Ciro Jurado Guerrero
Biografía La Opinión
Ciro Alfonso Jurado Guerrero había nació en el municipio de
Toledo (Norte de Santander) el 17 de agosto de 1937. Vino a Cúcuta a adelantar
sus estudios, graduándose de bachiller en el colegio Sagrado Corazón, en 1957.
Partió luego a Bogotá a realizar sus estudios de Medicina en la Universidad
Nacional y posterior a ello hacer su especialidad de Cirugía General en la
Universidad del Valle en los hospitales San Juan de Dios y Evaristo García en
Cali hasta 1968.
Regresado a Cúcuta inició su carrera profesional en el Hospital San Juan de
Dios y en su consultorio particular, con un exitoso ejercicio durante más de
cuatro décadas, teniendo siempre presentes los principios morales y éticos de
la medicina y dejando siempre una muy buena imagen por el don de gentes y
profesionalismo con el cual atendía a quienes requerían de sus servicios
profesionales.
Era un trabajador incansable y fue
miembro de las sociedades colombianas de Cirugía, Gastroenterología y
Endoscopia Digestiva, de las cuales fue también directivo seccional en varias
oportunidades; además, creador de proyectos como el Centro de Detección Precoz de Cáncer
Gastrointestinal en la ciudad.
Contrajo matrimonio con Amparito Delgado el 14 de diciembre de 1972, unión
de la cual nacieron sus dos hijos, ambos profesionales que hoy en día ejercen
en los Estados Unidos, Gustavo Adolfo, médico Internista y Ciro Andrés graduado
en Finanzas y Relaciones Internacionales.
Padre y esposo ejemplar, muy conocido en el gremio médico en el cual dejó
muchos amigos, ya que era un hombre que siempre le hizo honor a la amistad y
compañerismo, lo cual lo hace recordar gratamente por quienes lo conocieron y
le aprendieron de sus enseñanzas.
Falleció el sábado 16 de noviembre
de 2019 en Cúcuta a los 82 años, el conocido cirujano después de una enfermedad que
deterioró su salud en los últimos años.
Un ángel Mary Stapper
(somoslarevista.com)
Escribo esta nota que sale del
corazón para rendir tributo al médico a quien sus pacientes no le decían doctor
sino, Cirito Jurado, porque se enraizó en el corazón de la gente.
Siempre amable, siempre sonriente, siempre, dispuesto a servir desde su
apostolado como médico porque el doctor Ciro Jurado Guerrero, encarnó, como
nadie, el Juramento Hipocrático de “No
llevar otro propósito que el bien y la salud de los enfermos”.
Desperté a la madrugada, de ese sábado, con la nota que escribió Carolina
Delgado en redes sociales, anunciando, «una vela hoy se ha apagado Dios lo ha
llamado, su luz resplandece junto a la de él en los cielos más altos. Gracias
tío, fuiste un Ángel aquí y ahora en el lugar sagrado, guardamos un lugar, te
amamos».
Ya no pude dormir más porque, en efecto, el doctor Ciro Jurado Guerrero fue
una luz para todos los que llegaban a su consulta y para quienes lo conocieron.
Tuve oportunidad de conversar con él, muchas veces, lo mismo que con su
esposa Amparo Delgado y su hijo Ciro, compañero desde la infancia de mi hijo
Karl.
Uno de los momento en que vi al doctor Ciro Jurado, con mayor dignidad fue
cuando, siendo alcalde Donamaris Ramírez, condecoró con la Medalla Juana Ramgel
de Cuéllar a 33 cucuteños y él, pese a su enfermedad que le impedía caminar
rápido, subió erguido al escenario del Teatro Zulima y recibió los aplausos más
sonoros del público.
El cielo está de fiesta porque un ángel llamado Ciro Jurado, recuperó sus
alas, mientras la tierra queda triste, porque perdió a unos de sus eminentes
médicos.
Paz en la tumba de Cirito Jurado, el médico amado por los cucuteños y un
abrazo a sus hermanas, su esposa Amparo Delgado, a sus hijos Gustavo Adolfo y
Ciro Jurado Delgado y demás familiares y amigos quienes, hoy, lloran su
partida.
Su exequias fueron el domingo a las 3 de la tarde en la Iglesia de Los
Carmelitas.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.
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