lunes, 10 de octubre de 2011

3.- LA CUCUTA DE ANTAÑO I

PARTE I/VI

Gerardo Raynaud D.

A la muy interesante crónica de la ciudad de antaño, escrita por el doctor Eustorgio Colmenares B., le quisiera adicionar algunos detalles que nos permitan ampliar la visión histórica de nuestra ciudad.

Transportémonos a la misma época de la crónica: años 60. Recordemos que por esas calendas era una ciudad (o pueblo) de 100 mil habitantes según la proyección del censo de 1951 y que efectivamente la economía de la ciudad giraba en torno al comercio con Venezuela de ahí que siempre nuestra preocupación ha sido el precio del bolívar.

A la sazón existía, guardadas proporciones, la actividad del cambio de moneda; pululaban los “cambia bolívares” sólo que la situación económica de los dos países era completamente diferente y por lo tanto la orientación de los negocios se desarrollaba de igual manera.  ¿Cuáles eran esas diferencias fundamentales del momento? La economía colombiana estaba restringida debido a sus bajos ingresos externos; los controles a las importaciones y el control de cambios no facilitaban las operaciones internacionales razones por las cuales la consecución de las divisas se hacía mediante compra en los bancos venezolanos que para ese momento no tenían restricciones de ninguna clase y los dólares se obtenían con relativa facilidad. Como quien dice, lo mismo que sucede hoy, pero al contrario.

Los venezolanos venían a Cúcuta por los años 60 con dos claros objetivos: de compras y a “parrandear”, de rumba diríamos hoy. Claro que para ellos (los venezolanos) no era tan fácil “pasar la mercancía” aunque  venían principalmente a comprar ropa. Recuerdo que en ese entonces los almacenes de más prestigio una vez cerrado el Rívoli de don Tito Abbo, quien se mudó a Maracaibo y que posteriormente sería el Almacén Ley, eran Los Tres Grandes y LECS, el primero en la calle doce, diagonal al Ley y el otro al frente del mismo Ley, pero sobre la avenida quinta, donde posteriormente se construyó el centro comercial del mismo nombre. Como la Guardia Nacional no les permitía pasar la ropa nueva, optaban por ponerse de a dos o tres pantalones, camisas, interiores, medias y todo lo que pudieran para no tener el inconveniente del decomiso o de tener que “darle una propina” a los guardias. Algunos se las ponían unas horas para que lucieran usadas, lo mismo que hacían con los zapatos, en especial con los Corona que eran los de más distinción y compra. Hoy todavía subsiste el almacén Corona de la avenida quinta, testigo mudo de estos acontecimientos.

En cuanto a lo segundo, una actividad desbordada por las candilejas, la música y las mujeres era el mayor atractivo para los hombres de nuestro hermano país quienes para muchos era el único atractivo de la ciudad. Pero en ese entonces La Ínsula era conocida internacionalmente. Traspasaba la frontera el reconocido Club Campestre no sólo por sus grandes instalaciones, con piscina incluida, sino por la cantidad y variedad de sus mujeres y que con el tiempo entró en decadencia dando paso al que sería el prostíbulo más grande de Colombia: La Casa de las Muñecas.

Sin embargo, esa “zona de tolerancia” que fue creciendo con las bonanzas hasta su extinción final no era la única distracción de los “machos” venezolanos. Aunque por esas fechas no se conocían las discotecas, que no tardaron en aparecer y que más adelante les contaré, sí habían bailaderos y el más famoso era ´La Ciudad Llanera´. La parranda, como se le decía entonces,  era en San Luis, metros adelante donde hoy queda Concretos Cemex. Allí se presentaban, en vivo, los más destacados artistas y las más reconocidas orquestas y por supuesto, la rumba era hasta el amanecer. Otro bailadero de menor atractivo, era ´El Boconó´ de propiedad de un italiano residente de muchos años en la ciudad, Mario Santaniello. Estaba ubicado en la entrada de El Escobal, por ese tiempo, inspección de policía de Cúcuta.

La otra zona de rumba, de menor categoría, pero igualmente concurrida por nuestros vecinos era el sector comprendido entre el puente de San Luis y la salida a Ureña (allí donde quedaba la Ciudad Llanera) donde pululaban negocios más pequeños en tamaño y en categoría.

Por último, estaban las “casas de citas” muy famosas y conocidas en la ciudad y visitadas, no tanto por nuestros vecinos como por los propios cucuteños, quienes llevaban allí a los visitantes “ilustres”, vinieran de donde vinieran.

La más famosa de la época era sin duda ´América Coronado´ con su “establecimiento” cercano al Camellón del cementerio por la calle doce. Otras muy conocidas y que perduraron con el tiempo fueron ´Olga Durán´ y ´Esther Mantilla´.

Finalmente llegaría la “rumba sana” con la aparición de las primeras discotecas. La pionera de las discotecas, como las conocemos hoy, fue ´Los Alpes´, ubicada en los altos de la Papelería Hispana en el edificio del mismo nombre y que hoy todavía existe en la esquina de la calle doce con avenida quinta. Diseñada al estilo de las que existían en el París de la época, un recinto pequeño con una pista de baile central y un discjockey que complacía a su público con la música de moda y unas pocas mesas alrededor de la pista. La idea fue implementada por el señor Servio Tulio Sánchez, un agente de viajes capitalino quien se enamoró de una de las hijas del dueño de la papelería, se casó y le montó la discoteca.

Posteriormente aparecieron otras dos discotecas, una que tuvo éxito resonante por su adaptación a las exigencias del momento, por su capacidad, su ubicación y por el buen balance de su música que fue ´El Socavón´, ubicado en un segundo piso de la calle doce entre avenidas quinta y sexta. La otra, batalló por hacerse a una buena posición, cosa que no logró por razones que desconozco y que sería interesante que alguien nos contara. Se trata de ´El Hipopótamo Rosa´ que estaba en el último piso de las instalaciones del Hotel San Jorge,  una cuadra arriba de la anterior.

Eran otros tiempos y las costumbres han cambiado, pero la rumba igual sigue.

Recopilado por : Gastón Bermúdez V.

1 comentario:

  1. Pregunto, quienes fueron los dueños fundadores de los tres grandes?

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