lunes, 17 de octubre de 2022

2137.- VIRGILIO BARCO ERA MUY ACTIVO Y BRILLANTE

Celmira Figueroa (La Opinión)

Carolina Isackson y Virgilio Barco Vargas


Betsy García Durán rememora pasajes de vivencias con Virgilio Barco Vargas, quien fue ministro, alcalde de Bogotá y presidente de la República.


Betsy García Durán se remonta a su niñez y grafica con palabras pasajes vividos con la familia Vargas en fincas de Herrán y en las casonas ubicadas en el centro de Cúcuta.

Y sin necesidad de tanto esfuerzo recita, como si fuera ayer, que su abuela materna Betsabé y la de Virgilio Barco Vargas eran hermanas y resalta la unión familiar. “Cuando la abuela de Virgilio quedó viuda, mi abuelo, el general Justo L. Durán, decidió llevársela para la finca, con los cuatro niños porque la casa era inmensa, tenía 14 habitaciones. Es decir, mi familia Durán se crio con los Vargas Durán”.

Esa relación se afianzó en el tiempo porque “mi mamá Francisca se crio con la mamá de Virgilio. Mi abuelo Justo L. Durán tuvo seis hijos. Y mi ‘tía abuela’ Julia tuvo cuatro hijos. Los 10 menores se criaron bajo el mismo techo”.

Ellos vivieron en distintos sitios y en distintas fincas hasta que se trasladaron a Cúcuta.

“Mi tía Julieta, la mamá de Virgilio, conoció a Jorge Enrique Barco, se casaron y vivían en la avenida 4 entre calles 10 y 11. Y nosotros vivimos, en una época, en la avenida 4 entre calles 12 y 13. Después nos mudamos para la avenida 3 entre 11 y 12. En ese entonces era el centro de Cúcuta. La casa de mi abuelo Justo L. Durán, calle 12 entre avenidas 4 y 5, se convirtió en el centro de reuniones familiares porque era inmensa”.

Y así sin dar tregua a la duda, pero sin recitar fechas, Betsy García Durán confiesa que su tía la crio durante los primeros seis meses porque su mamá se enfermó de paludismo y Julieta estaba criando a Alberto, el menor de los Barco Vargas. Ese tiempo justo, mientras su madre recobraba la salud. Ese lazo se hizo más fuerte con los Vargas y siempre iba a los paseos de la finca ‘La Siberia’, en Herrán.

Los paseos se intercambiaban con los Durán porque poseían las fincas ‘El Recreo’, ‘Ramírez’ y ‘Agua Blanca’.

Y como un relámpago que ilumina su memoria recapituló otro pasaje en la finca San Juan, donde nacieron Manuel José Vargas, quien fue ministro y gobernador; Julieta, la mamá de Virgilio, su tía Felisa y Luis Emilio. Pero también nacieron Miguel Durán Durán, gobernador y jefe del liberalismo; Alberto Durán, médico, y su tía Delina, mamá del poeta Jorge Gaitán Durán y del exministro Eduardo Gaitán Durán.

Betsy García Durán, Enrique Cuadros Corredor e Ivonne Cogollo.

‘Barco asumió de papá’

Betsy García Durán se deleita con recordar episodios de su vida que estuvieron entrelazados con la de Virgilio Barco Vargas. No solo por lo que significó para Colombia como presidente o ministro o alcalde de Bogotá, sino también como aquel exigente primo hermano que asumió el papel de ‘padre acudiente’ durante los tres años que vivió en Estados Unidos a donde viajó, cuando tenía 14 años, a terminar el bachillerato en el Academy of The Assumption (Mass Bay) en Wellesley, Massachusetts.

Lo admiraba y al mismo tiempo lo respetaba con ímpetu porque, afirma, nunca había tenido tan cerca a una persona tan activa, estudiosa, visionaria y brillante. Pero al mismo tiempo con la sensibilidad y el buen humor a flor de piel, a pesar de lo serio que aparentaba ser.

En ese entonces la mamá de Betsy, Francisca, le escribió a Eduardo Durán para enviarla interna a terminar el bachillerato y perfeccionar el inglés aprendido en Cúcuta. Sin embargo, cuál sería su sorpresa que en el aeropuerto la estaba esperando Virgilio Barco y Carolina Isakson, porque consideraron que por su juventud era mejor que pasara a vivir con ellos mientras se quedaba interna en el colegio.

Barco Vargas estaba recién casado y la niña María Carolina tenía un año de nacida. Desde entonces asumió su rol de papá y acudiente. “Me llevó al campo de verano y al despedirse me sentí tan sola y me puse a llorar”. Y esas lágrimas llenaron también los ojos de Barco. “Para calmarme me dijo: tranquila yo voy a venir y también te escribiré a menudo”. Y así lo hizo.

En sus cartas (que se han extraviado en los trasteos) la incentivaba a aprovechar el tiempo y a que aprendiera bien el inglés. Betsy le hizo caso y se concentró en escribir, leer y hablar de manera fluida el inglés.

Aprovechándose de su aventajada memoria aprovechaba los tiempos libres para reunirse, a escondidas, con compañeras cubanas y mexicanas para hablar en español. Esa queja llegó a oídos de Barco, quien le llamó la atención. Nunca más volvió a pronunciar una palabra en español.

Aunque recuerda con mucho cariño a Virgilio Barco, reconoce que era estricto y evocó un episodio que le ocurrió en Estados Unidos. “Había una fiesta y un grupo vino a la casa a recogerme y antes de salir, Virgilio me dijo: estás aquí a las 12:30. Llegué a la 1:00 de la madrugada. Al día siguiente sentó su autoridad diciéndome: cuando yo te diga a las 12:30 es a las 12:30”.

Su cariño por María Carolina se acrecentó más porque Carolina Isakson le llevaba a la niña al colegio mientras hacía compras. “La cuidaba con las otras niñas y las monjas”.

Después Barco y su esposa regresaron a Colombia y Betsy García se quedó a terminar su bachillerato interna.

La finca Ramírez

‘Barco era cachiporro’

Betsy García Durán continuó de lejos su relación con Barco. Incluso la aconsejaba hasta en los noviazgos. “Tuve un pretendiente conservador y Virgilio al enterarse me escribió una carta en donde me decía que no se metía en mis sentimientos, pero entre líneas entendí el mensaje”. Ese noviazgo no prosperó y más adelante, en una reunión familiar, Amparo Canal le presentó a Enrique Cuadros Corredor, con quien se ennovió de inmediato y al día siguiente se fueron para un paseo a Pamplonita. Tres años después contrajo matrimonio. “Fue amor a primera vista. Enrique se acababa de radicar en Cúcuta. Venía de Arboledas donde sacaron a su familia por ser liberal”.

Y Barco cuando supo de su nuevo noviazgo la felicitó por el solo hecho de que Cuadros era liberal. “Es que Virgilio era cachiporro a morir, liberal radical”.

A pesar de que Betsy García se había casado (el 30 de noviembre de 1961) con Enrique Cuadros Corredor, continuó apoyando a Barco en sus campañas políticas y recuerda que cuando fue nombrado Ministro de Obras se le rindió un homenaje y cuando se lanzó para la Presidencia de la República se fue para Bogotá y allá se involucró con un grupo de voluntarias para acompañarlo a los pueblos.

Virgilio Barco Vargas

Betsy García tiene presente la ceremonia de posesión de Virgilio Barco Vargas y durante su mandato (1986-1990) “nos llevó a la Casa de Nariño varias veces, invitados, algunas veces a almorzar”. Sin embargo, advierte que a Virgilio Barco le aburría la gente pretensiosa, que presumía, porque “él era muy sencillo, no vivía obsesionado con el vestir, y también se divertía en las fiestas tradicionales del ‘Día de los Locos’.

Se disfrazaba, bailaba y gozaba con todo el grupo. Carolina Isakson, su esposa, le festejaba todas sus locuras a pesar de no ser colombiana. Barco no sabía bailar, ni le gustaba tomar”.

Desde la óptica de Betsy García Durán su primo era brillante y muy activo tanto así “que cuando llegaba a casa y no tenía nada que hacer se ponía a regar las matas. Su capacidad de trabajo era inmensa”.

También lo cataloga como excelente esposo, hijo y hermano porque cuando su papá murió de cáncer, Virgilio asumió las riendas de la casa. Era el mayor de los hermanos. Le seguían Marina, Julia, Jorge y Alberto. “Y como papá fue alcahueta”.

Considera que partió muy temprano a la eternidad (20 de mayo de 1997), porque de lo contrario este viernes 17 de septiembre (2021) cumpliría 100 años de nacido.

Estadista singular (Eduardo Durán)

Barco fue un estadista muy singular. Después de una carrera académica doméstica, primero como estudiante del colegio Lasallista Sagrado Corazón de Cúcuta, y estudiante de la universidad Nacional, en donde adelanta estudios de ingeniería, se traslada al prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts en donde completó su ciclo, para regresar a su país.

Siendo un técnico de mucho prestigio en su campo, siempre tuvo la idea de asomarse a la política, y a pesar de tener una enorme influencia conservadora por parte de la familia Barco, él guardaba especial admiración por su tío abuelo, el general Justo L. Durán Gómez, quien era un héroe de la guerra de los mil días, y que se constituyó en un protector de toda la familia.

En la inauguración del establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad 
Carcelario de Cúcuta, en marzo de 1990, construido bajo la administración del presidente 
Virgilio Barco Vargas. En la gráfica de izquierda a derecha entre otros, el Tte. Abel Najar Sanabria, director de la cárcel, el gobernador Eduardo Assaf Elcure, Virgilio Barco Vargas, Presidente de la República, otras personas de la comitiva presidencial, y el padre Eloy Mora Peñaranda.

Las hazañas del general Durán y su lucha por la defensa de la democracia y de las ideas liberales, lo motivaron a proyectar su causa, y fue así como se asomó a la política, primero como defensor de las ideas de Gaitán y luego como opositor a la dictadura de Rojas, para posteriormente afianzarse como un elemento sobresaliente en su partido, que lo hizo ministro, lo llevó al congreso, lo puso a dirigir los destinos de Bogotá y lo proyectó en el campo diplomático, con sobresaliente desempeño.

Él como ingeniero, no era de agitar plazas públicas, pero sí de participar en asuntos programáticos, en estrategias para definir crisis y en idear escenarios para su partido y para el país. Ésta la razón por la cual estuvo en el centro de las definiciones, pues su criterio era creativo, certero y con enorme impacto.

Cuando se fue a definir la candidatura presidencial para el periodo 1986-1990, habían avanzado los acuerdos dentro del partido Liberal, para que Augusto Espinosa Valderrama fuera el candidato, quien encarnaba una larga trayectoria en todas las esferas del Estado. Espinosa se enferma gravemente y las directivas del partido ven la necesidad de mirar hacia una gran figura que rápidamente recogiera el criterio de la colectividad sin vacilaciones, y Barco fue el señalado, e inmediatamente elegido presidente de Colombia.

Llega no solo a imponer una tarea administrativa de grandes alcances, producto de su meritoria formación y experiencia, sino a enfrentar a los carteles de la droga que habían permeado el Congreso, y que con el poderío del dinero y de las armas tenían contra las cuerdas al país entero.

Barco, con enorme carácter, enfrenta la situación con sus mejores hombres, y después de sangrientas y dolorosas jornadas, logra entregar el país a su sucesor con un desempeño ejemplar en el manejo de la situación, asegurando una transición democrática y un parte de tranquilidad nacional.

Qué bueno recordar, el impacto de una obra política y de gobierno, que sin duda ocupó un sitial de enorme importancia en la historia del siglo XX.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

2 comentarios:

  1. Esta frase del artículo, creo que confirma el porqué yo conocí personalmente a Virgilio Barco Vargas, nada menos que en su despacho de Alcalde de Bogotá. Tal vez mi intrepidez juvenil aupada por el simple hecho de ser Cucuteño y porque mi mamá dizque era amiga de su familia, fui a parar en su oficina. Me atendió sin rodeos, sin recordar para qué lo había ido a visitar, pero su consejo fue..."estudie mijo".
    Siempre recuerdo y admiro su gestión como presidente de Colombia, sobre todo porque fue el pionero visionario del comercio con el continente Asiático, creo que ningún presidente había antes, vislumbrado y proyectado el futuro de Colombia hacia el Oriente.
    Y a propósito de ser adusto, siempre recuerdo una frase del columnista de El Espectador, Alfonso Castillo (Alkanotas) , cuando en una de sus tantas columnas escribió: -palabras más, palabras menos-, "Lo importante no es ser serio, sino serlo acerca de las cosas importantes... el mico tiene una seriedad que bien podrían envidiarle, pero se debe a la continua piquiña que tiene en su barriga..."

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  2. NOTA: Esta es la frase del artículo que no se copió al comienzo:

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