miércoles, 21 de noviembre de 2012

289.- LA TORRE DEL RELOJ


Gastón Bermúdez Vargas





Esta torre la encontramos en la calle 13 entre avenidas 3ª y 4ª. A principios del siglo XX, sobre la calle 13 (antiguamente llamada calle García Rovira), se edificó una casa de habitación "... construida en tapia, bahareque, teja de barro, madera rolliza y caña, de lo que aún conserva de esa época parte, con su correspondiente solar encerrado de tapias...", para la familia Colmenares Jácome, propiedad del señor Rafael Colmenares.

En 1923, la edificación fue adquirida por la empresa Eléctricas del Norte S.A., compañía encargada del alumbrado público de la ciudad, para convertirla en su sede. Esta construyó la torre de seis niveles, que aún conserva la edificación y que originalmente fue iluminada con bombillos tricolores, alusivos a la bandera nacional.

El diseño, la construcción y el embellecimiento de la fachada de la torre en 1930, fueron obra del maestro Crisanto Ramírez. Se caracteriza por la utilización de ladrillo tolete con repello de cal.

Se importó de Italia, para ser puesto en lo alto de la misma, un reloj que "... daba sonando las campanas que tenía, las horas, los cuartos de hora, las medias horas y los tres cuartos de hora..." y además tocaba el Himno Nacional colombiano, que evoca recuerdos y sentimientos patrióticos en la ciudad. Esta pieza fue importada por Andrés Fernández, entonces gerente de la Compañía.

El reloj de campana que le dio nombre a la torre, fue fabricado en Torino, Italia por la familia Miroglio, las campanas tienen inscrito: “Premiata fonteria de Poli Victorio Veneto Italia. Compañía Eléctrica del Norte -Cúcuta. MCMXXX”.

El reloj italiano consta de cuatro partes. La primera es la encargada de mover las manecillas, la segunda controla 8 campanas, la tercera da los cuartos de hora, y la última es el carrilón, que permite que suene el himno nacional. “Todas las partes están movidas por guayas, y trabajan por efecto de piñones.

Si bien es cierto que las columnas, balaustres, cornisas y capiteles de las fachadas, caracterizan la fuerza y orden del estilo de la arquitectura republicana, en su interior se observa un inmueble que nos traslada a la época colonial donde priman los calados y claraboyas que iluminan el ambiente adornado con la madera de sus diferentes escalerillas, pisos, puertas, ventanas y postigos.

Entre 1948 y 1960, el inmueble albergó las oficinas de las Empresas Municipales de Cúcuta-1948, Centrales Eléctricas de Cúcuta S.A.-1952 y las de Centrales Eléctricas del Norte de Santander S.A-1955.

Con la creación de las escuelas de arte dramático y de pintura en 1960, comenzó el uso cultural del edificio que fue oficialmente inaugurado el 24 de febrero de 1962, por el entonces presidente de la república Alberto Lleras Camargo.

El 12 de marzo de 1982, la casa Torre del Reloj fue declarada Monumento Nacional, según Resolución 002 y el 25 de agosto de 2003 mediante resolución N°1260 fue designada como Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional, por ser un ejemplo sobresaliente de arquitectura republicana en Colombia y uno de los hitos urbanos de mayor belleza y significado para la ciudad.

A partir de 1992 se iniciaron los trabajos de restauración integral del edificio, efectuados por la empresa Juan José Yáñez y Cía. Ltda. basados en el PROYECTO DE RESTAURACION (1989) elaborado por la Arq. María Teresa Vela Vicini, que culminaron en 1995. Posteriormente se han realizado obras pero más que todo de mantenimiento, y unas reformas en la parte administrativa y el auditorio. Las últimas obras de adecuación, mejoramiento y mantenimiento se realizaron con la empresa Unión Temporal Arkitorre 2015, y  las cuales terminaron en marzo de 2016.

Actualmente este inmueble es sede de la Secretaría de Cultura de la Gobernación del Norte de Santander y cuenta con espacios dedicados a promover las manifestaciones culturales de la región.


Fachada principal del inmueble.

Las puertas y escaleras con sus respectivos pasamanos, hacen disipar la monotonía de cada uno de sus niveles.

Pareciera que son vitrales, pero no. Es la madera hecha luz a través de sus ventanas.

Imponente y majestuosa se observa con vehemencia el estilo de la arquitectura republicana de la cúpula desde la parte posterior.

Los pesos y contrapesos que regulan los tonos de las campanas, se asoman en el techo del piso quinto.

Una de las ocho campanas italianas construidas especialmente para la electrificadora y que componen el engranaje del reloj.

Por las claraboyas del cuarto piso se divisa el entorno. Aquí, en primer plano, la capilla del ancianato y al fondo el cerro Tasajero.





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