jueves, 13 de noviembre de 2014

665.- ASÍ ERA EL POS TOCHE, ANTES DE LAS EPS



Jorge Enrique Báez Vera

POS: Plan Obligatorio de Salud
EPS: Entidad Promotora de Salud

Antes del año 1993, cuando se promulgó la Ley 100, por medio de la cual, se adoptó, el Sistema General de Salud, en Colombia, no existía sino la salud privada, que se prestaba por las clínicas a quienes como empleados,  ya públicos, ya  privados,  estaban afiliados al Seguro o a las Cajas de Previsión y a quienes podían pagar.

Entonces, los médicos dedicaban la media  hora o más de consulta a examinar y a hablar con su paciente y no como ahora: de los quince  de  la consulta diez,  se los dedican al computador  y cinco al paciente, a quien ni siquiera miran, para que puedan seguir los cuatro pacientes que por  hora les asigna la EPS, y tienen que esperar seis meses, o más  para que les paguen la consulta al 50% de lo que en realidad vale,  si no es que se las glosan y la salud  “de caridad” que se prestaba al casi 80% de la población en los hospitales públicos, o la  de mínimo costo en el barrios y pueblos  por los boticarios, ampolleteros y yerbateros.

No se manejaban entonces los términos  EPS, (Empresa Peor que el Seguro) POS, (pos no hay el medicamento) y demás parecidos que se inventaron para negar servicios y obligar a prestarlos a través de tutelas, sino que existía en el argot popular, glosario particular, para referirse a cualquier enfermedad, dolencia, achaque y a los tratamientos de la medicina popular  para aliviarlos.

Así, cuando a alguien  le daba un SOPENCIO ,  PATATÚS, o un YEYO, por causa , casi siempre por causa indefinida,  o  por haber sufrido un TOTAZO, por una caída  o porque alguien le había propinado un COÑAZO, O TOCHAZO , a causa del cual le salió un CHICHÓN, o un MORADO,  por el cual al contrincante se le ABRIA LA MUÑECA, o en el peor de los casos, se le TRONCHABA la mano, produciendo en el agredido una HINCHAZON NI LA HI´JUEMADRE, se daban recomendaciones de todo tipo casi siempre infalibles:

Al del  PATATÚS, que era atendido de urgencias, por el boticario del barrio, o a falta de este por el AMPOLLETERO, (el de la Cabrera, era Don Juan, el papá de “Juan Papas”) que le ponía cualquier inyección y le recomendaba no dejarse DAR SERENO, porque si no al otro día amanecería con EL CUERPO PESADO.

Cuando al levantarnos y alistarnos para el colegio, nos sentíamos, o con CATARRO, recordábamos lo último que nos dijo la mamá, la noche anterior, ÉNTRESE, NO VAYA Y COJA UN AIRE EN ESE SERENO, a lo único que atinaba nuestra mamá, era darnos un MEJORAL, o un CONMEL, y el noche si el CATARRO y la verraca MOQUIADERA, persistía, nos embadurnaban de VAPORUB,  y nos embutían una taza de aguapanela caliente con un DRISTÁN, y “ACUÉSTESE Y DEJE LA BOLERA”.

En las noches normales, cuando se entraba todo sudoroso a la casa el grito era: “ CUIDADO CON ABRIR LA NEVERA TODO ACALORA’O , NO VAYA Y SE TUERZA..”

Cuando era dolor de estomago la causa no era otra que los GUSANOS, y el remedio una buena PURGA, con CITROMIEL, después de la cual nos embutían a tres cucharadas grandes por día, una botella de EMULSION DE SCOTT, para ver si ya no se estaba tan LANGARUTO, y cuando era persistente el catarro no había nada mejor que la KOLA GRANULADA, LA DEL TARRITO ROJO.

Cuando era un SALPUCHIDO, o el peor de los casos RONCHAS, con lo que amanecíamos, (CARRANCHIN EN ESTRATOS 2 Y 3, SIETE LUCHAS EN ESTRATOS 1 E INFERIORES) se podían volver NACIDOS, que también eran competencia de los AMPOLLETEROS, que previo un trago de aguardiente, y una toalla para morder y después de la advertencia; MIRE PÁL OTRO LA´O”,  estripaba esa vaina, hasta que saliera sangre, es decir hasta que saliera la madre.

Eso cuando habían signos visibles del malestar o de su causa, pero cuando al familiar o al vecino  le había dado  UNA GÜEVONADA TODA RARA, ahí si la cosa era peor, pues por lo general, a los pocos días en el funeral en la casa, con el ataúd en la mitad de la sala  y una ponchera llena de hielo, debajo de éste, los asistentes, preguntaban: “ …ESTABA MUY ENFERMITO?…” respondiendo la vecina bien informada: “…NO ; LE DIO UNA VAINA, Y ESA VAINA SE LO LLEVO”. Eso cuando se tenía sospecha de la causa del deceso, pues cuando no, simplemente la respuesta era: NO, SE MURIO DE REPENTE.

Cuando no de dolencias físicas se trataba, sino que simplemente se estaba JODIDO, no era otra cosa la que aquejaba al cucuteño, sino la MALPARIDEZ, que iba y venía, subía y bajaba a la par del precio del Bolívar, pues de él dependía la economía cucuteña y el genio de todos sus habitantes.

Habían también en los barrios y en la ciudad  toda clase de paramédicos; por ejemplo, cuando alguien se JODÍA LA MANO, o se DES’HOMBRABA, lo recomendable era ir donde MAXIMINO, allá en  CARORA, que no se sabe con qué ungüento frotaba el miembro DISLOCADO, y al menor descuido del paciente, le torció a uno la mano o el pie, y cuando este TRAQUEABA, la operación terminaba… La TRAQUEADA, era un sonido parecido al sonido, que lo dedos emitían, cuando uno SE SACABA LAS YUCAS, pero amplificados y con lágrimas y un “ayyyyyyy, JUE..PU…”, seguido del dictamen final… ESTABA BIEN TORCIDO.

Donde MÁXIMO, se remitía, al basquetbolista que en los campeonatos intercolegiados erraba un tiro libre: “VAYA DONDE MAXIMINO A QUE LE ENDERECE ESA MANO…”

Se iba, no al ampolletero, sino al yerbatero, sobre todo en los pueblos,  cuando se amanecía con DOLOR DE HUESOS, o con el CUERP0 DISGUSTADO, o el peor de los casos con ANGUSTIA EN LA BOCA DEL ESTÓMAGO, y este científico, con un BEBEDIZO, no se sabe con qué MENJURGE, aliviaba la dolencia, que cuando de recién nacidos se trataba, siempre era por el MAL DE OJO, que le prendió LA HP VIEJA DE LA ESQUINA QUE NOS TIENE INQUINA”. O en el mejor de los casos, porque lo sacaron con la MOLLERA DESTAPA’A.

Nosotros no fuimos hiperactivos, o sufrimos de síndrome de deficiencia de atención, no nos trababan con ritalina o risperdal, simplemente éramos unos CHINOS CANSONES Y JODONES, que a punta de rejo en la casa, y de golpes de regla en las manos, nos corregían mamás y profesores, apóstoles de la enseñanza,  a quienes de la misma forma que se les respetaba se les mamaba gallo, sin necesidad de tutelas para quejarnos, pues de los castigos nos desquitábamos con una que otra travesura, que por lo “especializado y largo”, será tema de otro artículo.

Nuestras mamás, no sufrieron DEPRESIÓN POST PARTO, pues las PARTERAS, que atendían en las casas, no manejaban el tema, y las CUARENTA GALLINAS DE LA DIETA, no  dejaban campo en el cuerpo para dolencia alguna.

Los medios de comunicación, no dedicaban canales de TV, programas televisivos y radiales al tema de la salud, siendo la única vez que se oía de salud en la radio, cuando se escuchaba  la quejosa  respuesta, al conocido interrogatorio; ¿LE DUELE LA CABEZA? SIII SEÑOR: ¿LE DUELEN EL ESTOMAGO? SII SEÑOR…PARA ESOS DOLORES, DOLORÁN.

Reconozco que los índices de morbilidad y mortandad, sobre todo las infantiles, era mayores, escandalosas por decir lo menos, en épocas pretéritas, pero las patologías y el vademécum era más accesible a todo mundo y la gente se moría no por enfermedades terminales  o catastróficas, ¡qué horror! sino de REPENTE o  porque “ VENIA MUY ENFERMITO EL POBRE”… Que al menos era unas causas más humanas…ah, pudiendo acompañar a la familia, en el velorio, y las nueve noches, la ultima, con tamal, y aguardientico…¿serian más humanas la salud y la muerte antes de la Ley 100?

A CONTINUACION P.O.S DE ANTES DE LA LEY 100 DE 1993

SOPONCIO: Padecimiento de personas mayores y que depende del estrato social, manteniendo el nombre de SOPONCIO si ocurre en personas adineradas y PATATÚS si en las de estrato bajo.

 YEYO: Cualquier trastorno repentino que sea lo suficientemente grave como para ir al médico, tomar remedios y faltar al colegio o trabajo.Puede utilizarse como sinónimo de PATATUS.

JARTERA: Estado anímico negativo en que nada parece agradarle al paciente (COMUNMENTE CONOCIDO COMO GADEJO).

COCHAZO, TOTAZO: Golpe fuerte sufrido en cualquier parte del cuerpo, pero especialmente en la cabeza, sinónimos de TOCHAZO.

CHICHÓN: Protuberancia craneal usualmente causada por el totazo sufrido por el patatús.

MUÑECA ABIERTA: Dislocación entre la mano y el antebrazo que generalmente ocurre por abrir diferentes envases, tales como whisky o aceitunas rellenas.

SERENO: Misteriosa sustancia que se riega particularmente en horas nocturnas y que, según las señoras, afecta sobre todo a niños si no llevan la mollera bien tapada. También afecta a personas mayores que salen de la sala a la terraza con unos cuantos guaros encima.

CUERPO PESADO: ¿Cómo explicarle a otro ser humano no nacido en Cúcuta qué carajo es sentirse con el cuerpo pesado? Es una vaina así como que el tronco se va para un lado, los brazos pesan más que el carajo y de paso, las piernas no le dan…. ¿quién entiende esto? Este padecimiento está siendo objeto de estudio por la Sociedad de Medicina Interna de Gran Bretaña. Mismos síntomas de ME DUELEN LOS HUESOS.

SALPULLIDO: Erupción extraña compuesta por un poco de pepitas que salen generalmente después de haber comido algo que no le cayó bien o por ser alérgico al cóctel de camarones el cual ha comido más de la cuenta cuando fue por primera vez a Cartagena.

RONCHAS: Las pepitas anteriores pero acumuladas y que pican, sobre todo si están localizadas en partes nobles. Y a propósito ¿por qué les dirán nobles?

COGÍ UN AIRE: Esto sí de verdad que tiene loca de remate a toda la comunidad médica, porque hasta el momento no se explican cómo es la fisiopatología de la vaina esta: ¿Cómo uno puede coger a un elemento gaseoso (aire)? Y el aire, ¿se deja coger así no más? Y si se deja coger, ¿por dónde?

LE DIO UNA VAINA: No tiene lugar del cuerpo específico. El hecho es que ‘esa vaina se lo llevó’.

LE DIERON NERVIOS: Todo el mundo tiene nervios, pero en Cúcuta, los nervios dan. Se refiere a cuando una situación genera confusión, miedo, angustia. AMANECIO TODO LLENO DE NERVIOS. Es peligroso porque puede terminar en patatús.

UNA GÜEVONADA TODA RARA: Contrariamente a lo que parece etimológicamente, no tiene nada que ver con el órgano en que pueden estar pensando. Al igual que ‘la vaina’, puede dar en cualquier parte del cuerpo.

JODIDO: Estar mal, con algún dolor generalmente en alguna o todas las partes del cuerpo, pero también atribuible al dolor de estar sin trabajo o sin cinco centavos.

NACIDO: Roncha de gran tamaño en la parte posterior; según algunos entendidos, contraída por ocupar caliente el puesto que acaba de quedar libre en un bus. Para evitarlo es preciso dejar que el puesto se enfríe a temperatura ambiente antes de sentarse.

CUERPO DISGUSTADO: La sintomatología va desde calentura hasta dolores en las ‘coyunturas’ pasando por erizamiento de la piel y un especial rechazo al baño con agua fría.

ANGUSTIA EN LA BOCA DEL ESTÓMAGO:  Rara sintomatología aún no estudiada por no poderse encontrar ni la boca del estómago ni la angustia en cuestión.

MALPARIDEZ: Extraña mezcla entre la güevonada rara, y la jartera…

MUERTE DE REPENTE: Padecimiento insoluble e irrecuperable al cual pueden llevar el YEYO, el PATATÚS, EL SOPONCIO o la GÜEVONADA RARA.

Y tantas y tantas “tochadas”, que no tendrían fin este escrito.

A Pachito Espinoza, en España,  con quien en una larga tertulia web, en medio de risa, adicionamos, corregimos y aclaramos el P.O.S, que envió por la red, un anónimo, nostálgico y desocupado cucuteño, para quien también va este escrito.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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