lunes, 9 de diciembre de 2013

490.- DESPUÉS DE 200 AÑOS, “JODIDOS PERO CONTENTOS”



Hugo Hernán Pérez Amador

¿Cúcuta se industrializa?

Es gloria en la historia, fue grande en el comienzo de la Gran Colombia, fundamental en el desarrollo de la moderna nación, cuna de próceres, madre que dio a luz los más  ambiciosos logros,  ahora rezagada en el desarrollo, relegada en la puerta del siglo XXI, se le niegan sus más elementales derechos;  el verdadero Santander (Norte de Santander) abrió sus puertas a propios y extraños  fue ocaso polo de desarrollo y  pujanza de la unión y  la visión de Colombia.

Sumida en el desgreñó,  la corrupción de su clase dirigente, el conformismo de su gente, aislada del resto del país, víctima de vergüenzas como la de la promesa de Gramalote, burlada con la promesa de su presidente  de convertir a Cúcuta en  Zona  Libre, engañada mil veces  al serle impuesta dirigentes extranjeros que solo buscan su cuarto de hora.

¿En qué momento  nos desviamos del rumbo pujante y soberano? ¿En qué momento  perdimos el horizonte que nos condujo  a  la etapa oscurantista que vivimos? En departamento de tercera categoría, en una ciudad capital relegada al subdesarrollo, con los más elevados índices desempleo y  ocupación  informal, bajos niveles de comercio,  pobres  niveles de exportación, nulo nivel de industrialización, bajos niveles de educación de su gente.

Mira a su derecha esperanzada en  un bolívar que no volverá a ser el mismo, al menos en los próximos 20 años, súplica al nivel central  migajas de pan  para que  alivien  su  precaria  situación.

Sus dirigentes se pavonean orgullosos de sus logros personales  en pedestales que  alcanzaron a razón de mentiras hacia  su electorado, en otros casos  le impusieron una clase dirigente  vergonzosamente incompetente y foránea  como para relegar más sus posibles logros.

El diagnóstico es desalentador la peor infraestructura vial del país, una de las peores gestiones  de la red hospitalaria en los últimos 10 años,  el Hospital central Erasmo Meoz quebrado hasta el tuétano, convertido en la lechera de los políticos de turno, los hospitales  municipales degradados al nivel de puestos de salud, las sedes principales de los Bancos  y EPS sin representación de los  nortesantadereanos y cucuteños,  los foráneos se han ubicado en las principales gerencias de cuanta institución se encuentra representada en Cúcuta,  todo esto refleja  el conjunto de cosas que nos está dejando en los últimos lugares de desarrollo.

Pero existe  solución…

Lo primero recuperar nuestra identidad, creer en lo nuestro y en nuestra gente antes que en el foráneo.

Lo segundo, trazar nuestra hoja de ruta para el departamento y la ciudad capital a cinco, diez, veinte y cincuenta años, de tal manera que conozcamos nuestro rumbo y las metas definidas por nosotros los nortesantandereanos y cucuteños.

Lo tercero  propiciar por el cambio inmediato de la clase dirigente, si, el cambio en  el Senado, La Cámara, La Asamblea Departamental, los concejos, las alcaldías, ya está probado que no  está comprometida la clase dirigente actual con el desarrollo de la región.

Olvidar que la subida del Bolívar es nuestra salvación, no  va ocurrir…

Innovar, implementar planes de gestión inmediato encaminado preparar nuestras  instituciones públicas y privadas  a  la venta de  turismo, bienes y servicios.

Convertir nuestras ciudades Cúcuta, Pamplona y Ocaña en ciudades universitarias por la excelencia en  su oferta.

Desarrollar el sector salud para que en el  mediano plazo preste unos servicios de excelencia orientados a vender estos  a nivel local, nacional  exportar servicios de salud.

Convertir al Catatumbo  y a Cúcuta en  el polo del desarrollo industrial,  es envidiable   la riqueza contenida   en esta región,  una extensa reserva  carbonífera  de la más alta calidad internacional, el potencial  minero y energético, la creciente disposición de cultivos energéticos  principalmente la palma africana, incentivar renglones como el cultivo de peces como la cachama   para el consumo  local y de  extensión nacional, el desarrollo de la ganadería entre otras líneas de desarrollo para lo cual se hace indispensable  las vías  de primera calidad.

Convertir a Cúcuta en la vitrina comercial del oriente colombiano  con precios competitivos y  con oferta de productos de calidad,  el potencial es inmenso si  se cuenta con una zona libre  y zonas francas desarrolladas, en el futuro no lejano Venezuela  se verá en la necesidad de surtirse de  bienes  e insumos  de calidad , pero debemos prepararnos para asumir este reto. Seguir desarrollando los sectores industriales  como el cuero, el sector textil y cerámicas  buscando mercados sostenibles.

Son muchos los campos de acciones posibles y viables además de sostenibles para  que la región despegue a los retos del nuevo milenio. Fundamentalmente creer en lo  nuestro nos  abrirá las puertas a un mejor futuro.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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