La Opinión
En 1924, Cúcuta era una ciudad apacible donde se vivía la integración
fronteriza. El 13 de septiembre, el gobierno de Venezuela concedió permiso al
ferrocarril del Táchira para prolongar los rieles hasta Puerto Grita y conectarse
con el ferrocarril de Cúcuta.
Para esa época el fútbol se practicaba de manera aficionada, y era conocido como amateur.
La ciudad vivía una pasión por el deporte, como nunca antes lo ha vuelto a
registrar la historia.
Estos factores motivaron a que prestantes cucuteños, decidieran fundar un club que en su honor representara la Muy Noble Leal y Valerosa Villa de San José de Cúcuta.
En una misiva enviada el 15 de septiembre de 1924 al Alcalde de Cúcuta, Juan de Jesús Camargo, le comunicaron la fundación del “Cúcuta Foot-ball Club”, informando además, que la junta directiva quedaría así:
Presidente Honorario: Feliz María Hernández
Presidente: Sandalio Moros
Vicepresidente: Eleuterio Franco
Tesorero: Gonzalo Uribe
Secretario: Jorge A. González
Primer Vocal: Rafael Sánchez Inciarte
Segundo Vocal: Luis Luzardo B.
Tercer Vocal: Luis E. Díaz
Para el campeonato de 1925, el Cúcuta Deportivo apareció vestido de blanco y jugó de manera decorosa.
Poco a poco se fue consolidando y los jugadores fueron tomando tal “bravía” en los encuentros que la gente empezó a llamarlos “El club motilón” o “Los motilones”, en honor a la principal característica de nuestros aborígenes.
Todo esto influyó para que en las Olimpiadas Nacionales, que en 1928 se llevaron a cabo en Cali, el Cúcuta Foot-ball Club representara a esta zona del país.
En este equipo formaron como portero, Jorge Jiménez, jugador de renombre en Bogotá; defensas, Valeriano Jaimes y José Santos Ramírez; delanteros centros, Calos Julio Pinzón y José Rosario Jaimes; capitán, Néstor Perozo y otros jugadores como Elias Sayago , Rafael Lindarte, Carlos Silva y Eugénio Gómez.
Como directivos viajaron los intelectuales León García-Herreros y Luis Eduardo Romero, que supieron cumplir con el deber de mentores en ese deporte, manteniendo con rigidez durante el viaje la conducta de los jugadores.
Esa fue una de las causas para obtener éxitos en las Olimpiadas, pues sobresalieron por la impecable presentación, tanto física como deportiva.
A León García-Herreros y Luis Eduardo Romero, la tradición los señala como los creadores de la bandera y los colores distintivos de la ciudad.
En esa gesta deportiva, por primera vez, el Cúcuta Foot-ball Club se uniformó de rojo y negro, y mantuvieron como símbolo una bandera dividida en dos franjas iguales, la superior negra y la inferior roja.
Desde que el Cúcuta Foot-ball Club marchó para Cali, en diciembre de 1928, los cucuteños quedaron pendientes de los acontecimientos deportivos.
Inmensa satisfacción produjo la buena actuación de nuestros jugadores en ese torneo nacional.
Recopilado por: Gaston
Bermudez V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario