Pedro Jáuregui (La Opinión)
El médico Rosendo Cáceres, desde que
tuvo uso de razón, se percató de que si se trabajaba duro en algo, el futuro
podría ser más agradable.
El médico Rosendo Cáceres Durán siempre camina rápido, aunque no tiene
ningún afán. Después de más de medio siglo de trabajar sin descanso como
anestesiólogo, hoy ya jubilado, tras desayunar queda libre.
Nació el 13 de noviembre de 1930 en
la vereda Palo Colorado, en el Cerro La Vieja, al otro lado de Iscalá, otra
vereda de Chinácota.
Sus padres, Antonio Andrés Cáceres y Carmen Durán de Cáceres, le ayudaron a
formar una mentalidad positiva al punto de que siempre fue consciente de que
los ganadores nunca se rinden.
Su papá nació en La Mulera, estado
Táchira (Venezuela) y como no le gustaba su nombre, nunca sacó la cédula en
ninguno de los dos países.
En 1932, por culpa de la crisis cafetera y la temporada invernal, viajó en
compañía de la familia a Chinácota, donde cursó la primaria en el colegio de
las Hermanas de la Presentación.
Tenía 4 años y medio cuando su
progenitor falleció en Cúcuta de un ataque al corazón y le correspondió a su
mamá, Carmen Durán, asumir la responsabilidad de sacar adelante a sus diez
hijos;
para ello, siguió con el negocio de vender molido Café Radio, nombre que le
puso su padre, y que él ayudaba a comercializar en las tiendas.
Estudió del primero al tercero de bachillerato en el colegio San Luis
Gonzaga de Chinácota y los tres años siguientes en el Sagrado Corazón de Jesús
de Cúcuta, donde practicó el baloncesto, el fútbol y el atletismo a
cuentagotas.
Las posibilidades de jugar baloncesto eran escasas porque en la institución
había un equipo de lujo encabezado por Alfredo Díaz Calderón, David Darío
Porras, los hermanos Alfredo y Ernesto Garbiras, Heberth Suárez y Olinto
Merchán, entre otros, señaló.
El equipo de fútbol tenía como
principal figura a Mario Escobar, que jugaba con Independiente, escuadra
dirigida por Jorge ‘Manino’ Escobar, y que salió campeón de las categorías primera,
segunda y tercera. “Solo se podía jugar en los recreos”, señaló.
Tras terminar el bachillerato se trasladó a Bogotá, donde ingresó a la
Universidad Nacional a estudiar medicina.
Rosendo, la persona
¿Quién es Rosendo Cáceres?
Soy un hombre de hogar que se casó el 12 de noviembre de 1958 con Anita
Orozco, una cucuteña criada en Salazar, a la que conocí cuando fui a hacer el
año rural y con quien tuve cinco hijos: Rosendo Alberto, Sergio, Carlos José,
María Eugenia y Anamaría.
¿Cuál es su rutina diaria?
Me levanto a las 5:30 de la mañana y camino diariamente una hora. A las
7:00 de la mañana desayuno y quedo libre para buscar trabajo. Al mediodía
almuerzo y luego hago la siesta. A las 7:00 de la noche ceno y a las 10:30 de
la noche me voy a dormir.
¿Qué lo inclinó a estudiar medicina?
No me acuerdo, lo que sí recuerdo es que en un momento determinado tuve que
decidir entre ser cirujano o anestesiólogo y opté por lo último porque no me
sentí apto para lo primero.
¿Cuando estudiaba pensó en abandonar la carrera?
Nunca, siempre tuve presente en los seis años de estudio y posteriormente
en el internado en el Hospital San Juan de Dios de Cúcuta, que lo mío era la
medicina. En el Hospital, el médico Carlos Celis Carrillo me enseñó los
pormenores para ser un buen anestesiólogo.
¿Ser médico en Cúcuta tiene su ventaja?
Creo que sí y así se lo expliqué a un colega que vino a Cúcuta hace algunos
años desde Bogotá y se quedó asombrado cuando al mediodía llamé a mi casa para
que me fueran sirviendo. Y eso no es nada, le dije. Aquí podemos hacer una hora
de siesta, algo que en otra ciudad no se puede y menos en Bogotá.
A pesar de estar muy bien relacionado, poco o
casi nunca se le ha visto vinculado con la política, ¿por qué?
No tuve el espíritu guerrero para estar en la política. Soy cien por ciento
liberal de ideas, pero de costumbres conservadoras.
Hace poco salió en La Opinión en una foto de
tinte político, ¿cuál fue la causa?
Sería por un acto social, pero no por una razón política, de eso estoy
convencido. Lo mío es la medicina.
¿Todo tiempo pasado fue mejor?
Es muy relativo. Los tiempos traen novedades, especialmente en tecnología,
que no se pueden menospreciar. Inicialmente se anestesiaba a un paciente con
éter o con una inyección de pentotal que se aplicaba en la vena y se demoraba
normalmente más de tres horas en despertar; ahora se duerme al que se va a
operar con gases a través de una máscara y a los 15 minutos de terminar la
operación ya está despierto.
¿Fue un buen bailarín en su juventud?
No, pero había que hacerle frente a lo que saliera. Me agradaba bailar
porros y merengues.
¿Qué países conoce y cuáles le hubiera gustado
visitar?
En 1982, con mi esposa, nos dimos dos meses de vacaciones y estuvimos en
Europa. Visitamos España, Portugal, Francia, Italia, Grecia, Holanda, Austria,
Suiza, Alemania e Inglaterra. De Sudamérica conozco Ecuador y Venezuela. Me
hubiera agradado ir a Chile, porque es un país muy organizado.
En el 2017 tuvo fuertes quebrantos de salud, ¿qué
pensó?
Que me llegaba el final. Pasé casi todo el año con problemas de salud. Hubo
un momento en que la hemoglobina se me bajó a 6,0 y estuve en graves
dificultades.
¿Qué le falta a la ciudad?
Que la queramos con mayor intensidad. Vemos las calles sucias y en mal estado,
además hay mucha desidia de la clase política y la ciudadanía.
La clase política dice que el presidente Virgilio
Barco poco hizo por su departamento, ¿qué piensa?
Considero que pudo haber hecho más y los políticos no aprovecharon la
oportunidad. Ellos en lugar de pedir obras iban a Bogotá a solicitar el cambio
de un inspector de policía.
Rosendo deportivo
El fútbol, el béisbol y el baloncesto, le obligan a cambiar su rutina de vez en cuando.
¿Cuál es el mejor equipo rojinegro y jugadores
que ha observado?
El mejor Cúcuta es el del 2006, el que dirigió Jorge Luis Pinto y fue
campeón. El mejor jugador extranjero, Juan Eduardo Hohberg; cucuteño, German
‘Burrito’ González, y colombiano, Willington Ortiz, que era espectacular.
¿Integraría una Comisión de Notables para
recuperar al equipo?
Quiero al Cúcuta Deportivo pero no puedo ayudar en esa tarea porque no
tengo recursos ni tiempo. Para eso se necesitan ambas cosas.
¿Qué se siente ser hincha fiel de un equipo que
tiene muy poca historia ganadora?
Una gran pasión. Somos hinchas, así se pierda. Lloré en el 2005, el día que
regresamos a la A después de 10 años de estar en la B.
¿Qué piensa de valores como la tenista María
Camila Osorio y el gimnasta Jossimar Calvo?
Gracias a Dios han encontrado apoyo para mostrar sus condiciones. Nos
sentimos orgullosos de ellos.
¿Cuál es el deporte qué más lo divierte?
El béisbol, porque siempre hay un ganador y se parece mucho a una cirugía.
Primero porque uno sabe a qué hora empieza el juego o una intervención
quirúrgica pero nunca a qué hora termina. En segundo lugar, en el béisbol
la bola buena debe pasar a la altura de la cintura y la mesa de cirugía para
ser cómoda debe estar a la altura de la cintura del cirujano; y finalmente, el
bateador debe entrar a la caja de bateo con la gorra puesta si no es declarado
‘out’ por reglamento, y el médico debe ponerse el gorro antes de operar.
Gracias don Rosendo ...
COMENTARIO DE TERREMOTERO.-
Acápite-
Sensibilidades espontaneas afloran al leer.
Remembranzas, surgen de hermoso escrito aparecido en prensa local. Disfruté la
Crónica-Entrevista de Pedrito Jáuregui en Diario La Opinión. Evoqué recuerdos e
historias. Letras bien moldeadas, presentan vida de principio a fin. El
personaje aparece en fotografía, en acogedor regazo del hogar. La expresión
manifiesta en rostro, denota satisfacción de camino recorrido. Triunfador del
destino, exitoso profesional, flamante esposo y padre de familia. Ahora, entre
nietos y añoranzas, aporta ejemplares sentires en mundo moderno.
CABALLEROS CON DONES ROJINEGROS
Sudores recorrieron inolvidables calles. Alimentó desde
joven, disciplina deportiva. Eximio atleta, veloz en distancias cortas. Aires
colindantes de Chinácota, llegaron para quedarse. Testigos del nacimiento de
hombre probo. Infinitas calidades y cualidades humanas. En década del 40,
expresaba desde pasillos de hermosa Quinta Teresa.
Homenajeados por
115 años del Corsaje. Don Rosendo aparece junto a Don Hernando Uribe.
Agosto 2018.
Sus primeros años del colegio Corsaje, plasman la
visión humanista. Imborrable de su mente, el salón junto a Alfredo y otros
amigos entrañables. Jovencitos todos, asistían los sábados al centro literario.
Salían raudos a cancha la playa para jugar al béisbol. Varias veces mi padre
les acompaño. Gran amigo de grandes baloncestistas de la época. Su hijo mayor,
cariñosamente Rosendito, fue gran jugador del deporte otrora de balón y cesto.
Sin duda, referimos un gran conocedor y amante del deporte en general.
El joven Rosendo fue experto en robar bases.
Sorprendente velocidad, todos discutían por tenerlo. Años posteriores, seria
presidente en Liga de Béisbol del Norte. Trajo desde Cartagena entrenadores y
promovió el deporte del bate.
Sus primeros años en Corsaje, abren visión de sentido
humanista. El hijo insigne para Cúcuta, apropiaba inquietudes. Estudia carrera
de medicina en Bogotá. Estudiante responsable surge en medio de sacrificios.
Culmina ciclo y pone conocimientos en perspectiva, humaniza relación entre
paciente y galeno. Es, ejemplo, aprendizaje y enseñanza. Intrincados valores
desde formación del hogar. Matrimonio digno de admirar. Hijos profesionales,
dotados con próvida moral.
Hincha fiel de verdad. El Cúcuta Deportivo, goza de
patrimonio intangible al recibir tan grande afecto. Verdadero amor por divisa
rojinegra. Inmerecida palabra hincha ronda a vándalos y tirapiedras. Ellos
manchan de actitudes criminales, dignidades del deporte que otorgó colores a la
bandera. Jamás podrán llamarse hinchas. Quedan pocos de estirpe genuina, entre
ellos, don Rosendo.
Nuestro deporte fue sufrido. Nació de odiseas contra
destinos. Don Rosendo atestigua la historia. Diseñan colores rojinegros en
1928. Más tarde, reconocidos por bandera de ciudad y departamento.
El personaje hoy ilustrado en letras, fue adalid de
creación de ligas deportivas. Altruista promotor del deporte. Pocos saben, muy
pocos, el incalculable aporte al deporte del anestesiólogo. La mayoría, le
reconocen por otros dotes.
Persona íntegra de honestidad inmune. Médico querido y
recordado por sensibilidad de servicio. Pacientes cucuteños por décadas,
recuerdan de forma cariñosa, los dones de gente.
Apellido nuestro, ejemplo de cultura ciudadana. Respeto
de normas. Un verdadero amigo de los amigos. Sentido sublime por amistad de
antaño. Caballero alejado de formas injustas. Respetuoso, prudente, mesurado,
muy caballeroso, activador de nobles sentimientos.
Él, junto a mi padre, recibió gran reconocimiento por
115 años de fundación del Corsaje. Hermoso libro de colección. Engalana páginas
el pensamiento de Rosendo. Presento foto de 2018 día del evento.
Inagotables vivencias, anécdotas, recuerdos,
remembranzas y añoranzas, giran en torno a ciudadano culto. Ser amable de grata
recordación. Brilló con luz propia desde humildad y sencillez. Don Rosendo,
deja en vida, huella perenne donde pisaron sus anhelos. Difícil, olvidar
personas de noble talante. Aportan riqueza con diáfanas convicciones.
El Corsajista de antaño y guerrero de mil batallas,
atravesó en pasado año, situación de salud. Salió airoso. Ahora, otra vez surca
los vientos, nos recuerda, tiempos inolvidables con bellas historias.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.
Muy buenas tardes señor Gastón, mi nombre es Daniela, soy estudiante de Diseño Gráfico en la Universidad de Santander Campus Cúcuta y queríamos contactarnos con usted haber sí nos colaboraba en un proyecto audiovisual para la universidad sobre la zona histórica de Villa del Rosario, quisiera saber si hay algún numero para contactarlo personalmente en todo caso le dejo mi número 3144401341, muchas gracias de antemano.
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