miércoles, 8 de enero de 2014

505.- PADRE JUAN IGNACIO LATORRE CHACÓN



somoslarevista.com / Juan Pabón Hernández


El 30 de diciembre de 2012, la recién pintada capilla de “La Milagrosa”,  estaba especialmente decorada con jarrones dorados y anturios rojos. La Eucaristía, oficiada por el sacerdote  Juan Ignacio Latorre Chacón, con 52 años de ejercicio pastoral, fue muy alegre hasta que con nostalgia contó el impacto recibido después de 10 años de estar oficiando en la capillita, y se enteró a través de los medios de comunicación, que por “viejo”, sería enviado como confesor de la Catedral.

La noticia no gustó ni a fieles ni al sacerdote. Los primeros aducen que se sienten a gusto en la misa oficiada por el Padre Latorre, a quien han seguido en distintos lugares a donde lo han enviado porque se ha convertido en el amigo y consejero de todos. El segundo porque cuando llegó por primera vez a “La Milagrosa” hace 10 años, no iban sino como 10 personas a misa y poco a poco fue ganando a sus feligreses quienes diariamente copan la capacidad del pequeño templo.

Conversamos con los protagonistas de la noticia y  la decisión tomada por la curia diocesana de Cúcuta, cayó como un “balde de agua fría” entre los fieles que día a día asisten a la Eucaristía en la hermosa capilla. “El padre nos manifestó que es decisión del obispo de la Diócesis de Cúcuta, Julio Cesar Vidal, trasladarlo a la catedral San José para que se desempeñe como confesor. Sin embargo, él no se quiere ir y la comunidad que asiste diariamente a sus celebraciones eucarísticas teme que se pierda el trabajo ejecutado”, es el decir de quienes asisten. De igual manera, el sacerdote dice que acatará a decisión de su Obispo pero que le gustaría quedarse hasta que sus fuerzas fallen, acompañando y guiando a su grey. Aseguró que no se siente ni enfermo ni viejo y que el cambio a la Catedral como confesor si puede afectar su salud por su reciente neumonía.

Por su parte, Monseñor Julio César Vidal sostiene que la decisión está tomada y que “es normal que la comunidad se resista y que el sacerdote se encuentre amañado y no se quiera ir, pero en la Catedral estará bien atendido y lo necesitamos allí”, adujo el Obispo.

Ante la noticia que al parecer no tiene regreso, comenzaron a recoger firmas para solicitar la revocatoria de la decisión. Muchas personas mostraron su inconformidad y dijeron, no volverán a la capilla de “La Milagrosa” en protesta por la forma como el sacerdote recibió la noticia a través de los medios la cual les pareció ofensiva, aduciendo, lo sacaran con el argumento de que es “viejo”.

Lo cierto es que el Padre Latorre ya no permanecerá como sacerdote de “La Milagrosa”, a no ser que a Monseñor Vidal se le ablande el corazón y decida dejarlo una temporada más como es el querer de los fieles quienes diariamente a asisten a la Eucaristía. En su reemplazo fue asignado el padre Onofre Peñaranda, quien según el Obispo es un honorable escritor, más joven y quien seguramente podrá atender mejor a los fieles que asisten a la capilla.

Juán Pabón Hernández haciéndose eco de los feligreses solicita una reconsideración a la decisión:

Aún recuerdo la vieja capilla de Las Vicentinas, con su almacén vecino del voluntariado de damas, tan juiciosas; entonces, así se concentraba la labor pastoral: en la actividad misionera de las monjas y el trabajo dedicado de sus benefactoras.

Capilla La Milagrosa, Esquina Av. 1ª calle 15, barrio La Playa

Lo que no recuerdo es cómo se produjo el cambio y se dedicó a la Virgen de la Medalla Milagrosa: quizá porque comencé a asistir a misa allí cuando trasladaron al padre Juan Ignacio Latorre. Lo había conocido antes, en otras parroquias, como en Guaimaral, por ejemplo, con su clásica manera de conducir a la feligresía y un comportamiento amable y generoso en su atención a la gente.

Debo comentar que su forma de vestir, clásica también y muy de acuerdo con su condición de pastor, además de su conducta sosegada y siempre servicial, atrajeron a muchos. Porque a los fieles nos agradan los sacerdotes que conservan esa dignidad, tanto en la forma como en el fondo.
Entonces comenzó a crecer la capilla y se fue proyectando como un sagrado recinto para la devoción a la santísima Medalla Milagrosa, y la gente fue ayudando y todos estábamos contentos, porque la sensación de visitar el santuario nos dejaba constantes aportes de espiritualidad, sencillos, sin tantos aspavientos, así como es el padre.

El padre Juan Ignacio Latorre Chacón (foto 1967), hermano de Humberto Latorre Chacón ex-gobernador del Departamento.

Ahora me entero de que ha sido trasladado como confesor a la Catedral de San José; la verdad, no me parece justo, porque se subvalora así una entrega de tantos años al ejercicio de su apostolado y, en especial, la gran obra realizada por el padre Latorre.

Si el voto de obediencia es obligatorio, también lo es el de reconocer su condición de ejemplo sacerdotal, por cuanto tiene aún mucho para dar a sus fieles. Con gran respeto por el obispo y por todos los órdenes de dirección diocesana, me convierto en eco de la pena de todos los asistentes a la Medalla Milagrosa, para solicitar una reconsideración. Es distinto con los otros traslados, con sacerdotes que todavía están en disponibilidad para ir y venir: pero con el padre Latorre hubieran podido darse las opciones y las excepciones para dejarlo continuar su maravillosa labor.

Lamentablemente no fue posible revertir la decisión, y una vez cumplida la fecha establecida el padre Latorre hubo de dejar la capilla de la Santísima Medalla Milagrosa. 



Nota.- El Padre Juan Ignacio Latorre Chacón nació en Pamplona, estudiando su secundaria en el Seminario Menor y ordenándose de sacerdote en Teología y Filosofía en el Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino de dicha ciudad el 28 de febrero de 1960. Falleció en Cúcuta el 15 de agosto de 2017.  



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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