Eduardo Rozo
Las gallinas
revoloteaban por todo el camión, de esos que transportan papa del Cocuy. En carretera los baches le hacían dar tremendos
brincos… justo era la primera vez que salía de viaje, de su natal Málaga.
A la llegada a Cúcuta le impactó ver una ciudad grande y bonita. Era junio de
1957, y aunque añoraba estar rodeado del verde del municipio
santandereano donde creció y forjó su personalidad, fue el comienzo de una
aventura que completa 58 años.
De niño, Germán Alonso Cerón Ojeda, sufría de asma. Los
remedios caseros y los tratamientos no hacían efecto y el médico les recomendó
a sus papás que se fueran a vivir a tierra caliente.
Germán recuerda que tenían las opciones de vivir en
Bucaramanga o en Cúcuta, pero su familia prefirió la frontera, porque allí
estaban los abuelos y la mayoría de tíos.
En las primeras semanas en la frontera con Venezuela
extrañó las visitas de los domingos a su hermano mayor que estudiaba en
Miranda, un pueblito a 6 kilómetros de Málaga.
Con alegría, recuerda Germán el primer día que fueron y
conoció la iglesia, donde le encantaron dos cuadros en los que se apreciaba a
un sacerdote repartiéndoles mercado a los pobres con un canasto.
Años después se enteró que esos cuadros eran de la
autoría de Marcos León Mariño, quien fue su primer maestro.
Toda la vida Germán, de 65 años, ha estado en función
del arte. Se inició en la pintura a los 12 años y al poco tiempo empezó a hacer
tallas en madera en el taller de su papá. Allí se ganó sus primeros pesos, con
los que compró un lote en Cúcuta.
En 1969, se casó y
ante la dificultad para vivir del arte, se retiró por un tiempo y pintaba
ocasionalmente. Sin embargo, su
destino estaba trazado y en 1976, despegó su carrera con una particular
historia.
Germán, o el maestro Cerón, como es conocido en el
gremio artístico de Cúcuta, cerró para esa época una marquetería que tenía en
el centro de la ciudad y trasladó el taller para su casa, en el barrio San
José.
Hasta allí, llegó un conductor de buseta y con
insistencia le pidió que le hiciera un cuadro -un desnudo-. Germán le cobró
$180.000 y el hombre sacó la caja de las monedas y contó $50.000 para dárselos
de adelanto. Tanto le gustó la obra que luego compró cuatro más.
Pintura de San
Calixto, inspirada en una fotografía publicada en La Opinión.
Desde ese momento su carrera se disparó y en los más de
20 caballetes que tiene en su casa -hoy vive en el barrio La Playa- ha creado
más de 1.000 cuadros, muchos de ellos comprados para ser llevados al exterior.
En 1989, acaeció otro de los momentos que han marcado
la vida del maestro Cerón. Nació el taller por el que han pasado varias
generaciones y donde despierta la pasión por el arte entre los niños y jóvenes
de la frontera.
Para esa época -hace 26 años- lo contrataron por un mes
para dictar un curso de pintura a estudiantes de sicología. Los jóvenes ‘se
engomaron’ tanto que pasaron dos y tres meses y las clases seguían.
Así, nació el taller, en el que han estudiado
personajes como Mario Izquierdo, que siendo médico, es uno de los pintores que
más produce en la ciudad.
También está Belén de Román, Fabio Latorre, Maritza
Zabaleta, el gerente de Aguas Kpital, Hugo Vergel y Paula Torrado, que estudia
artes en la universidad Nacional y el maestro Cerón califica como una de las
promesas del arte local.
De la escuela afirma que la ha dado múltiples satisfacciones
y lo que más disfruta son los momentos de tertulia en los que se comparten
experiencias de vida y hacen que surjan temas para pintar, pues él es un
verdadero mago con el pincel.
Su final
El maestro Cerón murió el 30 de septiembre de 2015 en la Clínica Medical Duarte, debido a problemas gástricos.
La capital nortesantandereana lo vio crecer y
con el pasar de los años se convirtió en un símbolo de las artes, las cuales
promocionó con todo su esfuerzo. El 11 de agosto de 2015, la Secretaría de Cultura
inauguró la exposición ‘Toda una vida como pintor’ del maestro, en la Sala de Exposiciones de la
Torre del Reloj, siendo su última actividad en público.
Su final
El maestro Cerón murió el 30 de septiembre de 2015 en la Clínica Medical Duarte, debido a problemas gástricos.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
Eduardo ,amigo Gastòn ,tuve el privilegio de conocer al destacado maestro Alonso Ceròn,en la ciudad de San Cristòbal,en el mes de enero de 1983..Visitò esta ciudad con el fin de participar en el Salòn Homenaje al Libertador Simòn Bolìvar,con motivo de su Bicentenario...Yo fuì el coordinador de dicho Salòn, por encargo del Concejo Municipal de San Cristòbal,ahora Alcaldìa..Dicho Salòn se realizò en el Salòn de Lectura Ateneo del Tàchira..Ceròn presentò un cuadro de formato grande,al òleo,titulado "Los sueños del Libertador"..Ganò con esta obra el primer premio, otorgado por un jurado compuesto por cinco personas , entre ellas, el Dr. J.J.Villamizar Molina , historiador y cronista de San Cristòbal. El historiador don Aurelio Ferrero Tamayo y el arquitecto Henry Matheus.. Ceròn recibiò diploma y un premio de Bs. 10.000,que para ese entonces, era una suma significativa...A raìz de esa gran alegrìa para Ceròn, nos hicimos grandes amigos y años despuès lo visitè en su casa de habitaciòn en la ciudad de Cùcuta..Quedamos en vernos de nuevo,pero ni yo volvì a su casa ni èl vino a la mìa...Hasta que supe su fallecimiento hace un poco màs de un año, el 30 de septiembre..Conservo las reseñas y fotos de Ceròn en dicho evento....Gloria a su memoria, felicitaciones a Eduardo Rozo, por esta interesante reseña y a Gastòn Bermùdez, por su fabuloso blog, su gran perfil en honor de la ciudad de Cùcuta...Rubèn Darìo Becerra Roa ,Lomas deToiquito, Tàchira, Venezuela, 12 de octubre 2016
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