Doscientos ocho años hoy 2021, en una mirada al pasado, se libraba uno de los combates más decisivos para el futuro de Colombia y la libertad de las naciones: la Batalla de Cúcuta.
Más de 500 soldados, a la cabeza del general Simón Bolívar, se enfrentaron contra las tropas del invasor español Ramón Correa, el primero en retroceder al notar las imposibilidades de victoria ante la firmeza y determinación de los héroes que marcaron un nuevo futuro para la noble, leal y valerosa San José de Cúcuta.
Allí, en el lugar de la batalla, hoy se erige un legendario monumento en remembranza del hecho, donde limitan los barrios hermanos que, en sus nombres, mantienen viva esta esencia: 28 de Febrero y Loma de Bolívar.
Sin embargo, habitantes de ambos barrios manifiestan con tristeza e inconformidad que este desfile que atraviesa la calle 6, desde el Canal Bogotá, con transversal 17, solo es centro de atención del gobierno local y regional en cada aniversario de la Batalla, mientras que el resto del año se sumen en el pudor del olvido, con necesidades urgentes de seguridad que nunca son atendidas.
Columna de Bolívar: ¿a quién le pertenece?
Desde hace tiempo, vecinos de ambos barrios han tenido diferencias encontradas respecto a cuál de los dos es el legítimo poseedor del monumento Columna de Bolívar; mientras unos aseguran que hace parte de su sector, los otros también indican lo mismo.
De acuerdo con Víctor Salazar, líder comunal de la Loma de Bolívar, el barrio obtuvo su personería jurídica en 1960 cuando el periodista Rafael Ibarra fue nombrado como el primer presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC).
Diez años después, se construyó el monumento Columna de Bolívar dentro de este territorio, y desde entonces, tras una serie de adecuaciones, se ha convertido en un emblema histórico, no solo del barrio, también de toda la capital nortesantandereana.
Sin embargo, el 18 de abril de 1994, el 28 de Febrero, que antes era un sector perteneciente a la Loma de Bolívar, se oficializó como barrio. Y con el emblema en límites de ambos, a la fecha aún no se llega a un acuerdo.
Pero en lo que sí están en sintonía ambos lugares es en el abandono que han sufrido por las distintas administraciones.
Necson Rojas, presidente de la JAC del 28 de Febrero, manifestó que el monumento ha sido totalmente olvidado y, sin nadie que lo resguarde, se ha convertido en víctima de asaltantes.
“Se han robado partes importantes del monumento, como los anillos con los que se sostienen las banderas, parte de las baldosas, hasta la motobomba se la llevaron”, comentó el líder comunal.
El descontento de los habitantes de ambos barrios se incrementa cada día, así como un temor generalizado a salir de casa durante las noches, pues aseguran que solo hay presencia policial cuando se da un evento especial. En otros momentos, los delincuentes pueden “hacer de las suyas”, incluso a plena luz del día.
Según William Farfán, habitante de la Loma, estos problemas se generan por la falta de iluminación, que da cabida a la inseguridad y el consumo de drogas en espacios públicos.
“Algunas lámparas led que instaló la empresa encargada de este servicio no sirven, uno sale en la noche y hay sitios que son totalmente oscuros”, señaló Farfán.
Para el año de 1940, se inició en la Loma de Bolívar la obra del Hospital Amelia, un centro de salud que funcionaba para exámenes y tratamiento de la tuberculosis. Cuenta la comunidad que estos terrenos fueron donados por una pareja de esposos y que allí antes funcionaba un cementerio de masones.
Los cucuteños de esa época debían ir de manera obligatoria a tomarse exámenes, cada vez que iniciaba el año escolar, para descartar que tuvieran la enfermedad.
Ubicado en calle sexta, este sanatorio duró más de 40 años en abandono, hasta que hace una década fue recuperado y resurgió bajo el nombre de Unidad Básica Loma de Bolívar. Allí se presta el servicio de salud a las comunas 8 y 9 como nivel intermedio, pero la comunidad señala que desde entonces no se ha vuelto a invertir en el lugar “ni un solo peso”.
Ahora carecen de espacio suficiente, personal capacitado e instrumentos para un funcionamiento de calidad.
Zona de alto riesgo
Desde sus inicios, ciertas partes del 28 de Febrero han sido consideradas zonas en alto riesgo de deslizamiento, al encontrarse en espacios ‘topográficamente quebrados’.
Uno de los sectores más críticos y que más han denunciado desde años atrás, es la calle 7 con avenida 18, un camino que se cayó por la inestabilidad del terreno. Ese derrumbe, según el presidente de la JAC, era la “crónica de una muerte anunciada”, porque desde 2016 venían pidiendo a las Secretarías de Gestión del Riesgo que intervinieran en este sector.
Sin embargo, aún hay viviendas al borde del abismo y, en caso de que se presente una ola invernal como la de noviembre del año pasado, 2020, podrían estar inmersas en una tragedia.
Preocupados. Así se encuentran los habitantes que residen en el barrio 28 de Febrero de la comuna 9, a causa de un paso peatonal que, además de estar ubicado al borde de un abismo, está a punto de colapsar por completo.
La comunidad denuncia que tienen este problema desde hace más de un año, resaltando que esta no es la única zona de alto riesgo en su sector, pues debido a las lluvias del año pasado varios terrenos se desestabilizaron y algunas viviendas corren el riesgo de derrumbarse.
Necson Rojas, presidente de la Junta de Acción Comunal del 28 de Febrero, detalló que aunque hace unos días, marzo 2021, les informaron que la administración municipal se comprometió a efectuar los estudios correspondientes para arreglar los daños en la zona del camino deteriorado, aún hay 4 zonas de alto riesgo a las cuales nadie les ha prestado atención.
“Estamos graves en el resto de los sectores. Hay muchas casas que están en peligro de derrumbarse y la Secretaría de Riesgos hasta el momento no nos ha contestado”, agregó Rojas.
Los habitantes manifiestan sentirse abandonados, porque, “solo se acuerdan de este barrio cuando ocurren tragedias. Hay que irse siempre por las malas e interponer denuncias para que nos atiendan. Con las lluvias de estos días eso se vuelve intransitable”, mencionó uno de los residentes del sector.
Huber Plaza, secretario de Gestión de Riesgos y Desastres de la ciudad aseguró que, bajo las directrices del alcalde Jairo Yáñez, desde su dependencia iniciarán los estudios para mejorar la infraestructura del puente.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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