En Cúcuta 75 la gente lleva años esperando a que las entidades encargadas reparen las vías.
El barrio Cúcuta 75 fue construido con el esfuerzo de la comunidad que luchó hasta tener los servicios básicos como alcantarillado, acueducto y alumbrado público. El nombre de este sector de la ciudadela Juan Atalaya se dio en conmemoración al terremoto de Cúcuta, ocurrido el 18 de mayo de 1875, que destruyó gran parte de la capital nortesantandereana.
La historia del sector arrancó en 1972, cuando se independizó del barrio Palmeras debido a que docenas de familias de escasos recursos habían invadido parte de la zona y se agruparon para que no los desalojaran de sus nuevos hogares.
Palmeras quedó dividido en parte baja y alta. “Ese sector era muy grande y las familias comenzaron a llegar a construir en los cerros, por lo que se independizaron… Siempre ambos lados han sido unidos”, dijo Sonia Niño, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) de este sector.
De acuerdo con registros históricos, las primeras familias que habitaron el sector eran de bajos recursos y ocuparon terrenos baldíos. Se conoció que hasta hace 40 años esta zona formaba parte del barrio Las Palmeras. “El sector era muy grande y las familias comenzaron a construir en los cerros, por lo que se independizaron”, confirmó la junta comunal.
Líderes sociales explicaron que una de las personas encargadas de mantener el orden sobre las construcciones fue Ernestina Parada, recordada por su solidaridad y disciplina.
La lideresa comunal explicó que era una ‘mujer de hierro’, de carácter fuerte y corazón noble, fue la que controló el proceso de entrega de los lotes a las familias: Ernestina Parada viuda de Moreno.
Ella fue una matrona que se estableció en Palmeras y cuando Cúcuta 75 se independizó como barrio estuvo al tanto de la ubicación de las familias, debía haber un orden para que algunas personas no tomaran grandes terrenos, dejando a otras personas sin la posibilidad de construir. En otras palabras, la gestión de Ernestina Parada fue clave para que el barrio alcanzara un orden y las familias mantuvieran una convivencia pacífica.
Esta mujer es recordada por los vecinos más antiguos como una señora que daba consejos y segundas oportunidades, pero también reconocía las malas intenciones de la gente. “Ella era mansa, pero no mensa. Siempre tenía una sonrisa y le gustaba hablar con la gente, pero siempre estaba prevenida”, dijo un vecino.
Las obras que son urgentes
En Cúcuta 75 la gente lleva años esperando a que las entidades encargadas reparen las vías. Ellos esperan a que la Alcaldía de Cúcuta destine recursos para que el pavimento llegue hasta ese sector de la Comuna 8. “Esperamos a que en julio 2022 inicien las obras de reparación de unas vías del barrio…”, en su oportunidad indicó Sonia Niño.
La lideresa comunal añadió que esperan a que el parque Lineal Avenida Kennedy, que separa a los barrios Cúcuta 75 y Atalaya (primera etapa), sea restaurado. En ese espacio anteriormente las personas no se sentaban por la presencia de drogadictos y el mal estado de las bancas, la basura y que se podía prestar para que los atracaran.
Cuando La Opinión arribó hasta el parque en 2022, ubicado sobre la Avenida Kennedy, se evidenció que ya habían iniciaron las obras de restauración de ese emblemático espacio que hasta tiene el busto de Juan Atalaya.
El Teatro Atalaya
“Yo alcancé a disfrutar del Teatro Atalaya, cuando las funciones eran abiertas al público y también hacían actos de mimos y malabarismo, entre otros artes que ahorita son difíciles de ver. Lástima que haya cerrado sus puertas”, comentó Sonia Niño. Para la lideresa ha sido una lástima que Cúcuta 75, desde hace unos 20 años, se haya quedado sin ese claustro de cultura y arte, que terminó abandonado y se espera que lo tumben para construir un centro cultural.
El antiguo Teatro Atalaya se ubica entre las avenidas 20 y Kennedy, ha sido intervenido por grupos culturales que hace unos años emplearon el grafiti para pintar animales y colores que le ‘devolvieron la vida’ a la edificación abandonada.
Nadie le ha prestado atención al claustro, que solamente ha servido de hogar para docenas de gatos abandonados que se esconden del sol y la lluvia.
El sueño de los vecinos de Cúcuta 75 es que con el centro cultural el arte y la cultura renazca, “queremos que vuelva el teatro y la gente se sienta feliz en cursos o simplemente yendo a ver a los actores”, sostuvo Johana Contreras, habitante de ese sector.
¿La seguridad agoniza?
En la zona hay cinco frentes de seguridad conformados por vecinos que molestos por los atracos, la venta de droga y otras situaciones, se unieron para ser un refuerzo para la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).
Los frentes de seguridad sirven para alertarles a las autoridades en caso de un atraco o cualquier otro acto que perturbe la tranquilidad de la gente.
“Nosotros nos cansamos de la inseguridad y nos reunimos para que la gente se sienta segura, también el barrio tiene cámaras de seguridad monitoreadas las 24 horas por la Policía”, dijo un vecino.
Las 12 cámaras de seguridad monitoreadas por las autoridades las 24 horas han sido un soporte para la prevención de delitos e identificación de delincuentes. Hoy 2025, durante todo el año, la comunidad procura cuidarse mutuamente. Para ello, cuenta con grupos de WhatsApp y megáfonos con los que se alertan ante cualquier situación irregular.
Sin canchas, pero con colegios
Lamentablemente el barrio no tiene canchas, por lo que los niños y jóvenes deben desplazarse hasta los espacios deportivos de los barrios Los Almendros y Carlos Ramírez Paris, aunque allí funcione el estadio Centenario de Atletismo.
¿Por qué la gente no usa ese espacio deportivo? La respuesta es que allí no hay una cancha de fútbol o baloncesto, por el contrario, se practica atletismo o rugby, deportes que no son del gusto de muchas personas.
“El ‘cáncer’ del estadio Centenario de Atletismo es que, desde 2012 que se inauguró, no se planeó que fuera auto sostenible, por lo que poco a poco se ha ido deteriorando y es a los atletas a los que les toca pintar y reparar”, dijo la lideresa comunal.
Por otra parte, en Cúcuta 75 hay dos colegios: el Instituto Técnico Padre Manuel Briceño Jáuregui Fe y Alegría y la Institución Educativa Jaime Garzón.
En ambos planteles hay primaria y secundaria, los jóvenes se gradúan como bachilleres técnicos, gracias a las alianzas con el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) que tiene programas de media técnica a los alumnos de últimos grados.
Otros aspectos positivos
Este sector de Atalaya también es reconocido por su industria textil. Se conoció que en todo el barrio existen más de diez fábricas dedicadas a la elaboración de zapatos, pantalones y prendas ligeras. “La mayoría de locales surgieron como emprendimientos familiares hace unos 15 años (2010). Desde entonces, esta es una de nuestras mayores fortalezas”, destacó un comerciante.
Asimismo, vecinos informaron que la variedad de negocios en la avenida principal incentiva el crecimiento económico. Panaderías y carnicerías son los establecimientos más destacados por la calidad de sus productos.
Habitantes también resaltaron la buena convivencia entre la comunidad. Esta unión se evidencia especialmente durante la Navidad, cuando los residentes organizan novenas y decoran las calles del barrio.
Lo malo
Uno de los problemas que más afectan a Cúcuta 75 es la imprudencia vial de algunos conductores. Vecinos denunciaron que diariamente se observan jóvenes en motocicleta realizando piruetas y transitando sobre los andenes. Sumado a ello, expusieron que varias calles se encuentran en mal estado, lo que dificulta la movilidad.
Ciudadanos recalcaron que algunos parques y casetas han sido vandalizados, generando una mala imagen del sector. Señalaron que los causantes de los daños serían principalmente habitantes de calle. “Se han querido adueñar de ciertos espacios, duermen allí y consumen estupefacientes. La Policía y los vecinos hemos tenido que trabajar en conjunto para evitarlo”, expresó una residente.
En materia de seguridad, la comunidad manifestó que, aunque ha mejorado frente a años anteriores, aún se registran robos, por lo que consideran necesarios mayores patrullajes policiales.
Respuestas oficiales
Sobre los problemas de tránsito, la Secretaría de Movilidad de Cúcuta recordó que a diario realiza campañas de educación vial en distintos barrios de la ciudad. La entidad aseguró que, por lineamientos del alcalde Jorge Acevedo, el objetivo no es imponer la norma, sino primero generar conciencia mediante pedagogía dirigida a todos los actores viales.
Respecto al estado de las vías, la Secretaría de Infraestructura informó que actualmente interviene la comuna 4, por lo que la recuperación de la malla vial en Cúcuta 75 se programará para el próximo año 2026.
En cuanto a los habitantes de calle, la Secretaría de Bienestar Social señaló que no ha realizado intervenciones específicas en Cúcuta 75, pero sí ha llegado con jornadas de rehabilitación al barrio La Victoria y a la avenida Kennedy. La oficina aclaró que el ingreso a estos procesos es de carácter voluntario.
Por su parte, la Policía expuso que para esta zona se intensificaron los planes de vigilancia y control a fin de erradicar las amenazas que atenten contra la seguridad de los vecinos.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.







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