jueves, 6 de enero de 2022

1995.- MARIA OFELIA VILLAMIZAR BUITRAGO

 José Luis Villamizar Melo  (Revista EscribArte-Edición Especial, 2021)


María Ofelia Villamizar Buitrago, nació en Villa Sucre, municipio de Arboledas en Norte de Santander, el 22 de enero de 1921. Estudió la primaria y parte del bachillerato en Arboledas y culminó sus estudios en la Escuela Normal de Bucaramanga, allí se graduó en 1942.

Se especializó en Castellano y literatura en la Universidad Javeriana de Bogotá, para luego ejercer la profesión de pedagoga. Fue bibliotecaria en Arboledas, donde ejerció la docencia por varios años. Estuvo dirigiendo las escuelas de Cucutilla. Buscó refugio en Durania y ahí escribió el libro "Raíz afuera".

Como funcionaria le fue asignada la dirección de la Biblioteca Pública Departamental Julio Pérez Ferrero, cargo que desempeñó por 15 años y ejerció ese mismo cargo en el Instituto Inem "José Eusebio Caro" de Cúcuta, por otros 15.

Sin lugar a dudas, Ofelia es la más alta cifra de la poesía entre nombres femeninos que oficiaron en este altar en el Norte de Santander, reconocida como tal en el ámbito nacional e internacional. Fue miembro de número de las Academias de historia de Cúcuta y Ocaña, de los ateneos literarios regionales, perteneció al Colegio Nacional de Periodistas del Norte de Santander y a la Sociedad de Mejoras Públicas de Norte de Santander, miembro del Círculo Rojo de Bogotá.

Su obra poética recibió estímulos, recompensas y honores, que abrieron a su voz lírica una vasta zona de influencias. Obtuvo premio en Zipaquirá con su poema "Mater Admirabilis" donde fue condecorada con la "Orquídea de Plata", en Cúcuta con el poema Torcoroma y en Bogotá en el concurso de la Revista "Cromos" con "Una vida de Bolívar". En Torneo patrocinado por "El Tiempo" triunfó con el soneto Abstracción. Los títulos de sus libros son: Mater Admirabilis, Torcoroma, Raíz Afuera, Noria, Isla Verde, y dos inéditos: Cántaros de Greda y Esta es mi voz.

Ofelia Villamizar fue poeta, con toda la profundidad que sugiere esta palabra. Sus poemas son joyas literarias, pertenece a la categoría de Gabriela Mistral, a quien tanto se pareció en su oficio de maestra, dedicada a la artesanía de formar almas y de construir sueños. "Su contundente poesía corre fluida sobre la rigidez de las páginas, apacible y vocinglera con marcada tendencia al regocijo púdico... Presenta a veces una especie de afinidad con la naturaleza, principio y razón primordial de su ser, como si ella fuera el núcleo de cada corpúsculo vital.

Murió en Cúcuta el 30 de enero de 1991, a sus 70 años cumplidos.

 

ZAPATOS

Qué pobrecitos los niños

(dicen los enzapatados)

que pobrecitos los pobres

campesinitos del campo.

El que esto dice, no sabe

la gloria de andar descalzos.

Poner los pies en el suelo,

sorber su sumo barato;

como Anteo ganar fuerzas

por ósmosis con el barro,

plena tierra, pleno sol,

sin sombrero y sin zapatos.

 

¿Qué mejor que los pies libres

para trepar a los palos?

-corozos, guamos, mamones,

como cualquier araguato?

¿Pobres? Los de la ciudad,

todo el día con zapatos.

 

Los zapatos son muy buenos

para andar por el asfalto.

Mas, para cruzar potreros,

pasar río y barrancos

cuando uno es chico, no hay cosa

más bella que andar descalzos.

 

Para jinetear “en pelo”

con sólo estribos de lazo,

con riendas de lacias crines

del más “resabiado” macho,

nada igual a la delicia

de no ponerse zapatos.

 

Y para alzar la estatura

con un lindo par de zancos

(dos horquetas de cafeto

o de elástico guayabo)

sólo el pie mondo y lirondo

sin medias y sin zapatos.

Descalzos nos trajo Dios

a este edén de puro barro;

y al barro seguramente

iremos tarde o temprano;

Y es mejor para ese viaje,

que no nos pongan zapatos.

 

Porque en lo que yo recuerdo

de haberlos visto pintados,

allá arriba, en lo celeste,

sin medias y sin zapatos

“Ángeles y serafines

dicen Santo, Santo, Santo

 

 

 

Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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