miércoles, 4 de mayo de 2022

2054.- CAÑONEROS, ESTRELLA FUGAZ DEL BALONCESTO

La Opinión


Terminado el ciclo de la Lotería de Cúcuta, tras las gestas gloriosas logradas a medios de la década los años 70 y principios de los 80, el baloncesto profesional en Cúcuta entró un bache largo que nadie esperaba.

No obstante, el deporte de la pelota naranja se mantuvo vivo gracias la organización del Suramericano de mayores femenino en 1984, del que Cúcuta la capital basquetera de Colombia por excelencia en ese momento continúo siendo ferviente animador y protagonista, mientras el profesionalismo sufría cambios en la búsqueda de un nuevo representante que ‘emulara’ lo hecho por el quinteto de la Lotería de Cúcuta, tarea nada fácil para la dirigencia motilona.

Pero a la antesala de ese suramericano, el coliseo Toto Hernández fue elegido para disputar en agosto de 1982, el torneo de eliminados del IX Mundial masculino que se llevó a cabo en Bogotá, Bucaramanga, Cali, Medellín y por supuesto Cúcuta.

En 1984, el turno fue para el baloncesto femenino que se consagró de la mano del técnico vallecaucano Guillermo Moreno Rumié, actualmente entrenador del equipo profesional Team Cali.

Vuelve el profesionalismo

En 1996 un grupo de empresarios y ex-basquetbolistas de la ciudad integrado por Álvaro Hernández, Jorge Humberto Maldonado, Hernán ‘Pipo’ Gómez, Tonino Botta y Álvaro Torrado (q.e,p.d.) expresidente del Cúcuta Deportivo, le dio vida a otro quinteto, Cañoneros, equipo que con el tiempo se quedaría en el corazón de los cucuteños.

Hay que aclarar que después de la Lotería de Cúcuta, entre 1991 y 1992 se intentó resurgir con el club ‘Motilones, en 1991 (nada que ver su nombre con el actual Motilones del Norte), y con “Bravos del Norte”, quienes participaron en la Liga venezolana, sin éxito.

En febrero de 1997 cumpliendo con los requerimientos de ley y con un presupuesto mediano de la Cañoneros Cúcuta fue inscrito en el torneo profesional “Copa Costeñita” (antigua Copa Sprite).

El entrenador de ese nuevo experimento fue el dominicano Sergio Abreu, Denis Osorio (asistente) y como refuerzos extranjeros llegaron los estadounidenses Kenny Warren (armador) y Darren Guest. Los otros jugadores que completaron el equipo fueron: Jerry Bent, José Luis Mendoza, Wilmer Carvajal, Calixto Angulo, Alejandro Escalante, Leonardo Molina, John Guerrero (actual gerente de Motilones del Norte), Francisco Maturana, Rafael Gómez, John Ángelo Ramírez, Oswaldo Medina y Hardy Asprilla.

Denis Osorio, técnico de las selecciones Norte y quien fuera asistente y luego entrenador en propiedad en 2000 con Cañoneros, y actualmente gerente deportivo de Motilones del Norte, recordó que “se comenzó con mucha expectativa con grupo liderado por Hernán ‘Pipo’ Gómez, Álvaro ‘Flecho’ Hernández, J. H. Maldonado, Germán Pérez, Vicio Esquivel también hizo parte de él (como socios) y en ese entonces patrocinaba Bavaria”, reseñó Osorio que además es docente en el colegio Calasanz.

Con tanto tiempo fuera de la Liga, crear Cañoneros fue como renacer lo que fue y lo que hizo la Lotería de Cúcuta, pero no era fácil. Eran otros tiempos y otro tipo de jugadores.

Incluso cuenta Denis, que el nombre del equipo se hizo a través de un concurso y de los tantos que se presentaron les quedó sonando el nombre de Cañoneros y ese fue el ganador.

“Para el nombre de Cañoneros se hizo un concurso el ganador creo se ganó un premio de $200 mil si no mal recuerdo y ahí sigue como escuela (que dirige el profesor ‘Beto’ Sanguinn)”.

La quinta versión de la Copa Costeñita arrancó el 12 de septiembre de 1997, con Caimanes, de Barranquilla; Bravos, de Cartagena; Piratas, de Bogotá; Sabios de Manizales; Leopardos, de Bucaramanga; Paisas, de Medellín; Warriors, de San Andrés; Toros, de Cali; Cafeteros, de Armenia; y Cañoneros, de Cúcuta.

En su debut en el emblemático coliseo Toto Hernández, Cañoneros, venció (74-70) a Piratas, pero en la segunda salida los capitalinos tomaron desquite, imponiéndose (84-73).

En esa temporada, Cañoneros contó con 15 jugadores. Al final de las 36 fechas disputadas el título se llevó Caimanes de Barranquilla.

Al año siguiente, 1998, tras su primera experiencia en la Copa Costeñita, Cañoneros recargo su ‘artillería’ con nuevos jugadores y preservando a otros.

Para esta nueva temporada, los directivos cucuteños trajeron como técnico al venezolano Carlos Gil.

La nómina del equipo estuvo conformada por el venezolano Richard Lugo, Calvin Sherrod Rayford, José Luis Mendoza, Truman Gipson Bent, Julian Hooker, Jonathan Lizarazo, Rafael Gómez, Víctor Betancourt, José Molina, Hardy Asprilla, Oswaldo Medina, Ángelo Ramírez, Dennis Ellisson, Herberth Bayona, Ángel Hernández, Tomás Ibáñez, John Moreno, Jair Pinillo, John Ramírez y Cruz Mario Salcedo.

“Para la época se podía jugar dos extranjeros, y vino como entrenador el profesor Carlos Gil y además contamos con los jugadores colombo-venezolanos”, reseñó Denis Osorio.

Presencia internacional

Para 1999 la Confederación Suramericana de Baloncesto escogió a Cúcuta sede del Grupo D para las eliminatorias de la Copa Libertadores que se jugó entre 9 y 11 de febrero de ese año. Colombia estuvo representada por Cañoneros y Caimanes de Barranquilla, y compitieron contra Franca (Brasil), Independiente Pico (Argentina).

De un momento a otro Caimanes renunció y sus jugadores Gustavo Lindo de Armas y Jimmy Mosquera reforzaron a Cañoneros.


Cañoneros fue protagonista del torneo profesional durante cuatro años y después desapareció por falta de apoyo.

Esa sería la primera incursión internacional de los rojinegros desde la de Lotería de Cúcuta.

Terence Wheller, Glen Ferguson, Álvaro Teherán, Gustavo Lindo, Francisco Angulo, Jimmy Mosquera, Alfonso Arató, Javier Gordon, Julián Hooker, Wilmer Carvajal, Rafael Gómez, Leonardo Molina, y Oswaldo Medina, integraron el quinteto rojinegro.

En esa fase Cañoneros ocupó el séptimo lugar entre 16 clubes de Suramérica. Ese mismo año Cañoneros, fue subcampeón de la Copa Costeñita al caer en la serie ante Sabios de Manizales 4-3. La serie se definió en el séptimo juego, los manizaleños ganaron los dos primeros en su casa (118-96) y (90 a 85). En la vuelta en Cúcuta, Cañoneros se impuso (99-95), y (102-91), igualando la serie 2-2.

En el quinto juego los caldenses pusieron la serie a su favor 3-2 para regresar a Manizales y liquidarla. Cañoneros empató la serie 3-3 lo que hizo que la definición del título fuera una final no acta para cardiacos. Sin embargo, Sabios aprovechó la localía, la altura y se quedó con el título tras ganar (102- 89).

El técnico de Cañoneros fue el dominicano José Adriano Dilone y Dennis Osorio como su asistente. La nómina la integraron: Cruz Salcedo, Alberto Gélviz, Julián Hooker, Óscar Medina, Derrich Dennison, Édgar López, Harlen Zambrano, John Guerrero, Alex Carabalí, Álvaro Contreras, José Lozano, Dathon Danyell Brown, Édgar Pimienta, Ángel Hernández, Guillermo Meyer, y Henry Richard.

El nuevo milenio

Entrando el nuevo milenio (año 2000) se disputaría la octava versión de la Copa Costeñita con la presencia de nueve quintetos y el reto fue para el profe Denis Osorio de llevar el equipo lo más lejos que pudiera.

“Cañoneros fue una especie remembranza de querer revivir lo que hizo la Lotería de Cúcuta, de recuperar ese baloncesto (espectáculo) viejo que deleito a los cucuteños, incluso alcanzamos a jugar dos finales una con Diloné en el 99 y la otra conmigo en el 2000, que perdí con Paisas 3-2”, rememoró Osorio.

Denis añadió que “Cañoneros queda en la memoria porque llegó a dos finales”.

No obstante, lo que parecía un proyecto largo y con nombre con sentido de pertenencia, con cuatro años de actividad, Cañoneros en 2001 se despediría de la Liga, pues Bavaria no quiso continuar patrocinando el torneo y el campeonato tiene un receso de cuatro años reapareciendo en 2006.

Cuenta Denis Osorio que la partida de Bavaria fue un golpe duro para todos, pero en particular para Cañoneros, pues los equipos de antaño como Piratas, Sabios, Paisas hoy Tigrillos, sobreviven.

“Cañoneros se acaba porque se termina el patrocinio, Bavaria corta el convenio que se tenía con la Federación Colombiana de Baloncesto y muchos sufren y el torneo entra un receso largo”.

Dice Osorio que para la época Bavaria le entrega un recurso entre $70 y $100 millones para sostenerse en la temporada.

“Con el término de ese convenio a cada equipo le toca solventar todo lo que era el mantenimiento del club, tiquetes, hospedaje, alimentación y al reducirse esa ayuda se volvió compleja y entonces por eso el equipo al no encontrarse respaldo se acabó”.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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