Gerardo Raynaud (La
Opinión)
Para entender el entorno laboral en el que se desarrolló este evento
sindical, vamos a remontarnos a los inicios de la industria cervecera local.
Prácticamente, desde comienzos del siglo XX, las empresas cerveceras, en
Colombia, venían librando una dura batalla contra las ventas de chicha, una
bebida arraigada entre los habitantes de los estratos populares y contra la
cual, las autoridades sanitarias habían emprendido la tarea de erradicar esta
costumbre considerada de alto riesgo para la salud pública.
En Cúcuta, sabemos que la primera empresa cervecera fue la Santander,
fundada en 1912, la que durante muchos años estuvo ubicada en el edificio que
aún hoy se conserva, en la calle 13 con avenida sexta.
Con el paso del tiempo, el desgaste irremediable de sus activos la llevó a
su decadencia, así que en 1929, principalmente por iniciativa de la familia
Barco, la antigua factoría fue transformada en una moderna cervecera que de
ahora en adelante se llamaría Cervecería Nueva de Cúcuta y sus instalaciones
trasladadas al barrio Latino, donde estuvo hasta su desaparición cuando sus
propietarios, la empresa Bavaria, decidió derrumbar la construcción y ceder al
municipio los terrenos en los cuales se erigió en Parque Tercer Milenio.
A medida que el tiempo transcurría, los distintos gobiernos fueron
implementando algunas normas de protección a los trabajadores, especialmente el
primero de la república liberal que comenzó por despenalizar las huelgas y
reconocer el movimiento obrero en Colombia y con ello se llegó a la creación de
la Confederación de Trabajadores de Colombia, conocida como la CTC.
Mientras tanto en Cúcuta, a comienzos de la década de los años cuarenta, se
había creado el Sindicato Cervecero de Cúcuta. Es de anotar como una
curiosidad, que las relaciones que se habían establecido entre patronos y
trabajadores de la empresa siempre se distinguieron por su cordialidad, muy
diferente a las de empresas similares en otras ciudades del país, en las que se
mantenían tirantes vínculos que en ocasiones llegaban a los límites extremos de
pugnacidad, llevando a situaciones económicas insostenibles y en algunos al
cierre con los lógicos perjuicios para todos los estamentos vinculados.
Como este no era el caso en nuestra Cervecería Nueva, aún después de haber
sido adquirida por el Consorcio Bavaria en agosto de 1942, el Sindicato
presentó un nuevo pliego de peticiones, toda vez que con nuevos dueños, éstos
más acaudalados, tendrían la oportunidad de mejorar sus ingresos a pesar de
haber firmado un pacto con los anteriores propietarios a finales del mes de
marzo.
Con esta perspectiva en mente, a principios del mes de octubre presentaron
un pliego de peticiones, el cual fue debidamente aprobado por la Asamblea
General de Trabajadores, celebrada el pasado 22 de septiembre y en el que se
solicita se les aprueben sus reclamaciones resumidas en ocho puntos.
Resumiendo cada uno de los temas, en el primero se pide un incremento del
salario diferencial que disminuye a medida que este aumenta. Se solicita
mantener el Auxilio de Cesantía pactado en la anterior negociación. También se
estipula mantener el suministro médico y de medicinas para todos los
trabajadores en casos de “enfermedad comprobada”, hospitalización incluida.
En otro punto de solicita que los despidos sean solamente por “causa
justificada plenamente”. Se pide el pago de tres primas a todos los
trabajadores, a razón de quince días de salario, pagaderas en los meses de
abril, agosto y diciembre.
El reconocimiento de quince días de vacaciones remuneradas por cada año de
servicios (que ya estaban reconocidas en la Ley 10 de 1934), también se
solicitaba el descanso dominical remunerado y el sobrecosto por las horas
nocturnas laboradas. Finalmente se solicita no tomar represalias contra los
trabajadores por causa del presente pliego.
Al parecer la negociación se desarrolló sin obstáculos algunos, pues
reunidos los representantes de ambos grupos se llegó a un acuerdo aceptado por
las partes en tiempo relámpago, sin mayores variaciones como podrá apreciarse
en el documento que fue firmado y que paso a comentar.
El secretario del sindicato, Miguel Rivillos, informó a la opinión pública
que el resultado de la negociación se obtuvo en tan solo tres días, en los
mejores términos tanto para los trabajadores como para la empresa.
Todos los trabajadores obtuvieron un incremento en sus salarios, aunque no
fue el solicitado originalmente, satisfizo sus aspiraciones. El auxilio de
cesantía se mantuvo pero calculado sobre el salario de los últimos tres años
para empleados y obreros.
En cuanto a las peticiones relacionadas con el servicio médico y las
medicinas se acepta tal como fue solicitado pero en el caso de hospitalización
originada por un accidente ocurrido en servicio de la empresa se pagará
completo el salario durante el primer mes, las dos terceras partes durante el
segundo mes y la mitad a partir del tercer mes en adelante.
Se llegó al acuerdo de no despedir trabajadores sin justa causa o porque
las necesidades de la empresa lo demande. En cuanto a las primas se acordó
pagar solo dos, una en Semana Santa y otra para Navidad.
En cuanto al reconocimiento y pago de las vacaciones se llegó al acuerdo de
otorgar quince días a los empleados y siete días y medio a los obreros por cada
año de servicio, también el reconocimiento de medio día como descanso dominical
para aquellos trabajadores que hayan trabajado la semana completa.
A quienes presten servicio nocturno se les reconocerá 15 centavos por cada
hora de servicio en lugar de los 10 centavos que se les venía reconociendo
durante las doce horas de la noche.
Finalmente, la empresa se comprometió a no tomar represalias de ninguna
clase contra los trabajadores por causa del pliego presentado y la duración que
tendrá el pacto firmado será de un año contado a partir del día de la firma, 6
de octubre de 1942.
Para destacar, la empresa acordó, a partir de la fecha, que el salario
mínimo que pagaría a sus obreros sería de $1.10 para los trabajadores antiguos,
mientras que los nuevos que ingresen a trabajar solo recibirán $1.00 durante
los primeros seis meses de prueba.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.
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