viernes, 14 de octubre de 2011

27.- ILUSTRES DESCONOCIDOS

Ana Mercedes Suárez Ospina Jefa de Redacción (Investigación y redacción basada en el libro Hechos y Personajes. Una publicación del diario La Opinión. Año 2000. Recopilación hecha por Miguel Palacios).

Cúcuta, la siempre noble, leal y valerosa se enorgullece de ser cuna de personajes ilustres que pasan inadvertidos, pero que aportaron su grano de arena al fortalecimiento de la ciudad. Todos los días los cucuteños atraviesan lugares con nombres de seres ilustres, que no necesariamente fueron próceres como Francisco de Paula Santander, y es en estos sitios donde el nombre de ellos se repite en la mente de quienes los asisten, pero pocos los conocen de verdad. Camilo Daza, Erasmo Meoz, Rudesindo Soto, Manino Escobar, son sólo algunos de esos personajes que forman parte de la historia de la capital nortesantandereana y que su nombre está en distintos sitios de la ciudad, a manera de homenaje.

Camilo Daza Álvarez. Nació en Pamplona (Norte de Santander), se le considera el pionero de la aviación en el país. A los 12 años tuvo su primera experiencia con las alturas, cuando construyó un artefacto con dos alas y tela y lo hizo volar, encerrado en un galpón de su casa. Una de sus hazañas más grandes fue la de volar desde Cúcuta a Pamplona, acción en la que utilizó su audacia y pericia. En esa ocasión aterrizó en medio de un cerezo y evitó una tragedia. También voló a Salazar y Bucaramanga, registrando el mayor número de viajes aéreos en la década de 1920. Al aeropuerto de Cúcuta lo bautizaron con este nombre, en honor al primer nortesantandereano que piloteó un avión.

Rudesindo Soto. Los historiadores consideran como uno de los benefactores más importantes de la ciudad. Su vida la dedicó al comercio y a las actividades financieras, que le permitieron abrir negocios en Venezuela y Estados Unidos. Al lado de su esposa, Amelia Meoz de Soto, inició la recuperación del antiguo hospital San Juan de Dios (ubicado frente al parque Colón), por este hecho, recibió la condecoración Cruz de Boyacá, en 1938. La labor de Rudesindo Soto mereció que sitios de la ciudad llevarán su nombre, por ejemplo, el antiguo reformatorio de menores, ubicado en la calle 10 con avenida Cero, (hoy en día el parque al lado de Telecom), pero el más conocido es el hospital Mental, dispensario antituberculoso AMELIA, el nombre Amelia, puede pasar inadvertido, pero la labor de esta dama cucuteña estuvo ligada a la de su esposo, Rudesindo Soto. Amelia, era hermana de Erasmo Meoz. Amelia Meoz de Soto y Rudesindo Soto, no tuvieron hijos. Ella siempre estuvo al lado de su esposo en las obras sociales. Su labor a favor de las clases menos favorecidas, y la lucha por preservar la salud de quienes lo necesitaban, merecieron que el Dispensario Antituberculoso Amelia llevara su nombre, ella al lado de su compañero fiel, financiaron la obra. Infortunadamente, del Dispensario Antituberculoso (ubicado en el barrio Loma de Bolívar), solo queda el edificio en mal estado, porque desde hace años dejó de prestar sus servicios.

Erasmo Meoz . Nació en Cúcuta. Cuando cumplió 20 años, y años después del terremoto del 18 de mayo de 1875 que destruyó la ciudad, viajó a Venezuela, donde adelantó estudios de medicina. Regresó a su ciudad natal y de inmediato ejerció su profesión. Los primeros casos que atendió fueron los de la epidemia de fiebre amarilla, que en 1894, causó numerosos muertos. Fue médico del antiguo hospital San Juan de Dios, allí dio al servicio el pabellón de maternidad. Atendió a los heridos de la batalla de Peralonso (1899). Su labor al frente de la medicina mereció el reconocimiento para que el hospital de la ciudad, llevara su nombre.
 
Eduardo Ramírez Villamizar. Es uno de los cultores más reconocidos del Departamento. Nació en Pamplona, considerado una de las figuras de primer orden en la escultura internacional. Arquitecto de la Universidad Nacional, perteneció a la Escuela de Artes de este centro educativo, ganador en varias ocasiones del Salón de Artistas Colombianos. Escenarios como la Universidad Nacional, Centro de Convenciones, World Trade Center, Parque Nacional (Bogotá) tienen como atractivo sus esculturas. En Cúcuta, permanecen algunas de sus esculturas. Pero donde más se le recuerda, es en Pamplona, su tierra natal, donde el principal museo de esa ciudad, lleva su nombre.

Jorge Gaitán Durán. Las letras nortesantandereanas tuvieron mucho que contar a través de la pluma impecable del pamplonés Jorge Gaitán Durán. Sus primeros artículos fueron sobre crítica de cine. Pero empezó en forma cuando publicó el libro Insistencia en la tristeza, posteriormente vendrían, Presencia del hombre. Fue periodista, poeta, cuentista y ensayista. Otras de sus composiciones son: Asombro, Amantes, Sé que estoy vivo, Luz de mi carne, entre otras. Fundó la revista Mito, que generó la promoción de poetas colombianos, a la que se le llamo GENERACIÓN TRUNCADA. El puente que conduce al barrio San Luis, y el área cultural del Banco de la República de Cúcuta, llevan su nombre. Igualmente el Departamento, en su honor realiza cada año el Concurso Nacional de Cuento “Jorge Gaitán Durán”.

Elías M. Soto El maestro Elías Mauricio Soto, fue uno de los músicos que más glorias le dio a la región. Nació en una hacienda cerca de Cúcuta. Inició sus estudios de piano con los maestros Juan de Dios Bustamente y Julio Rueda. Formó parte de la Sociedad Filarmónica de Cúcuta, fue director de bandas de música de Norte de Santander. El tema más significativo es el bambuco Las brisas del Pamplonita, aunque la letra es del músico cucuteño Roberto Irwin, el maestro Soto se encargó de la música. Igualmente compuso valses, pasillos, entre otros. El homenaje que la ciudad le rindió a Elías M. Soto, fue bautizar el puente sobre el río Pamplonita, con su nombre. Este paso elevado tiene seis carriles y es el más amplio del Departamento.
 
Julio Pérez Ferrero. Nació en Cúcuta y vivió de cerca el horror del terremoto del 18 de mayo de 1875. Se destacó como pedagogo, periodista, historiador y educador. Perteneció a la junta que emprendió la construcción del ferrocarril. Estableció la biblioteca departamental, que lleva su nombre. El edificio funcionó primero en la calle Novena entre avenidas Tercera y Cuarta, frente al Parque Nacional, posteriormente los servicios de consulta se prestaron en la sede de la calle Quinta con avenida Tercera (antiguo Instituto de Cultura). En 2000 la nueva biblioteca, que se levantó en el antiguo hospital San Juan de Dios, entre las avenidas primera y segunda y las calles 12 y 13, abrió las puertas al público y es el resultado de una obra de restauración arquitectónica.
 
Arnulfo Briceño. El músico y abogado Arnulfo Briceño Contreras, nació en Arboledas. Mientras estudiaba derecho, en la Universidad Libre, en Bogotá, manejaba taxi y daba serenatas. Estudió pedagogía musical en la escuela de artes de la Universidad Pedagógica Nacional. Participó en los concursos Buscando una estrella, y Camino a la gloria. Su composición más conocida es Ay mi llanura, que le mereció el premio Centauro de Oro. De su repertorio forman parte: A quién engañas abuelo, Adiós a mi llano, Canta llano, Linda Cúcuta, Muchachita cucuteña, Amo, Fuiste tu, entre otras. Cúcuta le rindió homenaje con una escultura del maestro Ramón García-Herreros, ubicada en la avenida Libertadores con avenida Gran Colombia, y que se convirtió en la Glorieta Arnulfo Briceño.

Eustorgio Colmenares Baptista. Nació en Cúcuta. Estudió odontología en la Universidad de Antioquia. Tuvo afición por el deporte, especialmente por el fútbol y básquet. Fundador del diario La Opinión, al que le dio impulso y lo ubicó en uno de los primeros lugares, gracias a la implementación tecnológica. Renovó los equipos existentes. Se vinculó a la fundación de la agencia de noticias, Colprensa, y formó parte de la junta directiva de Andiarios. Murió asesinado en 1993, su muerte causó rechazo desde los estamentos nacionales y regionales. Este hecho aún permanece en la impunidad. El nombre de Eustorgio Colmenares lo llevan el Coliseo Menor, Colegio Municipal, El Salado, salón de juntas de la Gobernación, los auditorios de la Universidad Francisco de Paula Santander, Centrales Eléctricas y el Parque Infantil (Chinácota).

Manino Escobar. El entrenador Jorge “Manino” Escobar, es considerado el padre putativo del fútbol aficionado en el departamento. No se tiene un dato exacto del lugar y fecha de su nacimiento, pero tenía las características típicas del cucuteño: mamagallista y directo en el trato. Fue el pionero de los árbitros en Norte de Santander. Además era masajista y sobandero, también arreglaba balones. Vivió en la calle Quinta, entre avenidas Octava y Novena. Formó jugadores como Enrique “Terremoto” García, Luis Eduardo “Gallito” Contreras, Jorge “Chema” Méndez, entre otros. Tenía la fama que los equipos que entrenaba los ubicaba campeones. Como homenaje, la cancha de fútbol, contigua al estadio General Santander, lleva su nombre.


Recopilado por : Gastón Bermúdez V.

1 comentario:

  1. Realmente es importante tu aporte, sirve para reconocer una buena identidad sobre el desarrollo intelectual e histórico que dio lugar al nombre de diferentes sitios de importancia de la ciudad.

    ResponderEliminar