Anónimo
Para los que no conocen a Cúcuta, aquí les presento mi
ciudad, donde se puede ir almorzar a la casa al medio día, donde se puede hacer
la siesta de 20 minutos.
Donde en cada esquina se consigue un calentador con
pasteles y ají, donde los domingos las familias preparan mute y carne asada
para vender.
La ciudad donde el sol inclemente es opacado por el
viento, donde sabemos que nuestra ciudad se divide en cuatro grandes zonas,
Atalaya, Libertad, Centro y Guaimaral.
Donde la avenida cero nos lleva a donde queramos, del
Zulia a San Mateo o de La Zona Industrial al Club Tennis.
Donde los trancones no duran más de 15 minutos, donde
no se ve gente dormida en buses porque el calor no colabora para conciliar el
sueño.
Donde en el Centro lo conseguimos todo: en la avenida
8ª tenemos papelerías, cacharrerías y piñaterías, en la calle 11 almacenes de
tela y ropa, calle 12 ferreterías, avenida 9ª tipografías…
Donde se desaburre un domingo, comprando una película
en la avenida 5ª con calle 9, la ciudad donde los domingos encierran el malecón
por la ciclo vía.
Donde nos podemos dar el lujo en Semana Santa de
recorrer las siete iglesias a pie.
Donde podemos ver hacia el oriente las montañas de
Venezuela.
Donde los domingos después de comernos el mute robamos
aire en el Ventura o en Unicentro, la ciudad donde por $1.600 la buseta nos
lleva a donde queramos, donde la fuente luminosa es el punto de encuentro de
más de uno, donde se rumbea los fines de semana en el comercial Bolívar o
Caobos.
Aquí donde somos orgullosos del pastel de garbanzo y
gozamos de toda las variedades de dulces como el cortado de leche de cabra.
Aquí hay crisis pero son más las cosas buenas que
tenemos, por eso quiero a Cúcuta porque un motoso de 20 minutos no se cambia
por ninguna metrópoli!
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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