jueves, 14 de enero de 2021

1814.- SEIS CORSAJISTAS CONQUISTADORES DE BUCARAMANGA

Alvaro Gil 

Equipo de básquet que conquistó Bucaramanga. De pie: Manuel Durán, Eloy Romero y Álvaro Gil; Agachados: Gregorio Joves, Adolfo León Gómez y José de J. Cacua


Tocando al tema colegial, en el Sagrado Corazón, recuerdo que se aprovechaban los descansos de clases para hacer campeonatos interclases en la cancha principal, que quedaba al lado de la avenida 4ª; sobra decir que las sudadas a pleno sol, eran de enjuague mayor.

Aún en ese tiempo para los bachilleres 1949 a graduarse, no había como ahora, el paseo de despedida o retiros espirituales que, se hacía o se hace en otra ciudad. Entonces, Azis Colmenares Abrajim se inventó un viaje a Bucaramanga con un costo de $20,00, donde dormiríamos en las instalaciones de un colegio que estaba de vacaciones y comeríamos donde fuera más barato.

Estando en Bucaramanga, alguien de la localidad supo que unos estudiantes del colegio lasallista Sagrado Corazón de Jesús de Cúcuta estaban en la ciudad, allá se sabía del buen basquetbol que se practicaba en dicho colegio. Habida cuenta que, se iba a presentar el famoso equipo femenino de básquet El Incógnito de Bogotá, necesitaban efectuar dos partidos preliminares, por lo que se nos propuso intervenir en dichos dos juegos. Lo cual aceptamos.

Del grupo de 15 compañeros, solo habíamos 6 que medio jugábamos ese deporte, conformamos el equipo con Manuel Durán, Eloy Romero, Gregorio Joves, Adolfo León Gómez, José de J. Cacua y mi persona Álvaro Gil. Nos presentamos como el equipo Cúcuta.

El primer encuentro fue contra el equipo campeón del Club Campestre. Llegada la hora programada, se presentó el inconveniente que, no había llegado su mejor jugador, tuvimos que esperar hasta que de pronto se presentó un señor con sombrero, gabardina y traje de paño y una vez uniformado, iniciamos el juego. La sorpresa fue que, ese equipo campeón del Club Campestre, perdió contra los ‘chinos’ de Cúcuta.

Al día siguiente como revancha, nos programaron juego contra la selección de Santander. Fue un partido de toma y dame, con árbitros que se comportaron a favor de los locales, tanto que yo fui expulsado por faltas. Sin embargo, ganamos en un partido muy sufrido, por dos puntos.

Al día siguiente fuimos al Café Centenario, donde acostumbraba a estar el promotor de los juegos y nos pagó la fabulosa suma de $15,00 por los dos partidos.

De esa promoción de 1949, los compañeros se han ido yendo y creo que en Cúcuta solo quedo yo; quien sabe que será de los que emigraron a Venezuela. Sé que nuestro compañero Eduardo Piñeros vive en Estados Unidos y que, en alguna ocasión pasó por Cúcuta, pidiendo especialmente que lo llevaran a ver su colegio.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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