claudia Uribe que era un bastión económico ya no esté
desempeñando la dirección de Comfanorte.
En honor a la verdad, uno de sus múltiples
admiradores es el ex ministro de cultura y actual rector de la Escuela
de Administración, Finanzas e Instituto Tecnológico (Eafit): Juan Luis Mejía; que me dice en su
sede rectoral en la pujante ciudad de Medellín: “Que los libros lucen en la
biblioteca y las obras de arte en los museos”.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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