LAS FIESTAS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO
Oscar Peña Granados
Leía despreocupadamente en las páginas del periódico del
domingo la crónica del triunfo del Cúcuta Deportivo que nos da la esperanza de
seguirlo viendo en la primera división, en la hoja siguiente en letras grandes
y a color el horóscopo despierta mi curiosidad.
Capricornio, mi signo zodiacal me dice: “No sabe si le
gusta la Navidad a pesar de que tiene recuerdos muy gratos de infancia cuando
seguía la magia a ojo cerrado y asumía una actitud devota frente al pesebre; en
esa época creía en imposibles. Hoy le parece que la Navidad dura demasiado para
favorecer intereses comerciales; en medio del furor de la compra, del toma y
dame, perdió su verdadero sentimiento que es renovar la fe en la humanidad, en
sus hombres y mujeres de buena voluntad”.
Pienso, ¿será que mi esposa está escribiendo el
horóscopo, o me estarán leyendo el pensamiento con algún nuevo aparato que se
inventaron los gringos?
Pasada la primera reacción de paranoia, se disparan mis neurotransmisores
y mi inconsciente me empieza a bombardear con imágenes, sonidos y colores de
pasadas navidades.
Navidad viene de Nativitas: nacimiento y es una
celebración del cristianismo para honrar el nacimiento de Jesús.
Sin embargo la fecha del nacimiento de Jesús ha sido
desde siempre origen de controversias, principalmente porque en los pueblos
antiguos del Oriente no se consideraba el nacimiento de una persona una fecha
especial digna de celebración o de recordación. Ante la ausencia de datos fidedignos
algunos aceptaban la propuesta de Orígenes de no celebrar el nacimiento de Jesús, pero a medida que el
catolicismo se fue consolidando fue necesario volver a estudiar el tema y
surgieron nuevas propuestas.
Inicialmente se aceptó la teoría de Basílides, líder de
una secta gnóstica semi cristiana, que proponía la fecha del 6 de enero,
influenciados por el hecho de que en esa fecha se celebraba la epifanía (del
griego epiphaneia: aparición) de Dionisos, Osiris y Aión y para esta secta la
continuidad de estos dioses con Cristo era parte de su doctrina.
Pero en el occidente de Europa comienza a tomarse como
fecha del nacimiento el 25 de Diciembre y en este caso también hay un
antecedente pre cristiano, el nacimiento de Mitra, dios solar de los persas traído
por los ejércitos romanos a Europa y cuya doctrina, el mitraísmo estuvo muy de
moda en la Roma del siglo II. Algunos principios como la redención y la
salvación de las almas fueron compartidos con el catolicismo.
Además en dicha época se celebraban las saturnalias
romanas, la fiesta del Sol Invicto y las fiestas del solsticio de invierno de
los pueblos bárbaros (ajenos a la cultura romana). Para nosotros que no tenemos
estaciones es bueno recordar que durante este período de doce noches, que va
desde el 25 de Diciembre al 6 de enero, las noches son las más largas del año,
siendo la del 25 de Diciembre la de mayor duración. Sin embargo estos pueblos la
celebraban como un anticipo del nacimiento del Sol y el triunfo de la vida sobre
la obscuridad.
Se atribuye al papa Julio I la institución de la fiesta
de la Navidad hacia el año 337 – 352 pero solo hasta el 440 la Iglesia celebra
como oficial la fecha del 25 de diciembre como el nacimiento de Cristo y en el
506 el Concilio de Agde la declara fe, esta obligatoria de la cristiandad.
Los dioses honrados por los romanos en esas fechas de
diciembre, Saturno y Mitra, eran bondadosos
con el hombre y en sus fiestas se trataba de hacer menos dura la esclavitud y
la pobreza, mientras que la mitología de los pueblos bárbaros (germánicos y
celtas) eran dioses mas crueles, amantes de la guerra. Esta mitología va a ser
luego utilizada por Hitler y Himmler para crear una seudo religión que
justifique sus crímenes.
Pero la filosofía mas trascendental, la que elimina por
completo las anteriores religiones y perdura a través de los siglos es la de
Cristo. Tiene principios como el de la igualdad entre los hombres, el amor al
prójimo como a sí mismo, la preocupación por los pobres, la tremenda filosofía que
encierran las Bienaventuranzas. Jesús es el opuesto a los dioses arrogantes, poderosos,
sanguinarios; predica poned la otra mejilla a quien te abofetee en lugar del
ojo por ojo, diente por dienten del Antiguo Testamento.
En medio de las injusticias de la Roma Imperial, su doctrina rápidamente se
extendió entre los grupos discriminados por su pobreza, su origen étnico o su
forma de pensar.
Aún en estos tiempos modernos, en nuestro país, algunos de sus
ministros en defensa de estos principios traspasaron la frontera de la legalidad
y olvidaron su enseñanza de no violencia: “guarda tu espada en su vaina, porque
el que a hierro mata a hierro muere”.
Pero entrando en temas más mundanos, la temporada de fin de año trae
para la mayoría de los estudiantes la maravillosa sensación de que ya no hay más
responsabilidades y que durante casi dos meses la única preocupación es cómo pasarla
bien.
Las responsabilidades son de los padres. No importa que el papá
reniegue porque al otro año subirá el predial sin que aumente la calidad de vida
de las ciudades, todo subirá porque sí, porque es otro año.
Acompañaba en esos días de vacancia (o vagancia) a mi madre a la ferretería
El Martillo que ella administraba para la sociedad familiar, soñaba con
encontrar alguno de los entierros de morrocotas que contaban los mayores había
dejado mi nono (nono como es costumbre del cucuteño, herencia de los
inmigrantes italianos) olvidados.
No los encontré, pero pude leer libros y periódicos de varios años
atrás, que un buen lector había dejado archivados. Me gustaba mirar a través de
la calle a una linda niña de cabellera rubia ensortijada y ojos verdes, que
igualmente pasaba sus vacaciones en la ferretería que quedaba enfrente, hasta
que una llamada de su padre protestando por mi inocente contemplación terminó
con mis días en El Martillo.
Las locuras fueron aumentando en gravedad a mayor edad, llegando a
las apuestas de quién era capaz de bañarse en la fuente de los Leones a la
medianoche y otras de mayor calibre. Otra esta sí sana diversión era la romería
para ver el pesebre del almacén Tito Abbo, donde queda ahora Ley.
Las costumbres que rodean las fiestas de la Navidad tienen también su
origen en esas fiestas paganas. En las Saturnalias se comía y bebía durante los
días previos, del 16 al 23 de Diciembre, terminando con un banquete mayor el
día 25. En Alemania y España el plato principal era el cerdo, hasta que los
españoles introducen el pavo, originario de México donde se llamaba guajalote.
En Cúcuta la reina de la mesa navideña es la hallaca, es un plato
típico de origen venezolano, que nosotros también disfrutamos como
manifestación de que para los pueblos no hay fronteras. Tiene su origen en el
tamal, que proviene de la palabra azteca tamal-li: envuelto, termino para
designar platos preparados con masa de maíz y que los españoles se encargaron de
extender por toda América.
Para algunos autores la variedad de componentes de su relleno tiene
su origen en que los esclavos rellenaban la masa de maíz con las sobras de las
comidas de sus amos europeos.
Igualmente es motivo de discusión el origen del término y su ortografía
(hayaca o hallaca), al parecer quiere decir envoltorio, bojote, atado y se ha
especulado con un origen árabe o de indígenas venezolanos, y alguien le encontró
origen guaraní.
Le han dicho “sinfonía multisápida”, “pan arcaico que se ofrece de
molde para recibir los mil sabores de la mesa europea”, pero quien mejor la
describe para mi gusto es Arturo Uslar Pietri, político y literato venezolano,
el que llamaba a los seguidores de sus programas de historia en Radio Caracas
TV sus “amigos invisibles”. El dice: “”Nuestra hallaca, ...es como un epítome
del pasado de nuestra cultura...
En su cubierta está la hoja del plátano. El plátano africano y
americano, con el que el negro y el indio parecen abrir el cortejo de sabores.
Luego está la luciente masa de maíz. El maíz del tamal, de la tortilla y de la
chicha, que es tal vez la más americana de las plantas...En la carne de
gallina, las aceitunas y las pasas está España en su historia ibérica, romana,
griega y cartaginesa... En el azafrán que colorea la masa y en las almendras
que adornan el guiso están los siete siglos de invasión musulmana...Y la larga
búsqueda de las rutas de las caravanas de la Europa medieval hacia el Oriente fabuloso
de riquezas y refinamientos está en el punzante y concentrada brevedad del clavo
de olor”.
Yo añadiría que al desnudarla de su verde vestimenta y aspirar su
aroma se adivina qué tanto placer nos va a dar. El primer golpe de tenedor es
definitivo, si nos dice que la masa tiene la textura necesaria nada nos va a
separar de ella, hasta el último garbanzo.
Por ella he esperado en El Dorado la llegada del vuelo de Cúcuta sin
importar la hora, no era el único, año tras año se repetía el grupo de cucuteños
preguntando por la caja donde venían las hallacas para el 24.
También en tiempos antiguos se bailaba y escuchaba buena música. En nuestras
épocas de juventud el maestro Billo creó unos discos y adaptó otros para su
orquesta y para bailes, los del Club de Cazadores. Iniciaban digo yo pues no sé
si aún sea así el 16 y cerraban el 23 las novenas, el 31 era el baile de fin de
año y el 6 de Enero el de disfraces. Con mis primos Granados (mis nonos fueron prolíficos
y algunos de mis tíos, por lo que hay Granados de todos los colores, tamaños e
idiomas) compartíamos animadas mesas y alguna que otra locura como terminar la
fiesta en la piscina.
La gaita zuliana es otra de mis preferidas, el sonido del furruco, la
tambora y el cuatro me llenan de recuerdos. En el alma de muchos habitantes de
la frontera hay un cariñito por el otro país, por eso no dejo de mirar la
bandera tricolor con estrellas que ondea en la embajada de Venezuela, cuando
paso por la Séptima todos los días, rumbo a mi trabajo.
Los villancicos, el árbol de navidad y el intercambio de regalos son
costumbres igualmente de tiempos antiguos. Por ejemplo el árbol tiene su origen
en la región de Alsacia, cuentan los historiadores que “en los tiempos paganos,
en las fiestas de Jul, celebradas a finales de diciembre en honor del retorno
de la Tierra hacia el Sol, se plantaba ante la casa un abeto del que colgaban
antorchas y cintas de colores”.
El árbol no es solo de origen germánico: Virgilio nos dice que en
Roma, durante el periodo de las saturnalias, se colgaba en una plaza pública un
árbol cargado de juguetes.
A Papá Noel se le discute un origen nórdico y para otros tiene
igualmente origen en la región de Alsacia y Lorena, su imagen moderna la
debemos a los creativos norteamericanos de una bebida muy conocida.
Como decía una propaganda antigua de la TV, recalcando la
universalidad de las fiestas: Feliz Navidad, Bon Natali, Merry Christmas,
Christmas omedeto, Sretan Bozic.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.

No hay comentarios:
Publicar un comentario