jueves, 26 de mayo de 2022

2065.- NOTICIAS DE 1941

Gerardo Raynaud (La Opinión)

Esta foto es de un equipo de fútbol probablemente del Club Tennis, durante un encuentro preliminar en el estadio General Santander y debe corresponder a principio de la década del 60 del siglo pasado. En la imagen aparecen, entre otros, Álvaro Gil, Juan Garbiras, Marcos Urdaneta, Roy Corinaldi y Jáuregui; agachados el ‘Capitán’ Lizcano, Fernando Unda, Enrique Lara, Hernando Lara, Eloy Ronquillo y Fernando Espinel. Eloy Ronquillo fue una de las cientos de personas que fallecieron en el accidente del avión de Avianca del cerro ‘Espardillo’, en ruta hacia Cartagena, en 1988.

Como venía sucediendo desde años anteriores al finalizar el mes de diciembre los diferentes medios radicaban en sus principales páginas, sus esperanzas sobre lo que se quería ocurriera el año venidero. En esta ocasión y sin que fuera una inocentada, el 28 de diciembre de 1940, el periódico Comentarios publicaba las que serían las expectativas para el 41 así:

- La construcción del Palacio Municipal no admite más demoras.

- Que se dé al servicio el Matadero Moderno.

- Que se inicien los trabajos del Alcantarillado de la Ciudad.

- Que se termine la construcción del Acueducto Municipal y se instale la planta de purificación.

- Que se pavimente y arborice el Camellón del cementerio.

- Que se continúe la pavimentación y se arregle el piso de las calles y avenidas de los barrios del Páramo, Contento, Cundinamarca, Benjamín Herrera y Callejón.

- Que se amplíen los puentes de la carretera a la frontera.

- Que se construya el paseo por la antigua carretera de San Luis, arborizándolo y dotándolo de buen piso, a fin de complementar la circunvalación por el puente Benito Hernández Bustos.

- Que se intensifique la urbanización mediante la formación de una compañía con capital suficiente para vender a los empleados casas-quintas por medio de cuotas.

- Que se continúen los trabajos del Estadio Santander.

- Que el espíritu público anime lo más posible a los habitantes de la ciudad para que cooperen en toda forma al ornato y prosperidad de la ciudad.

Hasta aquí la publicación; ahora viene nuestro debate sobre la ciudad de antes, y la que tenemos ahora. Pensar que hace sólo unos pocos años – menos de ochenta- no teníamos agua potable y en las casas más lujosas debían abastecerse de las aguas de las tomas públicas, situación que perduró durante mucho tiempo, pues sólo en 1947 se inauguró el Acueducto Moderno, que, dicho sea de paso, proveía del precioso líquido a unas pocas viviendas de la clase pudiente y algunos negocios del centro de la ciudad.

Un claro ejemplo de ello, es el suministro de agua que tenía la piscina ovalada del Colegio Sagrado Corazón, que todavía a mediados de los años sesenta, se surtía del agua de la toma pública que pasaba –subterránea- por la avenida cuarta.

Y qué decir del Alcantarillado. Apenas construido por los años cincuenta para el uso de las construcciones y viviendas del centro y sus cercanos alrededores. Muchas de las “quintas” de los barrios Blanco, La Playa y Latino, por ejemplo, que se construyeron con los ‘pozos sépticos’ de entonces no fueron conectados a la red de alcantarillado, cuando comenzó a funcionar y, sin embargo, luego de varios años, las Empresas Municipales resultaron cobrándoles el servicio sin estarlo prestando, todo por cuenta de la norma que estableció el valor del servicio en el 50% del consumo de agua. Afortunadamente nadie se quejó y las Empresas pasaron incólumes este percance.

Finalmente, podemos decir que con el pasar del tiempo las peticiones se fueron cumpliendo, no para ese año, que lo único que se cumplió fue la construcción del Matadero Moderno, información que ampliaremos en esta misma crónica. La esperanza de tener un estadio de la categoría que merecía la ciudad de los cuarenta, se mantuvo toda vez que la petición era que continuaran con los trabajos de construcción y finalmente se dio al servicio en 1942, no totalmente terminado, pero sí habilitado para la presentación de algunos eventos deportivos.

Lo que sí se concretó durante ese año fue la puesta en servicio del Matadero Moderno, ese que algunos conocimos como La Pesa, sobre la vía que entonces conducía a El Salado y que más adelante se transformó en el sitio de mayor renombre de la Cúcuta de los años sesenta y setenta, y conocido internacionalmente por sus deslumbrantes bares y prostíbulos como La Ínsula.

El 16 del mes mayo se programó la inauguración del Matadero Moderno, obra de gran importancia para la ciudad, cuya construcción estuvo a cargo del ingeniero Emilio Gaitán Martín, quien estuvo muy solícito y dedicado hasta su terminación. La Asamblea Departamental dio luz verde al proyecto destinando los primeros aportes de cincuenta mil pesos, siendo Secretario de Hacienda don Nicolás Colmenares, continuando el apoyo de la Asamblea que gracias a ellos se logró el objetivo deseado.

A partir de ahora, el sacrificio de ganado se hará de conformidad con los más modernos procedimientos y con plena garantía de higiene. La solemne inauguración estuvo a cargo del entusiasta gremio de la pesa, quienes elaboraron un programa especial consistente en una becerrada y en una ‘ternera a la llanera’, fiesta a la cuál asistió un numeroso grupo de invitados.

La reglamentación del Matadero y la organización de esta renta corresponden a la gerencia de la Empresas Municipales que en ese momento estaba a cargo de don Ernesto Vargas Lara.

Y ya para terminar con esta parte de la crónica, mencionemos la historia de un concurso que quedó inconcluso. Lo que no puedo asegurar si se debió a problemas en la empresa o si fue por falta de información en los medios, pues no logré saber si el concurso finalizó y los premios prometidos quedaron en manos del público o si definitivamente no hubo ganadores o si se declaró desierto. El hecho es que no conseguí la información para cerrar la crónica así que digamos que se trató en un “concurso inconcluso”.

Veamos lo que sucedió: La Cervecería Nueva de Cúcuta S.A., dice el aviso publicado en el diario Comentarios, en enero del 41, con el objeto de encontrar un nombre bonito y apropiado para una cerveza que se está preparando, abre un concurso sobre las siguientes bases:

1. El nombre debe ser nuevo y apropiado para una cerveza Pilsen; 2. No debe estar protegido por patente alguna; y 3. Debe ser corto y de fácil pronunciación.

El concurso cerraba el 30 de marzo y debían enviarse los nombres de los participantes en sobre sellado y dentro del mismo sobre debía incluirse otro con el nombre del autor y su dirección.

La Cervecería nombró un jurado para determinar los tres mejores nombres y otorgar tres premios así: el primero de $60, el segundo de $40 y el tercero por la suma de $20. Sin embargo, por motivos que no fueron informados, antes de terminar el mes de marzo, el concurso fue prorrogado hasta el 31 de mayo.

Fecha después de la cual no se volvió a tener noticias. Pocos años después la Cervecería Nueva lanzó al mercado cucuteño la Sajonia Pilsen, una nueva marca que nos hace pensar en una posible relación con el concurso en mención. ¿Coincidencia?

Antes de finalizar 1941, llegaron a esta ciudad los reconocidos Trovadores Americanos, una pareja de artistas autóctonos de las tierras mexicanas, eran los hermanos Josefina y Alberto Contreras, embajadores del arte folclórico latinoamericano, reconocidos como los estilistas de la canción típica de los países del Centro y Suramérica, ya conocidos entre nosotros por los elogiosos comentarios que los principales periódicos del extranjero han hecho de su arte y conocidos en todo el continente.

Precedidos de ruidosos éxitos en los grandes teatros de Europa y del sur del continente, en particular en Buenos Aires, Santiago y Lima, en donde interpretaron, tangos, boleros, rumbas, cuecas, chacarreras y todos los aires musicales propios de cada país. En las diferentes ciudades donde se presentaron en Colombia, demostraron sus habilidades musicales cantando los ritmos populares nuestros que ahora serían presentados en la Perla del Norte.

Llegaron a Cúcuta en la primera semana de octubre y debutaron en el Teatro Santander el viernes 3 a las nueve de la noche y su debut estará combinado con la grandiosa superproducción protagonizada por las hermanas Lane, titulada Las Cuatro Esposas, una verdadera noche de cine y variedades aprovechando la primera noche del fin de semana, toda una novedad a la que estaba acostumbrado el público del Teatro Santander.

Otra noticia que trascendió, esta vez en los deportes. Se trató de la contratación de un entrenador de fútbol, como director técnico del equipo que representaría al departamento en los V Juegos Atléticos Nacionales que se celebrarán en la ciudad de Bucaramanga. El gobierno departamental, adelantó todas las gestiones tendientes a negociar con un verdadero conocedor del deporte del balompié, su vinculación para que este deporte resaltara en los próximos Juegos Nacionales.

El escogido fue el jugador ecuatoriano Eloy Antonio Ronquillo, de 25 años, natural de la ciudad de Guayaquil. Se inició como jugador en 1930 integrando el equipo ‘Panamá Sporting Club’ de segunda categoría, en la posición de ‘back derecho’, hoy asimilada como ‘defensa’, logró su ascenso a la primera categoría después de una exitosa campaña, en 1933.

En 1938 fue seleccionado por la Liga Nacional del Ecuador como integrante del equipo que concurrió a los Juegos Bolivarianos que se realizaron en Bogotá con motivo del cuarto centenario de su fundación. A finales de ese mismo año asistió como espectador al campeonato chileno de fútbol, donde ya se vislumbraba su predisposición a la dirección técnica.

En el 39, participó en el XII Campeonato Suramericano integrando la selección de su país, en la ciudad de Lima, y en ese mismo año, anduvo de gira con su club ‘Panamá Sporting Club’, en Cali. Encantado de la ciudad, con cuatro de sus compañeros de equipo se quedó para conformar el equipo que se llamó ‘Motorista’ que, en los ocho meses de vida, se mantuvo invicto en la región del Valle del Cauca. Hasta que a finales de ese año fue llamado para integrar el cuadro de los Millonarios, en plena época de ‘El Dorado’. En el equipo capitalino militó hasta cuando fue tentado por el gobierno regional.

En la primera entrevista con los medios, declaró que viajará a Bucaramanga con el equipo ‘motilón’ como siempre optimista, con la certeza de que el equipo rendirá sus máximos esfuerzos para que la afición del departamento se sienta orgullosa que la hayan representado como se merecían, y agregó que lo único que esperaba de los jugadores del seleccionado era que llevaran en alto el estandarte del deportista disciplinado.

Agradeció la magnífica acogida que le brindó la afición local, así como las palabras del presidente de la Liga de Fútbol y el apoyo que desde el primer momento le ofreció el Presidente de la Comisión Departamental de Educación Física.

Terminó la entrevista enviando un saludo a la prensa, a la afición cucuteña, a las ligas de los otros deportes y al gobierno departamental. Lo que nos queda en el tintero es conocer los resultados de la participación del equipo en este campeonato.


Nota del recopilador.- Tomado del libro El Deporte Cucuteño de 1900 hasta el 2000, de Alfredo Díaz Calderón, dice lo siguiente: ‘’El día 23 de octubre de 1941, es contratado Eloy Ronquillo como entrenador departamental. El futbolista internacional ecuatoriano, era el defensa centro titular del equipo Millonarios de Bogotá, que contaba en ese momento con varios jugadores extranjeros y que se había convertido en el primer equipo profesional colombiano.

Ronquillo se lesionó a fines de septiembre de ese año, y según el concepto médico, debía descansar del fútbol durante dos meses. Por ello, con el permiso del club Millonario, firmó contrato con la gobernación de Norte de Santander, para preparar y dirigir nuestra selección de fútbol en los V Juegos Atléticos Nacionales que debían realizarse en Bucaramanga del 11 al 27 de diciembre.

Esos juegos fueron un salto gigantesco para el deporte colombiano, porque el programa estableció competencias en 17 deportes, 6 más que en los juegos anteriores en Manizales. Para el deporte nortesantandereano también fue histórico, porque nuestro departamento presentó equipos en 3 competencias diferentes: 12 personas en basquetbol femenino, 12 en basquetbol masculino y 21 persona en fútbol. En total un representativo de 45 personas, y por primera vez no fue la delegación más reducida, como sí lo había sido en los cuatro anteriores Juegos Nacionales.

Se tenía una gran esperanza en el basquetbol masculino por la calidad individual y colectiva de sus integrantes: Toto Hernández, Toto Fuentes, Luis Ayala, Francisco Contreras, Ignacio Valderrama, Gustavo Castellanos, Moisés Barroso, Carlos Arenas, Víctor Vega, Hugo Uribe, Luis Moncada y Eustorgio Colmenares, pero fue una decepción al caer eliminados en dicha fase, al perder ante Boyacá y Magdalena. En cambio, el elenco femenino con las basquetbolistas: Gisela Porras, Aurora Sánchez, Rita Villalta, Teresa Cuberos, Luz Ramírez París, María Higuera, Magdalena Maldonado, Cristina Jurado, Delfina Maldonado, Ana Francisca Corredor, Aurora Barrera y Noemí Otero, fueron la gran revelación, llegando a la fase final y obteniendo el tercer puesto con medalla de bronce.

Para completar la satisfacción de los nortesantandereanos, los futbolistas: Lucio ‘Capino’ Andrade, Luis ‘Gallito’ Contreras, los hermanos Jorge y Félix García Medina, Onofre Prato, Julio Foliaco, Ricardo Sánchez, Elio ‘Belleza’ Velazco, Pedro ‘Palito’ Medina, Manuel ‘Turilo’ Dávila y Juan ‘Marranito’ Romero, dirigidos por Eloy Ronquillo, recibieron medalla de bronce y el trofeo por el tercer puesto, ante la presencia del presidente de la república doctor Eduardo Santos’’.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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