jueves, 5 de febrero de 2015

710.- HECHOS DE 1958-FRENTE NACIONAL, ELECCIONES Y EL CIRCULO DE CRONISTAS DEPORTIVOS



Gerardo Raynaud

El año 58 del siglo pasado fue un año especialmente importante para el país. Puede asegurarse que fue el despegue definitivo a la democracia y desde entonces, a pesar de los esfuerzos por demostrar lo contrario, ésta se ha ido consolidando a través del paso del tiempo hasta nuestros días.

Quisiera recrear el ambiente político que se vivía entonces, a raíz de la proximidad de las elecciones, las primeras de una nueva etapa de la vida republicana, que constituiría lo que fue un experimento exitoso para la época, el Frente Nacional.

Cabe aclarar que, aunque el nombre coincida con un partido político francés, representante de la extrema derecha, ni uno ni otro tienen afinidades ideológicas.

El nuestro fue un experimento pactado a dieciséis años, durante los cuales el poder se repartía ‘milimétricamente’ entre los dos partidos tradicionales, todo con miras a consolidar una paz política que al cabo del tiempo se logró.

Las elecciones de ese año 58 se programaron para el día 16 de marzo, las de Congreso, Asambleas y Concejos y para el 4 de mayo, las presidenciales.

Era toda una novedad que a partir de ese año, las mujeres, así como los varones mayores de 21 años –que no estuvieran privados del voto por sentencia judicial o por expresa prohibición de la ley- tendrían el derecho a participar.

La identificación de los ciudadanos, recién había sido modernizada y la Registraduría Nacional del Estado Civil comenzaba a expedir las ‘nuevas cédulas, las laminadas’; quienes las tenían no necesitaban inscribirse, pues aparecerían en las listas parciales de sufragantes, que tal como hoy, eran de 400 por cada mesa.

Y también como hoy, quienes tenían su cédula laminada y fueran a votar en el sitio donde le fuera expedida, no requería de inscripción previa.

Por el contrario, quienes aún conservaban la ‘vieja cédula’, la de cartón y pensaban votar, debían inscribirse previamente ante el respectivo Registrador Municipal o su Delegado y debía presentar uno cualquiera de los siguientes documentos, ‘siempre que de él se deduzca inequívocamente la identidad y la mayor edad del solicitante,

1. la cédula de ciudadanía antigua
2. la libreta militar
3. la cédula de identidad militar otorgada a los militares en retiro
4. la tarjeta de identidad postal
5. el carnet de afiliación al Instituto Colombiano de los Seguros Sociales
6. el pasaporte colombiano
7. la cédula de Policía

Y aún más, quienes no pudieran exhibir ninguno de los anteriores documentos podrían inscribirse presentando la copia de la partida de bautismo o la de matrimonio o el acta de registro civil de nacimiento o de matrimonio, pero declarando bajo la gravedad del juramento  que era la misma persona a quien se refiere el documento, todo lo cual se hacía constar el Formulario I2 que además de su firma (si supiera hacerla) y la del funcionario que realiza la inscripción, debía llevar la impresión dactilar del inscrito así como la dirección de su domicilio.

Si a pesar de no poder presentar ninguno de los anteriores, aun tenía la opción de inscribirse con una declaración jurada sobre su identidad y su edad, acompañado de dos (2) testigos idóneos y cedulados, quienes suscribirían con su firma, impresión dactilar y dirección de residencia, el Formulario I2-A, al igual que el funcionario que recibiera la inscripción.

Sin embargo, el Registrador podía, a su juicio, solicitar a los curas párrocos o a los funcionarios respectivos, copia de las actas de registro o de las partidas para verificar la veracidad del registro. De comprobarse las inexactitudes, con respecto a la mayoría de edad –que era lo importante entonces- la inscripción se anulaba.

Los ciudadanos –varones y mujeres- quedaban habilitados, desde entonces, para votar, una vez inscritos en las listas de sufragantes, lo que hoy se ha transformado en el Censo Electoral y en el moderno Sistema Electoral Colombiano.

Pero, simultáneamente mientras esto sucedía en el escenario político, los periodistas deportivos, que se habían convertido en ‘cronistas deportivos’, pasadas las fiestas de fin de año y todavía con las secuelas que les dejaron los convites navideños, fueron convocados por la Señorita Norte de Santander, Merceditas Suárez Rodríguez, en su residencia, para concretar una idea que se venía gestando de tiempo atrás, pero que le hacía falta un impulso creador que les permitiera materializar esa fantasía, ‘El Círculo de Cronistas Deportivos del Norte de Santander’.

Esa reunión preliminar se desarrolló dentro de la mayor camaradería y luego de departir alegremente en torno a unas copas de fino licor, se decidió unánimemente su constitución, se nombró una junta provisional que se encargara de adelantar los detalles de la organización y cuya presidencia recayó en la persona de Alejandro Gutiérrez Calderón, cuyo pseudónimo periodístico era ‘The Ball’, quien en compañía de Bernardo Ramírez Pineda y Jesús María Sepúlveda, vicepresidente y secretario tesorero se encargarían de materializar la naciente asociación.

Hechos los trámites previos de rigor para la constitución, la Asamblea General fue convocada y se reunió el 11 de enero del año del título y de ello da fe el siguiente comunicado de prensa que por su originalidad paso a transcribir:

“A las 8:30 de la noche del 11 de enero de 1958, en el Palacio Real de su Majestad Merceditas I señorita Norte de Santander y Reina del Periodismo Nortesantandereano, por convocatoria especial de esta soberana, se reunieron en Asamblea General los cronistas deportivos, Jesús María Sepúlveda (Suso), Roque Mora, Álvaro Barreto (el Mocho), Luis Tobito Acevedo, Francisco Navarro, Bernardo Ramírez Pineda, Herman González (Ferzález), Arnulfo Alarcón y Alejandro Gutiérrez Calderón con el fin de fundar el Círculo de Cronistas Deportivos del Norte de Santander.

Presidió la Asamblea su Majestad Merceditas I y se resolvieron los siguientes puntos; fundar el Círculo en mención dándole el nombre ya acordado, afiliándolo a la Asociación Nacional de Cronistas Deportivos; elección de la junta directiva del Círculo, compuesto de un presidente, un vicepresidente y un secretario tesorero.

Fueron postulados para presidente Jesús María Sepúlveda y Alejandro Gutiérrez Calderón, saliendo éste último por aclamación de 5 votos contra 4.

Para vicepresidente fue elegido por unánime aclamación Bernardo Ramírez Pineda y para secretario tesorero, después de una larga discusión fue aclamado por 8 votos a favor y 1 en contra, don Jesús María Sepúlveda.

Posesionados de sus cargos se acordó que el próximo 17 de enero se verificaría una Asamblea extraordinaria para acabar de detallar puntos orgánicos.

Su Majestad Merceditas I homenajeó muy gentilmente a los cronistas deportivos reunidos.

Así pues, ha quedado constituido el Círculo de Cronistas Deportivos Nortesantandereanos, que estaba en mora de subsistir.” Firma el comunicado; The Ball.



Recopilado por: Gaston Bermudez V.

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