viernes, 14 de octubre de 2011

19.- LOS MERCADOS LIBRES

Gerardo Raynaud

La caótica situación vivida a comienzos del 57 no sólo en Cúcuta, sino en el país entero a cuenta del desgobierno o la ingobernabilidad como se le dice hoy al ambiente de dificultades sociales y económicas generadas por la aplicación de políticas, normas y regulaciones erradas que generan desabastecimientos y carestías, obligaron la renuncia del gobierno central y la asunción de una junta de militares que orientara al país en la senda de la nueva democracia, tal como sucedió en el mes de mayo.

En la búsqueda de alternativas que permitiera solventar las penurias que azotaban la población en términos de abastecimiento, las administraciones locales se dieron a la tarea de emprender acciones de vigilancia en contra de los especuladores y acaparadores a quienes se perseguía sin mayores resultados. Ante estos fracasos, el recién nombrado alcalde Enrique Vargas Ramírez tuvo la idea de combatir la especulación montándoles competencia a los abusivos comerciantes y por tal motivo decidió permitir la instalación de los conocidos “mercados libres” que eran sitios demarcados y autorizados para la venta de los productos alimenticios de primera necesidad, a precios oficiales y con los controles sanitarios y fiscales fijados por el Estado, a disposición de los productores y fabricantes.

Después de un minucioso estudio sobre los lugares y las fechas en que se realizarían estos mercados libres para que llegaran equitativamente a la población necesitada, se definieron tres barrios y tres días que permitieran a todos los habitantes de la ciudad tener iguales oportunidades de abastecerse de los productos más necesarios para su subsistencia. Tales fueron el barrio Colsag cuyo mercado libre se realizaría los días sábado, el barrio San Rafael los martes y Carora los jueves; el mercado se desarrollaría frente al parque principal del barrio respectivo y el compromiso adicional era que los participantes debían dejar el lugar limpio de basuras y en el estado original en que lo encontraron. A manera de ensayo se decidió realizar el primero, como se dijo en el Colsag y de acuerdo con los resultados se evaluaría la ejecución de los demás.

El primer mercado libre se experimentó en el barrio Colsag el 13 de julio de 1957 a las seis de la mañana; los funcionarios del municipio y algunos efectivos policiales dirigidos por el alcalde estuvieron atentos para controlar el amago de saboteo que habían prometido los acaparadores y algunos expendedores del centro de la ciudad. La alcaldía había invitado previamente a todos los productores del departamento quienes asistieron con entusiasmo. Desde tempranas horas de la mañana se vieron llegar los camiones cargados con los artículos de consumo diario, convencidos que la medida para atacar las alzas y la especulación daría los resultados esperados.  El organizador aseguró que todos los productos allí vendidos lo serían al precio oficial y que  los vendedores no pagarían impuestos ni derechos de ninguna clase. Los productos, por esos días más castigados por la carestía, eran el azúcar, el arroz, la manteca y la sal, los cuales se ofrecieron sin restricción. El aumento en la venta de  frutas y verduras fue desproporcionada, al decir de los mismos productores, a quienes no les alcanzó lo que traían para vender. Una de las mayores y más gratas sorpresas fue encontrar carne de primera a $3.20 el kilo, cuando ordinariamente su costo era de $3.50; claro que se observó rebajas significativas en los precios de la papa, la yuca, el maíz y el plátano. Al término de la jornada el alcalde se mostró satisfecho de los resultados, a pesar de la desorganización presentada por la gran afluencia de personas, muchas más de las pensadas, pero que sirvió para que se consolidara el proyecto. Aún hoy, este mercado libre se cumple como tradicionalmente ha sido costumbre desde la fecha de su iniciación arriba mencionada.

Debido al éxito obtenido en el evento, se confirmó el próximo mercado libre  para el martes 16 de julio; en el lote adyacente al parque José Eusebio Caro en el barrio San Rafael, se desarrolló el segundo mercado libre de Cúcuta. Con la experiencia anterior las autoridades implementaron un plan especial de control para que los consumidores pudieran adquirir los productos de primera necesidad y que básicamente consistía en que los productos se venderían al menudeo y a lo precios fijados oficialmente. La carestía que por esos días azotaba al país se le atribuía al relajamiento de la moral comercial y a la falta de producción.

El ministro de Fomento, Joaquín Vallejo Arbeláez implementó una serie de medidas tendientes a promocionar la producción nacional deprimida por efecto de las normas que había establecido el gobierno anterior y que venían dando resultados positivos y contribuyendo a la mejora en el nivel de vida de los colombianos. Al igual que el mercado libre del sábado en el Colsag, los habitantes de los barrios aledaños lograron grandes economías en el mercado diario. La afluencia fue menor pero se le atribuyó a la fecha como factor de disminución y a que el sector era de menores ingresos; además coincidió con la fiesta de la Virgen del Carmen, razón por la cual, muchos conductores no laboraron; sin embargo, quienes ofrecieron sus productos se fueron satisfechos con sus ganancias y afirmaron que seguirían participando. Igual que en el caso del Colsag este mercado libre sigue funcionando los días martes y en el mismo sitio.

El tercero de los mercados libres fue el realizado en el barrio Carora el jueves 18 de julio. Igual a los anteriores, se inició a las seis de la mañana y la respuesta fue magnífica, al punto que por la afluencia de personas y la cantidad de productos ofrecidos se le denominó el “supermercado de Carora”. Según conclusión obtenida al finalizar el día, los precios fueron “considerablemente bajos” y hubo abundancia de productos que días antes estaban “desaparecidos” de los estantes como el azúcar, el arroz y la panela. Los funcionarios oficiales consideraron que la estrategia definida en estos mercados y continuando con el programa que el gobierno se había trazado, muy pronto lograrían acabar con el flagelo del acaparamiento y la especulación, demostrando que la carestía era un fenómeno inducido y artificial.

El segundo mercado libre del Colsag cumplido el festivo 20 de julio, superó ampliamente al primero y se consolidó definitivamente como el pionero y más exitoso experimento para combatir el alto costo de vida que azotaba en esos días a la población cucuteña.

Dado el éxito que el programa de los mercados libres tuvo en la ciudad y una vez consolidados los tres pioneros, los vecinos de los barrios del noroccidente de la ciudad solicitaron formalmente al alcalde su inclusión en el evento. Vecinos de Cuberos Niño, Cundinamarca, Circunvalación, Magdalena, Santander y Perpetuo Socorro se vieron favorecidos con la decisión del municipio al aprobarse la realización del mercado libre en la plaza del barrio Alfonso López a partir del día lunes 30 de septiembre y quedando establecido el día lunes para la marcha futura del programa.

En esa misma reunión se acordó, adicionalmente, cambiar de ubicación el sitio donde se venía desenvolviendo el mercado del Colsag, al parque frente a la Concentración Escolar Marco Fidel Suárez por presentar una mejor disposición, tanto para los vendedores como para los compradores, a partir del sábado 28 de septiembre. Anteriormente se llevaba a cabo en la Plaza de los Deportes.

En general, el programa fue tan exitoso que en el informe rendido al ministro Vallejo por la Cámara de Comercio, el 16 de septiembre, se le indicaba que el abaratamiento del costo de vida y la solución paulatina al problema de la escasez y la especulación en la ciudad, eran resultados tangibles de su aplicación.


Recopilado por : Gastón Bermúdez V.

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