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Viviendas y Valores
dejó de funcionar en el edificio de la avenida 0 número 2N-21, a donde llegó en
mayo de 1992.
VIVIENDAS Y VALORES S.A. fue fundada el 20 de diciembre
de 1972, en estos años de servicio y compromiso a la comunidad, ha logrado
consolidarse como una de las primeras organizaciones en finca raíz de Cúcuta.
Actualmente, están certificados como una inmobiliaria
integral para prestar servicios en áreas de ventas, arriendos y avalúos. Esta
certificación ISO 9001 versión 2008 fue otorgada en el año 2004 por el ICONTEC
y renovada cada 3 años a la fecha.
El gran aporte al desarrollo urbanístico de la ciudad
de Cúcuta, se ha realizado al gerenciar los proyectos inmobiliarios
habitacionales más importantes de la ciudad generando verdaderos polos de
desarrollo y logrando que sus proyectos produzcan una buena valorización y
rentabilidad para los clientes.
Su misión propone ofrecer mejores alternativas a los
clientes en los servicios inmobiliarios integrales con el objeto de mejorar la
calidad de vida de la región, la rentabilidad de la organización y el bienestar
de su recurso humano. Con la visión de ser una empresa líder en la prestación
de servicios inmobiliarios integrales que garantice un nivel de satisfacción a
los clientes apoyados en el recurso humano a la vanguardia de las innovaciones
tecnológicas.
A partir del 10 de agosto de 2015, la compañía
Viviendas y Valores cambió de sede. Las
oficinas de la empresa están ahora ubicadas en la calle 11 con avenida segunda
este, en el hotel Holiday Inn.
El director comercial de la compañía, Julián Colmenares
Rey, explicó que en el primer piso funciona toda la parte comercial (arriendos
y ventas), mientras que las
operaciones administrativas y de construcción se manejan desde Cúcuta Centro de
Negocios, en el tercer piso.
“Queremos llevar a Viviendas y Valores a un punto
estratégico, por eso nos ubicamos en la milla de oro de la ciudad, en el centro
empresarial más importante de Cúcuta (...) Ahí tenemos más cercanía con otros sectores, como los
bancos y lugares comerciales que se vienen consolidando en esa
zona”, aseguró el vocero.
El gerente general de la empresa, Raúl Colmenares Ossa,
informó que la nueva sede tiene oficinas con diseños modernos y con más
tecnología para prestar un servicio de mayor calidad, mejorando así la
experiencia del cliente.
“Vemos la oportunidad de estar en un lugar donde las
personas van a encontrar una sede más moderna, con espacios muy renovados y
personal altamente capacitado”, dijo Colmenares Rey.
Para Colmenares Ossa, la nueva ubicación también les
permite estar más cerca de sus clientes y de todo el sector comercial.
De esta manera, Viviendas y Valores dejó de funcionar
en el edificio ubicado en la avenida 0 número 2N-21, a donde llegó en mayo de
1992.
El gerente general agradeció el apoyo de los clientes y
de todo este sector, durante los 23 años que la empresa estuvo en este lugar.
LA MUDANZA (Juan Pabón Hernández)
De las estancias también se trastean los espíritus. Y rondan por los nuevos
espacios, porque estampan en ellos su huella: así sucede con Eustorgio
Colmenares Baptista y Gustavo Ararat Negrón, quienes han pasado por tres
recintos, o cuatro, quizá, si se cuenta la oficina de la fundación de Viviendas
y Valores (1972), en el edificio San Martín, en la cual funcionó tres años.
La empresa se fue consolidando hasta convertirse en adalid de sociedades
constructoras e industriales –Cerámica Italia-, las cuales incluyen ahora a
Álvaro Salgar, formado desde el cariño de los mayores como hijo adoptivo.
Y creo que los duendes nobles apoyaron la circunstancia: se sembraron
primero en la avenida Cero con calle 17, por 15 años, donde comenzaron la labor
de crecer, con la médula de la perseverancia, con Gustavo Ararat y Eustorgio
Colmenares, entonces vivos, quienes se proyectaron como gestores de liderazgo y
fantasmas antes de tiempo.
Luego, con el tesón de Raúl Colmenares Ossa, la bondad y el madrinazgo de
Marleny Maffla de Ararat, y con gente adherida al cariño que trabaja aún con
esmero para fortalecer, continuamente, la esperanza. (Raúl cargaba las cajas de
cerámica en su carro y las llevaba personalmente a las obras).
Después, construyeron el edificio de la Calle 2N, sin dejar la avenida
Cero, hasta ahora tradicional punto de referencia –“déjeme en la esquina de
Viviendas y Valores” decía cualquier pasajero al taxista o, así, pedía la
parada en la buseta-.
Allí, por 25 años, convergieron las ilusiones de todos, incluidas las de
hijos y nietos de los fundadores, como un eco que llama a la unión y a la
constancia de algo que, actualmente, es más que un compromiso de familia,
porque trascendió a la región y persigue un porvenir grandioso.
Ahora, se inicia otra sede en la calle 11, moderna, como la esperanza de la
empresa: hogar, otra vez, de los fantasmas, también cerca de la avenida Cero,
en un edificio hijastro, Holiday Inn, donde estarán quién sabe cuántos años más,
dejando que los nietos y bisnietos de todos continúen la misión.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.
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