Eduardo Bautista (La Opinión)
La nueva sede del hospital mental
tendrá un museo, oratorio, gimnasio, salón múltiple, cancha de fútbol,
todo
para una mejor atención a los internos.
En terrenos del antiguo hospital mental Rudesindo Soto, que fue dado al
servicio de los habitantes de Cúcuta en 1942, se construye la primera etapa de
una moderna sede que mejorará la calidad del servicio y permitirá una mayor
atención de pacientes siquiátricos del departamento.
El director de ese centro de salud
Eduardo Chahin, explicó que el hospital mental, un organismo descentralizado de
segundo nivel de atención especializado en siquiatría, del orden
departamental, presentó desde 2016 con apoyo de la Gobernación un proyecto
para hacer el nuevo hospital.
En ese sentido se aprobaron unos diseños arquitectónicos y los recursos
para la primera etapa por parte del Ministerio de Salud, por el orden de $7.296
millones para tres bloques: Uno destinado a servicios generales que tiene que
ver con la lavandería, la nutrición, salas de mantenimiento y servicios
públicos; un bloque independiente para pacientes farmacodependientes con su
propia unidad de cuidados agudos y un bloque para pacientes crónicos mentales.
"El proyecto fue aprobado en 2017 y los recursos llegaron desde 2018 y
en este momento (octubre 2019) se tiene un avance de obra del 45% y está
prevista la entrega para finales de marzo de 2020", según el
funcionario.
Hubo unas diferencias con los diseños en cuanto a lo que estaba planteado
sobre el terreno, por lo que se
presentó una solicitud de ajuste a esa primera etapa ante el Ministerio de
Salud por el orden de los $1.838 millones, los cuales serán cubiertos $1.000
millones por la Gobernación y $838 millones con recursos propios del
hospital.
El director explicó que los diseños arquitectónicos del nuevo Hospital
Mental Rudesindo Soto, elaborados por cucuteños, quedaron tan bien hechos que
el Ministerio de Salud ha pensado en someterlos a un premio nacional de
arquitectura hospitalaria.
Plan de contingencia
La obra se levanta sobre un lote de 15.000 metros cuadrados para un total
de construcción de 10.000 metros. Para la primera etapa fueron aprobados 3.800
metros cuadrados de construcción.
El nuevo hospital se está construyendo sobre la misma área de la vieja
estructura del Rudesindo Soto, por lo que las directivas diseñaron un
plan de contingencia para que en ningún momento los servicios se vean
suspendidos, garantizando así la continuidad y la calidad de la atención.
El hospital está trabajando permanentemente en el cuidado de los pacientes,
en la calidad y humanización de la atención como vía para la acreditación
hospitalaria.
Se cuenta con una capacidad instalada de 107 camas con un porcentaje de
ocupación cercano al 91% y se espera que una vez se concluya la totalidad de la
obra subir a 137 camas, 13 más para pacientes farmacodependientes y 17 para el
área de siquiatría infantil.
"Hay que decir que Norte de
Santander adolece de un área para hospitalizar menores de 16 años en siquiatría
y ésta será la primera en el departamento, necesaria porque los pacientes que
demandan esta atención y tiene que hospitalizarse deben ser remitidos a
Bucaramanga o Bogotá".
Recursos para la segunda etapa
El director Eduardo Chahin dijo que en estos momentos lo fundamental es
conseguir los recursos para la segunda etapa, que contempla los servicios de
hombres, mujeres, urgencias, consulta externa y el área de siquiatría infantil.
“Estas
nuevas instalaciones reemplazarán a las anteriores que tenían 77 años de
construidas y servirán para garantizar una mejor cobertura y
mayores servicios”, agregó el gerente.
Chaín resaltó que
gracias a que la Alcaldía de Cúcuta le donó a la ESE un predio de 15 mil metros
cuadrados, donde se adelantan
las obras de la primera etapa, el patrimonio del Rudesindo Soto se elevó,
superando enormemente sus pasivos.
“En 2015 el patrimonio del hospital era de 4.400
millones de pesos hoy en día, gracias a la adquisición del lote, el patrimonio
de la ESE es de 22.000 millones de pesos”, detalló.
Adicionalmente resaltó que el laboratorio clínico
especializado con el que cuenta el hospital le genera cerca de mil millones al
año.
“La venta de servicios ha subido exponencialmente. Se
logró diseñar paquetes integrales para las EPS para hacerles más fácil el
trámite a los pacientes y evitar que deserten”, explicó el gerente.
“Esperamos que al finalizar el año el hospital haya facturado alrededor de
12.000 millones de pesos por servicios”.
Chaín aseguró además que en el último cuatrienio se
disminuyó considerablemente las demandas contra la ESE. Mientras que en 2015 la
institución tenía demandas por el orden de los 400 millones de pesos, en 2019
esta cifra no supera los 50 millones de pesos.
El gerente del Rudesindo Soto puntualizó que tras la
vigencia 2016-2019, la administración entrante deberá gestionar los
recursos para la construcción de la segunda etapa y la dotación de la primera
etapa, para un óptimo funcionamiento.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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