Francisco de Paula Santander Villa del Rosario, 2 de abril de 1792 – Bogotá 6 de mayo de 1840 (48 años). Su infancia transcurrió en las haciendas de café, caña de azúcar y cacao que poseía su padre, quien descendía de una antigua familia de militares y funcionarios.
En 1805 viajó a Bogotá a estudiar en el Colegio Mayor de San Bartolomé (Bogotá). Obtuvo la beca bartolina en 1805 y el grado de Bachiller en Filosofía en 1808, casi culminando sus estudios de Derecho en la Universidad Santo Tomás, en el año 1810, cuando en las calles lo sorprende la Guerra de Independencia, luego ingresó al servicio militar el 26 de octubre de 1810 con el grado de subteniente abanderado en el Batallón de Infantería de Guardias Nacionales.
Santander ingresó como recluta voluntario en las patrióticas y ascendió a Subteniente Abanderado del Batallón de Infantería de Guardias Nacionales, el famoso Batallón 5.º de la Unión. Fue parte de la Inspección Militar, de la Comisión de Guerra en la Junta Suprema y colaboró con Antonio Baraya en la campaña del Norte y en la Guerra de la Federación contra las fuerzas centralistas de Cundinamarca después de haber anexado Mariquita a sus filas, siendo ascendido sucesivamente a Teniente y Capitán, en menos de un mes en 1812.
Fue herido y hecho prisionero durante la Batalla de San Victorino (9 de enero de 1813), por las fuerzas centralistas. Posteriormente Antonio Nariño lo libera para enviarlo a servir en la campaña de Simón Bolívar en el norte. En 1813, ya ascendido a Mayor, Bolívar le encomendó la defensa de los valles de Cúcuta, donde fue vencido por los realistas, aunque tuvo victorias a pesar de la inferioridad cuantitativa, defendiendo o recuperando los valles de Cúcuta y parte de Venezuela, hasta la batalla de Cachirí, donde mandó la vanguardia y la descubierta.
A pesar de su derrota organizó la retirada ordenada de sus tropas al mando, tras lo cual se vincula a la guerra en Venezuela haciendo toda la campaña del Centro hacia Caracas en 1818, además de hacer la campaña de Barinas, la Campaña de la Guayana o la campaña Apure, y contiendas como Fuerte Brión, hato del Yagual, Achaguas, Bancolargo, Guayabal, Calabozo, El Sombrero, La Puerta, Barbacoas, Acurén, Ortiz, el Rincón de los Toros y otras.
En 1813 Santander participó inicialmente en la Campaña Admirable en la que Bolívar inicia sus acciones en territorio venezolano. Santander permanece en la población de La Grita, que había capturado por asalto en el combate de Angostura de La Grita el 13 de abril de 1813, en apoyo al coronel Manuel del Castillo, quien se negó a seguir hacia Caracas.
Al final para evitar más discrepancias y por órdenes de Bolívar, le encomienda la defensa de los valles de Cúcuta. En 1814 se convierte en coronel, y desde 1816 participa en el repliegue del ejército libertador en los llanos, junto con varios oficiales y las tropas dando a una etapa de resistencia bélica, si bien al inicio dura poco en la comandancia de este ejército debido a la resistencia de los soldados llaneros a ser dirigidos por un militar ajeno a la región y que previamente había rechazado por considerarse incompetente para dirigir a los llaneros rebeldes a la disciplina militar.
Pero entonces, de acuerdo con el nombramiento de José Antonio Páez, enterró su espada en el suelo, declaró que prefería morir con ella enterrada antes que consentir que el nombramiento no fuera hecho adecuadamente y se ganó cierto respeto que también ganaría luchando al lado de Páez. Fue comandante de la segunda brigada de caballería, venciendo en la Batalla de El Yagual donde fue crucial, cargó violentamente, y asimismo lucharía lanza en mano en la campaña de los Llanos.
En 1818 es ascendido a general de brigada, y con experiencia como oficial de Estado Mayor y comandante, mandando entre otros los batallones “Piar”, “Apure” y “Bajo Caroní”, la segunda brigada de caballería o la primera división de línea del Bajo Caroní se le encomienda reorganizar las fuerzas en Casanare para la ofensiva final.
Después de las acciones y batallas de Paya, Gámeza y el Pantano de Vargas, donde fue herido al frente de las tropas, y el cruce del páramo de Pisba, con su ejército fue la pieza definitiva en el triunfo de Bolívar en la Batalla de Boyacá en 1819, donde rodeó al enemigo y lo persiguió evitando que pudiera reorganizarse.
Al final, el coronel español José María Barreiro se rindió ante el Ejército Patriota, del comandante Santander, ‘Héroe de Boyacá’.
En 1819 Santander ordenó fusilar en la Plaza mayor al general español José María Barreiro con 37 compañeros. Barreiro le envió a Santander su diploma e insignias de masón de alto grado creyendo que era hermano, pero el general neogranadino solamente respondió: “¡La patria por encima de la masonería!”.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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