martes, 15 de octubre de 2013

461.- ESQUINA CALIENTE PARA EL COMERCIO: DE B. PIOMBINO & CIA. AL ALMACEN EXITO



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Almacén de Tito Abbo

Almacén LEY

Almacén Éxito


En la esquina noroccidental de la avenida 5ª con calle 12, a solo una cuadra larga del parque Santander, sobre la avenida quinta, se construyó la casa que fue bautizada con el nombre de B. Piombino & Cía en 1854 y “20 años después quedó en firme su establecimiento local”. Los primeros accionistas vinieron del reino italiano: Bartolomé y Miguel Piombino y Pedro de La Torre. Eran oriundos de Génova, la misma tierra de Cristóbal Colón.

Esa brújula innata de explorar los condujo a la incipiente Cúcuta convirtiéndose en los primitivos fundadores de esa casona, de la considerada esquina caliente para el comercio. En sus primeros años se dedicaron a la importación y venta al mayor y al detal de telas de procedencia italiana y otros países.

A finales de 1874 cambió el rótulo y se denominó Chiossoni Bruno & Cía con los aportes de los señores Miguel y Eduardo Chiossoni con David y Benedicto Bruno. Un tiempo después con la incorporación de Pedro y Vicente Lagomagiore para quedar con el nombre de Bruno Lagomagiore & Cía. En 1875 sobrevino el terremoto.

Más allá, de 1890 a 1895 la firma se trasformó en Lagomagiore & Cía, con esta denominación asumieron la gerencia dos nuevos socios. Víctor Bisagno y Ricardo Oliva; y ahí el nombre de Bisagno Oliva & Cía hasta 1902, cuando asumió la gerencia Luis Lelio Reppeto para quedar el rótulo comercial como Reppeto & Cía y de ahí duró hasta bien pasada la guerra de los Mil Días. Cuando ocurrió la muerte repentina y extraña del socio Reppeto, el 15 de abril, tomó la dirección de la casa Eduardo Rivoli. Quedó registrada, entonces, bajo el nombre de Rivoli & Cía..

En 1924 se asoció el distinguido ciudadano italiano Tito Abbo, procedente de su residencia de Rubio, Venezuela. El rótulo sufrió otra metamorfosis: Rivoli Abbo & Cía hasta 1944 cuando fue incorporado uno de sus dos hijos de nombre Tito. Su otro hijo Guillermo Abbo Fontana se incorporó a la casa como socio al lado de su padre.

Con estos dos socios la firma quedó llamándose Tito Abbo Júnior & hermanos. Así se registra en la monografía del municipio de Cúcuta escrita por Luis Gabriel Castro. Ese negocio tomó tanto prestigio que no sólo se dedicaban a la venta de mercancía importada, de finas marcas de brandy, sello rojo, sello negro, vinos franceses, españoles, aceite de oliva italiano, sombreros, encajes, perfumes, cosméticos, electrodomésticos, sino también que servía de banco a los prósperos exportadores de café, como lo rememora Héctor Ibáñez, quien fue gerente de ventas durante doce años.

Hoy (2007) Héctor Ibáñez con 89 años de edad a cuestas, dice que en esa época la ciudad era pequeña, pero con mucho movimiento. Donde hoy se levanta el Lecs eran las bodegas de Abbo. Recuerda Héctor Ibáñez como hoy, ese 1 de julio de 1957, cuando el rótulo volvió a caer y fue remplazado por las tres letras del primer dueño Luis Eduardo Yépez, LEY. Ese fue, también, un gran acontecimiento. Aunque el almacén de cadena adquirió el local con toda la mercancía, cinco años después, marcó el hito de ser el primer supermercado de Cúcuta de autoservicio.

Esta fotografía corresponde al cóctel celebrado con motivo de la inauguración de Almacenes Ley de la avenida quinta, hoy Éxito. Esta era una de las edificaciones más bellas de la ciudad para la época y era de propiedad de don Tito Abbo. A la celebración asistieron importantes personalidades de la gobernación, de la Diócesis, del comercio y de la banca. En ella recordamos de izquierda a derecha: Amílcar Vergel Cabrales, Ricardo Mendoza, Sixto Jaramillo C. y Luciano Jaramillo C., entre otros

Allí permaneció Don Héctor sólo seis años porque alzó “tolda” aparte en la calle 11 con avenida 5 esquina, donde hoy es Davivienda. Abrió su propio almacén, “Tony” que permaneció al servicio dos décadas hasta que decidió irse al buen retiro, pensionado.

Daniel Hernández laboró en el LEY desde 1959, dos años después de estar funcionando, hasta 1964. Después se convirtió en socio del almacén La Corona, a pocos pasos del LEY, sobre la avenida quinta, y hoy es su propietario y gerente. Empezó como jefe de bodega y terminó como sub administrador. “El LEY adaptó la estructura que era de un solo piso a supermercado, porque antes eran por secciones con vendedoras”.

El almacén sufrió dos incendios: uno, el 11 de julio de 1965 y el otro, el 3 de marzo de 1988 a las 8:03 minutos de la noche arrasando con las instalaciones. Además el domingo 17 de mayo de 1992 fue objeto del terrorismo y una bomba volvió a “borrar” la fachada.

“Don Julio” (festejo de aniversario) cumplió la misma edad del almacén, 50 años, y a comienzos, Hernán Berrío Cadena, un inquieto trabajador que también salió pensionado, encarnó esa figura que lucía sombrero negro y smoking. Berrío Cadena se defiende hoy en día con su negocio de llaveros, agendas, gorras, tapetes y demás prendas publicitarias.

Ibáñez recuerda que la vez que los representante de la cadena LEY brindaron dijeron una frase muy sabia que hoy recobra vida: “Que el LEY sea todo un éxito”. Y así, cinco décadas después, viernes 6 de julio, la otrora casa de la esquina de la avenida quinta con calle 12, que dio albergue a famosos negocios volvió a cambiar de rótulo: EXITO.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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