viernes, 5 de febrero de 2021

1826.- EL CEMENTERIO CENTRAL EN EDAD DE JUBILACION

 La Opinión

 El cementerio central, con 130 años prestando los servicios funerarios a las familias cucuteñas, 

está llegando al tope de capacidad y requiere su reubicación.

Al Cementerio Central de Cúcuta parece que le llegó la edad de jubilarse, 2020, porque en sus cuatro hectáreas ya no hay espacio para enterrar más difuntos, tras 135 años de servicios funerarios ininterrumpidos a los hijos de Doña Juana Rangel de Cuéllar.

Ubicado sobre una planicie inclinada, en la calle 15 con avenida 17 del barrio El Contento, este Campo Santo que data de 1885, establecido en ese lugar 10 años después del terremoto de Cúcuta, está llegando inexorablemente a su tope y no queda más remedio que construir otro, probablemente en las afueras de la ciudad, según lo dicho por expertos consultados.

Francisco Cuadros, secretario de Gobierno Municipal, dijo que en efecto el Central está llegando a la carga máxima prevista para prestar sus servicios, situación que es de pleno conocimiento del alcalde Jairo Yáñez, quien ya está evaluando la situación para dar una solución a los habitantes de Cúcuta. 

El funcionario dijo que por norma la Secretaría de Salud Municipal es la competente para determinar el cupo, para cuyo efecto la Secretaría de Gobierno le remitió un oficio en junio mediante el cual se le solicita el informe de la capacidad que tiene dicho cementerio y si se requiere buscar de manera urgente un nuevo espacio.

“Esto lo hacemos porque claramente conocemos que el Cementerio Central está llegando a su tope de capacidad, porque estamos hablando de un espacio con más de 100 años”, dijo Francisco Cuadros.

Un promedio de 1.620 entierros por año, 135 al mes,  recibe el cementerio municipal de El Contento.

Agregó que se le solicitó igualmente al Departamento de Planeación Municipal, que se determine mediante Plan de Ordenamiento Territorial (POT), qué área y qué lotes podrían ser una posibilidad para un nuevo Campo Santo.

Así mismo, se solicitó al secretario de Gestión del Riesgo de Desastres, Huber Plazas, mediante oficio, que es necesario abordar este tema de manera urgente en el Comité de Gestión del Riesgo, donde esta solicitud hace su curso.

Reiteró que la situación es urgente y desde que empezó la emergencia por la COVID-19 este tema ha estado dentro del plan de emergencia, teniendo en cuenta que el Cementerio Central ha tenido unas dificultades administrativas desde hace varios años, enfrentando todo esto con un espacio territorial limitado.

Se han hecho acciones relacionadas a inhumaciones y a construcción de casas osarios para responder a la emergencia, pero ya se está llegando al techo. En el marco de la norma se está haciendo la solicitud a la autoridad competente, en este caso la Secretaría de Salud, para que emita concepto al respecto, dijo Cuadros.

Agregó que no es posible fijar cuántos meses o años le quedan de vida útil al cementerio, porque la entidad que puede emitirlo por su competencia de vigilancia y control es la Secretaría de Salud, informe que se está esperando y que ya está siendo elaborado por comunicación oficial que dio el secretario de ese despacho Franklin Hernández. 

El secretario de Gobierno dijo que también se está a la espera del concepto de Planeación Municipal, para tomar la decisión del sitio donde se puede construir otro cementerio, que podría ser por un nuevo lote que se establezca o por otro tipo de figura contractual que se explore (alianza público-privada) en caso de que el municipio no tenga un espacio suficiente, porque además del lote se deben generar unas capacidades como drenajes, plantas de tratamiento de aguas de residuos, servicios públicos, entre otros factores a tener en cuenta.

            En manos de planeación está determinar, mediante el POT, qué área y qué lotes podrían servir de cementerio.

Urge un horno crematorio

El secretario de Gobierno, Francisco Cuadros, dijo que se ha estudiado la posibilidad de instalar en el Cementerio Central un horno crematorio, lo que está contemplado en el Plan de Acción Específico como respuesta a la emergencia por el coronavirus, proyecto que se ha venido estructurando pero que no constituye una solución inmediata, porque se requieren licencias, permisos, posible ubicación, construcción de destino final de las cenizas, entre otros aspectos técnicos.

 

 

Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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