martes, 24 de septiembre de 2019

1567.- DE LAS FERIAS, LAS NOSTALGIAS Y LAS PROMESAS



Andrés Hoyos  (La Opinión)

La abandonada Plaza de Ferias y Exposiciones Mariano Ospina Pérez

Finalizando el año pasado (2018) los ganaderos recibimos un generoso ofrecimiento del alcalde César Rojas consistente en destinar un lote de dos hectáreas ubicado justo a la salida de Cúcuta a Puerto Santander.

Su  propósito,  levantar allí un Centro de Subastas o Feria Ganadera tal y como los encontramos a lo largo y ancho del país, agrega a su oferta $50 millones para su desarrollo.

Al entusiasmo de nuestro ganadero alcalde se suma la del gobernador William Villamizar quien con el afán por compensarnos  nos propone donar la tubería de los corrales  y la laja de los pisos de nuestra Corporación de Ferias y Exposiciones Mariano Ospina Pérez con otros $50 millones para su desmonte y traslado.

Con el fin de facilitar una mejor comprensión de lo anterior, así como  de mi comentario final, es oportuno de mi parte  contextualizarlos:

La Plaza de Ferias que perteneciera a la Sociedad de Agricultores y Ganaderos de Norte de Santander le fue vendida a la Gobernación mediante escritura 601 del 14 de mayo de 1952 de la Notaria Segunda de Cúcuta por $ 285.000 y desde aquel momento hasta su cierre por allá en el año 2010 fue  el templo del sector agropecuario del departamento.

No todos saben o recuerdan que allí, además de comercializarse todo el ganado que consumía Cúcuta y el área metropolitana,  se celebraban las más afamadas exposiciones ganaderas y equinas del oriente colombiano y la zona binacional.

Don Danilo se pavoneaba por sus caballerizas y muchas yeguas nuestras sucumbieron ante su belleza y porte.

No se quedaban atrás ejemplares nuestros como Reina Sabina o Secreto del Tablazo de Luis Pérez.

De  la pista “en hombros” salieron ganaderías de ganado puro Pardo Suizo o Cebú como la de los hermanos Faillace, Suárez Rodríguez, Puerto Rico o La Unión de Hato Viejo del doctor Pablo Emilio Ramírez Calderón.

No mas cerrada la Feria y como  por una extraña coincidencia, aparte de habernos quedado sin nuestra sede natural y como errantes comenzamos a vivir los ganaderos de Norte de Santander la más dura época de que se tenga noticia.

Todo el ganado de Norte de Santander, excepto el de la provincia de Ocaña quedó encerrado en una crisis que aun continua y todo como ´castigo‘ por estar ubicados en esta orilla de la patria.

Por eso y por mucho más es que los ganaderos y caballistas reclamamos ese inmueble como propio y aunque aprecio la iniciativa planteada por la Alcaldía y la Gobernación, considero que a estas alturas de sus mandatos y por el alcance de la propuesta económica  conocida, remplazar, así sea de madera modesta  la sede de la que siempre nos sentimos tan orgullosos y que tanta falta le hace a nuestra actividad, no representa la indemnización a la que con todo juicio aspiramos.

Debo aclarar aquí que estos renglones son solo responsabilidad mía como uno de los 19.714 ganaderos con que cuenta Norte de Santander y no compromete necesariamente el criterio de Coganor o de Fedegan.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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