jueves, 28 de enero de 2021

1822.- CITA HISTORICA

La Opinión


Antaño encontrábamos en las ciudades personas que con escasa preparación académica y llevados por el sentido de pertenencia se preocupaban por dejar a generaciones futuras datos, hechos y biografías de personas destacadas de la ciudad. 

Tal es el caso, por ejemplo, en Cúcuta, de Pedro María Fuentes y Luis A. Medina S., dentro de la descripción precedente y quienes dejaron a la ciudad obras como Efemérides cucuteñas -3 tomos- y Cita Histórica -4 tomos-, respectivamente. Ambos autores pertenecieron a la Academia de Historia de Norte de Santander, donde fueron estimados y prestaron un servicio valioso a la institución. 

Desde luego, merece mención aparte don Guillermo Solano Benítez, quien sí tenía formación profesional y nos legó en cinco voluminosos tomos una obra monumental e irrepetible: “50 años de vida nortesantandereana”, que comprende de 1910 a 1960. 

En una reciente y minuciosa incursión en la biblioteca de un amigo, en el barrio Caobos, topé con documentos interesantes de don Luis A. Medina S., autor de Cita Histórica, a quien alcancé a conocer en los últimos años de su existencia y repetía con orgullo algo que dejó escrito, tal cual: “En 1920 estudié la primaria en la escuela pública del puente San Rafael”. 

Es una frase que hoy llama poderosamente la atención porque, conociendo lo que actualmente es el sector, nos obliga a hacer una confrontación mental imaginándonos cómo sería el lugar entonces, cuando apenas iban 45 años de la reconstrucción de la ciudad y el citado puente era propiedad privada, hasta mayo de 1933, cuando la Nación lo compró para darlo al servicio público. 

Don Luis A. Medina, autor de cuatro libros con profusión de datos para estudiar a Cúcuta, su ciudad, cumplió este año el centenario de su nacimiento y no sé si instituciones a las que sirvió con desinterés lo recordaron: Bomberos voluntarios, FENALCO, Alcaldía, Sociedad de Mejoras Públicas, Club de Leones, Club Cazadores, etc. 

Era admirable que en el atardecer de su existencia aún hablara de aspiraciones en la vida, incluso ser presidente de la Academia de Historia, lo que no se dio y en parte fue el motivo para que innecesariamente se alejara de la misma. 

Hoy, a 11 años de su partida, sus libros son consultados con frecuencia; y citados, como lo acaba de hacer La Opinión, en el libro “Sucesos: 1900 – 2013”. 

Lamentablemente la casa de habitación de Luis Alberto Medina Sánchez, en el barrio El Llano, de Cúcuta, hoy es casa de hetairas, término que rescató el escritor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo en su libro El Japón heroico y galante, luego de visitar un licencioso barrio nipón. 

Sea este un sencillo homenaje al escritor, periodista e historiador cucuteño Luis Alberto Medina Sánchez. 






Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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