Julio
César Peñuela (Imágenes)
(Entrevista
al Dr. Pedro Mora Jaramillo)
Calle 12 entre avenidas
3ª y 4ª
Estoy hablando de Papelería Su Oficina, la
papelería de todos los cucuteños: 4 de julio de 1973, 4 de julio de 2019, 46 años
de historia en la ciudad de Cúcuta. Está cumpliendo 46 años y me acompaña uno
de sus hijos, quien nació precisamente en la Papelería Su Oficina, el doctor
Pedro Alberto Mora Jaramillo.
Doctor, nada de política hoy, vamos a hablar
de la historia de la papelería; quiénes iniciaron con la papelería, hablemos de
los empleados, anécdotas e inclusive, cosas que la gente ya olvidó, pero hagan
parte de la misma Papelería Su Oficina.
Pedro
Alberto Mora Jaramillo (PAMJ): Bueno,
primero parece que fue ayer. Sí, recuerdo, cuando mi señora madre, doña Dorita,
en su espíritu comercial, empezó desde su vehículo a atender a los establecimientos
comerciales de la ciudad, y en especial a las oficinas a llevarles muebles.
En esa época estábamos hablando de una firma
a nivel nacional, y ella tomó la representación de la firma, que se llamaba Agrippa,
que básicamente era estantería metálica y muebles de oficina.
Tengo recuerdos de cuando estaba muy ‘pelao’,
yo la acompañaba a atender a los clientes y después en su propio vehículo, de
ser posible, o si no se contrataba un carrito, se les llevaba el producto a los
diferentes compradores. Así poco a poco ella fue entrando en ese contacto con
los diferentes establecimientos de la ciudad, hasta que se le ocurrió crear en
un local comercial, la Papelería Su Oficina, que está en un nuevo aniversario.
Esa pujanza de mi madre le permitió ser
reconocida en su momento como la primera directiva mujer en la Cámara de
Comercio de la ciudad, fue también miembro de la junta Directiva de Fenalco y
una persona supremamente activa en el plano comercial. Y digamos que, desde ese
ámbito comercial, algunos de sus hijos nos
criamos muy vinculados al negocio.
Mi padre era más de fincas, él siempre tuvo su espíritu
ganadero y de campo y siempre desarrolló sus actividades en fincas y por eso mi
hermano Manuel Guillermo, tiene ese gusto de trabajar en el campo, mientras a
mí de pelado, no solamente con la papelería sino también mucho antes cuando
existió la Botica Vargas, que fue propiedad de mis papás, me llevaban desde muy
chino, no tanto para trabajar sino porque no tenían con quien dejarme.
Doña
Dora Jaramillo de Mora
Uno fue cogiendo como ese espíritu comercial, y mi papá
llevaba a Manuel Guillermo a la parte de las fincas donde él desarrolló parte
de su actividad.
La Papelería Su Oficina, como usted decía, cogió un gran
impulso en la ciudad. Hay mucha gente que hoy se encuentra uno en la calle, que
recuerdan a doña Dorita, como la persona que gracias a ella pudo estudiar
porque le financió los libros escolares, los cuadernos y los útiles y llegaba
la gente, y ahí no habían libranzas ni nada de esas cosas, y mi mamá simplemente
los miraba a los ojos y les decía: “tome y lleve y cuando pueda, me paga” y la
gente la respondía y le pagaba los cuadernos y así era año tras año y por eso
llegó a coger tanta importancia y por eso termina siendo la Papelería Su Oficina
un ícono de la ciudad.
JCP: Don
Guillermo también, su señor padre, con doña Dora, uno llegaba y los encontraba ahí,
al frente de la papelería.
PAMJ: Sí claro, mi papá decía que él manejaba más la parte de
las fincas, pero obvio cuando estaba en la ciudad estaba en la papelería. Es más,
en los últimos años mi papá creó una papelería en la calle 10 con avenida 10 y la
llamó Mundo de Papeles. Y allá estaba permanentemente mi papá, pero siempre acompañando
a mi mamá en todo su espíritu comercial. Espíritu comercial que no es fácil,
uno sabe lo que significa tener un negocio por los costos, los impuestos, por la
cantidad de situaciones y dificultades, pero ella con su capacidad y con su
empuje llevó a la papelería al sitial de honor que hoy la gente recuerda.
Gracias al esfuerzo de mis papás, se levantó una familia
que a hoy luce numerosa, somos 6 hermanos, una tropa. Amparito, es una abogada
y docente ha desarrollado siempre su actividad independiente, Claudia, que
nosotros siempre decimos que es muy parecida a mi mamá, es quien tomó las
banderas de la papelería y ha estado ahí desde que murió mi mamá, al frente del
negocio. Vilma lleva varios años trabajando en Comfaoriente. Eduardo que se
jubiló hace realmente poco, después de trabajar muchos años en el Instituto
Departamental de Salud, y Manuel Guillermo y yo, que gracias también a la
vocación de mi papá, quien nos metió en la política porque desde pelados en la
casa se hablaba mucho de la ciudad con sus problemas y propuestas, terminamos
vinculados al servicio social, a la presencia en la región.
JCP: Cuéntenos
alguna anécdota de los empleados.
PAMJ: Bueno, hubo empleados que llegaron muy jóvenes y
prácticamente se jubilaron en el negocio. Ellos trabajaban al ritmo de mi mamá.
Mi mamá era muy exigente, yo recuerdo, como anécdota que, uno estaba
conversando con ella y ella mientras conversaba con uno, estaba oyendo lo que
hablaban todos los empleados con todos los clientes de toda la papelería, una
capacidad de comerciante impresionante.
La
fotografía de esta reunión social data de comienzos del 60 y parece ser en uno
de los clubes
sociales
de la ciudad. De izquierda a derecha de pie, recordamos entre otras a Graciela Soto
de
Barajas,
Blanca Viccini de Colmenares, Luisa Conde de Mendoza, Alicia Colmenares de
Silva,
Rosa
Melguizo de Luzardo, Nelly Gutiérrez de Caicedo, Helena Valencia de Febres,
Dora Jaramillo
de
Mora, Raquel Senior de Botero, Ana LaRotta de Delgado, Julieta Flórez de
Faillace, Carola
de
Faillace, Nena Martínez de Rivera, María Elena Duarte de Soto, Elvira de
Landínez, Yolanda
Corinaldi
de Vásquez, Tina de Cote, Elvira de Casas y Elvira Luzardo de González.
Sentadas en el
piso
Florelia Cárdenas de Sandoval, Mercedes Rodríguez de Suárez y Graciela de
Sandoval.
Una vez prácticamente me dejó hablando solo cuando se fue
a conversar con un cliente que lo estaba atendiendo una empleada. Ella llegó y
le dijo a la empleada que por favor le diera permiso que ella terminaba de atender
al señor. A mí me llamó la atención porque además duró un buen rato con ese
cliente, y al preguntarle a mi mamá me dijo: “primero, esa persona desde que entró
no la reconocí, no la había visto, no era de acá; segundo, por los zapatos y su
forma de vestir me di cuenta que la persona era un ejecutivo, eso lo noté de entrada,
entonces me imaginé que era alguien que venía a montar un negocio”.
En esa visión de mi mamá de esa persona que iba a comprar
una mina para un bolígrafo, terminó vendiéndole todos los muebles para la
empresa que iba a montar aquí en la ciudad, toda la papelería de todos los meses
y convirtiéndose en su principal proveedora, a una persona que entró solo por
una compra menor y gracias a ese olfato comercial, pudo captar el potencial de
la persona que llegaba.
Como le decía ella estaba hablando con uno y estaba
oyendo lo que conversaban todos en la papelería. Su visión de comerciante era
impresionante. Como esto también estoy recordando, sintiéndola con el anillo
que era como la campana del negocio, y todos sabían que alguien estaba distraído,
entonces como que concentraba a la gente. Y ese sentimiento, ese “feeling” que tenía con la clientela de los negocios era
lo que le permitía vivir su papelería.
Ella, además siempre trabajó los domingos y festivos.
Venía y decía: “yo no le puedo cerrar el negocio, si alguien necesita la papelería
tiene que estar abierta al público.
Personajes muy importantes de Cúcuta, recuerdo dos en
este momento, el ingeniero Juan Pabón Hernández, él venía a la papelería los
domingos a saludar a mi mamá y a mirar qué libros nuevos había, pues mi mamá
mantenía una colección de los últimos libros que salían en el país. Y siempre
pasaba a conversar con mi mamá. Y monseñor Oscar Urbina Ortega que también se acercaba
a saludarla, a conversar con ella, aprovechando que ella estaba los domingos,
entonces en alguna salida a alguna iglesia, buscaba el momento de dar la vuelta
para venir a conversar con mi mamá.
Y así muchísima gente que querían saber algo de la ciudad,
y ella como conversaba con tanta gente, tenía el pulso de la ciudad de lo que
estaba pasando.
Don
Guillermo y doña Dorita
Los hijos de esos empleados hoy son grandes amigos
nuestros, por un reconocimiento que le hacen a la papelería, pues gracias a mis
papás pudieron estudiar y hacerse profesionales. Muchos de ellos no pierden la
oportunidad de pasar y saludar y recordar a mis viejos.
JCP: Recuerdo
que la papelería sufrió un atentado, cuéntenos sobre eso.
PAMJ: La Papelería Su Oficina como icono de la ciudad, no podía
estar ajena a lo que en su momento vivió y sufrió la ciudad. A la gente de
pronto se le olvida. Cúcuta hace unos años fue una ciudad con muchos problemas
de violencia, con presencia en la ciudad de grupos armados y donde había
permanentemente extorsiones, secuestros y mucha presión de esos grupos hacia la
ciudadanía en general.
En alguna ocasión sufrimos lo de una bomba explosiva, fue
un impacto terrible. Situación que obvio asusta pero que tocó tomarla como
parte de la actividad, como parte de vivir uno en la ciudad y seguir hacia adelante y ahí vamos.
JCP: Desea agregar o recordar algo más?
Pedro
Mora Jaramillo
PAMJ: Agradecerle realmente, estos momentos lo llenan a uno de
emoción, lo hacen a uno vivir esos años anteriores como si fuera hoy. Recordar
esa pujanza de los viejos. Como usted dice adquiere uno cada vez un compromiso
más para mantener esos establecimientos que llevan tantos años. No es fácil, no
es fácil. Uno ve como grandes establecimientos que en otros momentos fueron
importantes, ya hoy por X o Y razón no existen. Mantenerlos no es fácil pero la
idea es que la Papelería Su Oficina pueda durar muchos años más.
PERIODISTA: Bueno, este
es el homenaje de Agenda alDía.net a la Papelería Su Oficina, 4 de julio de
1973, 4 de julio de 2019, 46 años de historia en el comercio, atendiendo a toda
la gente de Cúcuta, Norte de Santander y Venezuela.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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