martes, 20 de octubre de 2015

827.- RAFAEL DARIO VELASCO NOVA, AÑOS DE SAXO



La Opinión

Rafael Darío Velasco Nova

Descargó el mediano estuche que traía, a manera de maletín, en su hombro. Lo abrió sin apuros y extrajo tres piezas doradas que armó en sinfonía dándole figura al saxofón.

Rafael Darío Velasco Nova lo acarició como a esa criatura recién nacida porque en estas largas seis décadas le ha sacado sonido con ritmo que lo han llevado a los más recónditos lugares de la geografía universal: México, Estados Unidos, España, Ecuador y Venezuela, acompañando a orquestas de renombre como Los Melódicos, supercombo Los Tropicales de Maracaibo, Cohombro, Orlando y su combo.

Conserva la misma mística, el mismo entusiasmo que cuando tenía siete años y se lo ´robaba´ a su padre Hernando para soplarlo a escondidas después de pescar panches y sembrar plátano ‘mata burro’ en el barrio El Salado, donde nació en 1940.

Alzó el saxofón y lo metió entre sus labios. Cerró sus ojos y dejó escapar notas de ‘Esta tarde vi llover...’ Tomó nuevamente aire para dar paso a ‘Contigo aprendí...’, dos de las 14 canciones que aparecen en el primer disco compacto grabado y producido en el estudio LC Records de Cúcuta.

Antes acudía a otras ciudades para plasmar sus melodías en un CD. Anda promocionándolo de ‘puerta en puerta’ por emisoras y medios en general porque su consigna es que no muera la música colombiana.

Y su esfuerzo va más allá de tocar. Comparte sus conocimientos con interesados para formarlos no solo en saxofón sino también en clarinete. Dos de sus referentes son: Chucho Zambrano y Javier Vivas.

Recuerda que él aprendió con los profesores de La Salle y el maestro Pablo Tarazona.

Con esos dos instrumentos pasó por la Banda Departamental y la orquesta Happy Cúcuta recorriendo los pueblos de Norte de Santander y la frontera con Venezuela.

Su traslado para Bucaramanga le abrió las puertas en la orquesta de Alfonso Guerrero y su nombre empezó a cotizarse.

Después en Barranquilla lo invitaron a formar la orquesta Orlando y su combo con la que permaneció ocho años de tarima en tarima.

A su regreso a Cúcuta se integró a la orquesta del maestro Manuel Alvarado, Cohombro y la sinfónica del maestro Tarazona.

En 1990 decidió darle forma a un grupo con dos de sus cinco hijos: el abogado Martín y el administrador Ricardo que llamó ‘Alfa y Omega’.

También le da rienda suelta a la composición, pero aún no las ha sacado del anonimato.

Rafael Velasco empieza a desarmar las tres piezas del saxofón, con el que ameniza la misa, los domingos, en el club Tennis y también anima fiestas con música tropical y la hora loca. Lo mete en el estuche y cierra.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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