Gerardo Raynaud
Antiguo edificio Gremios Unidos en 2014
Esa institución era la Sociedad de Artesanos Gremios Unidos, que venía
patrocinando su prestigioso colegio desde los primeros años de ese siglo.
Desde mediados del Siglo XX, la Universidad Libre venía coqueteándole
a la ciudad con la venia de las logias masónicas locales para abrir una de sus
seccionales.
Varios encuentros se habían realizados, tanto en la ciudad como en la
capital de la república, pero a ningún acuerdo habían llegado, a pesar de las
reiteradas solicitudes hechas por los queridos hermanos, en buena parte debido
a los inconvenientes que presentaban los estatutos de la institución
solicitante a la cual se incorporaría la universidad.
Esa institución era la Sociedad de Artesanos Gremios Unidos, que venía
patrocinando su prestigioso colegio desde los primeros años de ese siglo y no
estaban dispuestos a ceder en aspectos, que según su parecer, resultaran
perjudiciales para el buen desenvolvimiento de su plantel educativo, fama que
se había ganado a base de esfuerzo y una bien ponderada metodología educativa.
En definitiva, no había mayores diferencias conceptuales ni ideológicas,
por cuanto ambas instituciones estaban cobijadas bajo el manto y la tutela de
las grandes logias masónicas del país.
Bajo esa perspectiva, en la asamblea general de la Sociedad de Artesanos
Gremios Unidos realizada el viernes 12 de julio de 1957, reunida con el fin de
tratar los más trascendentales asuntos para la institución, así como para el
colegio que auspiciaba, se presentó a su consideración las propuestas que se
habían estudiado, minuciosamente, como fueron la reforma de los estatutos que
permitieran la firma del convenio con la Universidad Libre de Colombia y la elección
de una nueva Junta Directiva que a partir de ese momento entraría a dirigir
ambas instituciones.
La asistencia fue masiva, como nunca antes se había presentado, todo ello
debido al interés que se había generado en torno a la posibilidad de abrir un
nuevo y moderno establecimiento de educación superior que tanta falta le hacía
de la región y cuyas propuestas irían a complementar las que se empezaban a
ofrecer en la naciente Universidad Francisco de Paula Santander, que por esa
época carecía del reconocimiento público –no hablo del oficial- sino de la
población, que poco interés demostraba, al punto que muchos la consideraban
apenas un instituto comercial, en buena parte, por las carreras que ofrecía,
que no satisfacían las aspiraciones de los bachilleres de entonces, quienes
para cumplir sus pretensiones, debían trasladarse a otras ciudades para
cumplirlas.
El presidente de la Asamblea, a su vez presidente de la Sociedad de
Artesanos, don Jorge Sánchez Hernández, abrió formalmente la reunión y dio lectura
al informe rendido por la comisión que estudió los términos del convenio con la
Universidad Libre, de la cual se hizo mención especial que era uno de los
organismos universitarios más prestigiosos del país y que había sido fundada
por el general Benjamín Herrera, uno de los héroes de la guerra de los Mil Días
y muy afecto a estas tierras.
El inconveniente que se había presentado con los estatutos de la Sociedad
de Artesanos era que, para poder realizar el convenio, el Colegio debía
incorporarse a la universidad y por esa razón, se temía que fuera a perder su
identidad, la que se había logrado adquirir a través del tiempo con carácter,
coraje y tesón, venciendo todas las dificultades que se le habían presentado,
especialmente con la curia y con algunos militantes del partido conservador,
durante los períodos de su hegemonía.
Terminada la lectura y sometido a consideración el convenio, que había sido
firmado por todos los miembros del Consejo Directivo de la Universidad Libre,
fue aprobado por unanimidad y en tal virtud, en lo futuro el glorioso plantel
se denominará “Universidad Libre Seccional Norte de Santander – Colegio Gremios
Unidos”.
Seguidamente, se sometió a consideración de los asistentes, las enmiendas
indispensables a los estatutos para que este convenio tuviera aplicación, las
cuales no tuvieron observación alguna y también fueron aprobadas por
unanimidad.
A renglón seguido, se propuso un reconocimiento a las personas que actuaron
como asesores, es forma eficaz y además gratuita, que fueron los doctores Jorge
Lamus Girón y Joaquín Mansilla Chaustre.
La Asamblea aprobó otros agradecimientos por las importantes gestiones
realizadas por el capitán Argemiro Cardona Restrepo y don José María Ramírez
Parada, que sin sus valiosos aportes este convenio no hubiera podido cumplirse.
De la misma manera se les rindió homenaje a los miembros de la Directiva, a
su presidente Jorge Sánchez, su vicepresidente, el arquitecto Héctor Alarcón, a
su secretario general, el contador público Jesús Guillermo Porras y al grupo de
vocales, conformado por personas de la más altas calidades como fueron, el
maestro Pablo Tarazona Prada, el médico Pablo Emilio Ramírez Calderón, Félix
Joaquín Cárdenas, Rodolfo Castro y Heriberto Jaimes Prato.
Luego se presentaron los informes protocolarios del Tesorero y del Revisor
Fiscal sobre las actividades de la Sociedad y luego fueron escuchadas las
palabras del rector del colegio, quien hizo una detallada narración de lo
acontecido durante el año y de los avances en materia académica que el plantel
había emprendido para su mejoramiento.
Para la nueva etapa que se emprendía, la Sociedad de Artesanos, consciente
de las necesidades y de las orientaciones que debían tomarse, propuso a la
Asamblea los nombres de quienes tendrían la tarea de llevar a feliz término la
nueva empresa, habida cuenta que el Consejo de Gobierno de la Universidad Libre
tendría que designar dos miembros principales con sus respectivos suplentes en
la Junta Directiva del nuevo instituto que se había creado en convenio; éstos
fueron relacionados posteriormente y sus nombres incorporados a la Junta en el
momento de su posesión, días más tarde.
Los nombres de los elegidos, también por unanimidad fueron, Héctor Alarcón
como presidente, Jorge Lamus Girón y Luis Francisco Jaimes Hernández como
primero y segundo vicepresidentes y dos vocales principales y suplentes que
fueron definidos posteriormente.
Para terminar la asamblea, se presentó una moción de saludo, por parte del
socio Guillermo Eslava, al Consejo Directivo de la Universidad Libre, en la
cual expresaban su gran complacencia “por la incorporación del Colegio Gremios
Unidos, lo cual habrá de traer muchos beneficios para la juventud del Norte de
Santander.”
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.
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