domingo, 10 de septiembre de 2023

2303.- LA CIUDAD EN 1913

Gerardo Raynaud (La Opinión)

Palacio de la Gobierno ya en construcción en 1916. Calle 14 con avenida 5. 
Comenzaron actividades de la gobernación la primera semana de 1919.

1.- La capital del recientemente declarado Departamento del Norte de Santander comenzaba a recomponerse luego de las desastrosas consecuencias dejadas por la devastadora Guerra de los Tres Años, como era conocida en ese momento. Una de las primeras gestiones que se realizó en ese año, fue la planeación de la construcción de una sede para el gobierno departamental, razón por la cual, las autoridades se dieron a la tarea de buscar un terreno sobre el cual se edificara el palacio de gobierno.

Para tal efecto, la Asamblea había expedido la Ordenanza 13 de 1913, mediante la cual se autorizaba al gobernador del departamento, en su artículo 49, para contratar con particulares, en las condiciones más ventajosas “…la permuta del solar destinado para la construcción del Palacio de Gobierno, o la venta de dicho solar…”.

Una vez el gobernador sancionó dicha Ordenanza y luego de las gestiones del caso, el Departamento compró al general José Agustín Berti el lote de terreno donde hoy se sitúa el conocido Palacio de la Cúpula Chata, por la suma de $6.700 oro, transacción que se efectuó mediante escritura pública 829 del 17 de diciembre de 1913, corrida en la Notaría Primera de la ciudad.

La construcción comenzó el 26 de enero de 1914 y fue dirigida por el señor Julio Lázaro quien había sido comisionado para el efecto mediante decreto No. 5 de ese mismo año. La cúpula que distingue nuestra sede departamental para cubrir el torreón del palacio fue encargada y comprada directamente a la empresa gringa United State Steel Products Company de Nueva York.

2.- Como parte de la modernización de la ciudad, las autoridades municipales por invitación de la comunidad, habían decidido remodelar la plaza Mercedes Abrego para honrar la memoria de la heroína, incluyendo el levantamiento de un monumento en el centro de la glorieta que resaltaba sobre un zócalo su esbelta figura.

Para entonces, este era el sitio donde se programaban y realizaban los festejos públicos.

La apertura de este nuevo parque se había programado para el 13 de octubre de ese año y por ende se hacía necesaria ubicar una nueva plaza con destino exclusivo a la feria y regocijos públicos anuales. Por tal motivo, el Concejo presentó una proposición en la que se lee: ”(…) designase una comisión compuesta del presidente de esta corporación, de uno de sus miembros, del alcalde y personero municipales, y de los señores José Rafael Unda, Manuel Guillermo Cabrera, Eduardo A. Contreras, y Carlos Víctor Silva, para que estudie e indique el sitio que sea más adecuado para la construcción de una nueva plaza de ferias y de regocijo públicos, consultando el mejor ensanche y ornato de la ciudad”.

Cumplida la tarea, la comisión rindió el informe correspondiente y con base en éste, el Concejo Municipal tramitó y aprobó el Acuerdo No. 29 del 1 de agosto de 1913 mediante el cual se dispuso “…la compra del terreno comprendido entre las calles octava y novena y las carreras tercera y cuarta de esta ciudad, en una extensión de cien metros de oriente a occidente y de 66 metros de sur a norte”.

El lugar era entonces conocido como la ‘Plaza del Samán’ y con anterioridad había sido autorizada la tala de los árboles que dificultaba la realización de eventos que ya comenzaban a desplazarse hasta ese lugar.

En septiembre, una vez concluido el trámite de adquisición del predio, el Concejo emitió el Acuerdo No. 44 del 29 de ese mes y año, en el cual se dispuso que a partir de entonces el lugar pasara a llamarse “Plaza del Libertador”.

Así duró hasta 1938 cuando comenzaron los preparativos para celebrar el primer centenario de la muerte del general Santander y el municipio donó a la nación parte del terreno para que se construyera una edificación que albergara las oficinas nacionales que no tuvieran en la ciudad, concluyendo en 1940 la construcción del edificio Santander e inaugurado el 6 de mayo por el presidente Eduardo Santos.

3.- Las festividades religiosas revestían gran rigurosidad e importancia en el pasado y más cuando alguna ciudad era objeto de designación para la celebración de un evento litúrgico o religioso.

Pues bien, se constituyó un gran honor para Cúcuta que las autoridades católicas nacionales celebraran en la ciudad las ceremonias religiosas del Gran Congreso Eucarístico Nacional, en septiembre del año en mención.

Aprovechando la ocasión, el Concejo de la ciudad dedicó buena parte de las sesiones de comienzos del mes anterior para dar trámite a varios Acuerdos. El primero de ellos, el No.35 de agosto de 1913, establecía un reconocimiento monetario para la realización del Congreso en estos términos: “…se aprueba para los gastos que ocasione en este municipio la fiesta religiosa que se verificará el 14 de septiembre de 1913, la suma de $400 oro”.

Y por el Acuerdo 36 del 20 de agosto, se acordó: “(…) dar una atestación solemne de fe, adhesión y acatamiento al Dios de la Naciones, fuente del poder y soberano de la sociedad y compartir el legítimo alborozo que, en el alma nacional despiertan todas las manifestaciones y festividades del homenaje eucarístico. Concurrir en cuerpo a los actos religiosos que en esta ciudad tendrán lugar con motivo del trascendental acontecimiento que va a celebrar la república cristiana”.

4. Para finalizar esta crónica se informa que desde comienzos de año fue puesto en servicio el trayecto de la carretera que une a Puente Barco con el puente San Rafael. Con recursos del Departamento y de conformidad con los planos y perfiles presentados por el ingeniero departamental, se procedió a la construcción de este tramo de la carretera “a objeto de ser viable el tráfico normal de los vehículos hasta el puente San Rafael”.

En la ceremonia de inauguración, estuvieron presentes las autoridades del departamento y del municipio; el trayecto mide 1.333 metros y se invirtieron en su construcción la suma de $10.220, cantidad votada por la Asamblea del departamento y adicionada con otros créditos por el gobierno del departamento. Con este tramo de carretera, el Departamento da inicio, por su cuenta, de los trabajos de la Carretera Central del Norte, entre Cúcuta y Pamplona.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario