Celmira Figueroa
El cucuteño Carlos Miguel Entrena
Yáñez junto al también cucuteño James Rodríguez, durante un control.
Regala flores en cada ocasión y en su casa tiene la última palabra: “Sí mi
amor”.
Carlos Miguel Entrena Yáñez,
quien nació en la clínica Norte de Cúcuta un 13 de diciembre de
1973, no es tan rígido ni ‘cuadriculado’ como se creería.
La disciplina la impone en su trabajo y a pesar de la rutina diaria de
cumplir con los compromisos saca tiempo para las ‘pequeñeces’ que lo hacen
feliz.
Su prioridad: el hogar, a pesar de pasar viajando. Mantiene una relación fuera de serie con su esposa Mónica Osorio,
una manizalita incondicional, que lo apoya y lo comprende ante tantas horas de
ausencia, y su hija Gabriela, de 15 años, que practica fútbol con
el equipo del colegio y es hincha de Santa Fe. Sin embargo, dice que quiere
otro hijo y se encuentra haciendo la tarea con juicio.
Es el mayor de dos hermanos:
Margarita Susana, con quien tiene una estrecha relación.
Comparte con sus amigos, le gusta la rumba, madruga a hacer ejercicios y en
la casa practica la cultura del reciclaje. Se mete a la cocina, pero hasta el
agua se le evapora. Tiene una maestría en lavar platos “y voy para doctorado
que me las pelo”.
Ama a los animales y sus mascotas son un par de westy que bautizó Manuela y
Shasa.
Recuerda a su profesora Matilde Cortés del jardín infantil así como a
los profesores del Domingo Savio y del Calasanz donde cursó el bachillerato.
Pasión por el deporte
Desde que tuvo uso de razón se involucró con el deporte. ‘Pasaba metido de
cabeza en el Club Tennis practicando tenis y en el colegio jugaba
fútbol porque soñaba con ser futbolista profesional.
Pero fue en Caracas donde debutó como lateral derecho en la selección
de Venezuela y participó de una gira por Europa para un mundialito.
Sus padres Carlos Gustavo Entrena López y María Mercedes Yáñez Carvajal se
habían trasladado a Venezuela por cuestión de trabajo.
Sin embargo, no dejó de practicar con la raqueta al lado de su primo German
Alvarez y de sus amigos Juan Pablo Lóndero, Álvaro Arámbula y Juan Fernando
Moros.
De veterinario a fisioterapeuta
Con Radamés Falcao
Se había ganado una beca para estudiar y su tío Sergio Entrena le gestionó
cupo para la universidad La Salle de Bogotá y se matriculó en Veterinaria. Al
quinto semestre constató que ese no era el camino y decidió retirarse.
Sin avisar a sus padres se metió a la Escuela Colombiana de Rehabilitación
a estudiar Fisioterapia, profesión que tenía en mente porque siempre que se
lesionaba un compañero en la cancha no tenía dónde rehabilitarse.
Ahí se concentró cinco años en la carrera y pospuso su ingreso a
Santa Fe.
Fue un estudiante activo “yo digo que el sapo del salón porque me regalaba
para las exposiciones, para todo lo académico. Me encantaba mostrarme”.
Con el grado en la mano inició su carrera en cuidados intensivos de la
Fundación Cardioinfantil, en las clínicas Cardiopulmonar y Roosevelt. Sin
embargo, no se sentía cómodo, quería prestar sus servicios en la parte
deportiva.
Fisioterapeuta de la selección
Y en 1999 pisó de nuevo la cancha, pero como fisioterapeuta del Club
Independiente Santa Fe. Al mismo tiempo estuvo pendiente de los
cadetes lesionados de la escuela General Santander.
También tuvo la oportunidad de atender a los de la Fuerzas Armadas en
los Juegos Nacionales. Por fin estaba involucrado en lo que quería.
Estando con el equipo Santa Fe conoció al médico Carlos Ulloa
con quien empezó a montar una clínica deportiva de rehabilitación.
Sus padres les proporcionaron el piso económico para cristalizar ese otro
sueño, pero sus abuelos Miguel Entrena y Margot de Entrena, le dieron las bases
para ser lo que es hoy: íntegro y responsable. “Formamos el centro
médico deportivo: MET en donde se atiende ortopedia, sicología, nutrición,
rehabilitación”.
Por allí han pasado muchos deportistas del país de distintas
disciplinas como James Rodríguez, Radamel Falcao y también internacionales como
Rafael Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer y María Sharápova.
Actualmente maneja el equipo de la Copa Davis de Tenis.
Ese mismo año conoció al técnico Hernán Darío Gómez y “en el 2011 el
profesor ‘Bolillo’ lleva el cuerpo médico del Santa Fe a la Selección Colombia.
Es decir, Carlos Ulloa, José Rendón y yo viajamos a Argentina a esa
Copa”. Continuó con la Selección a pesar de los cambios de técnicos.
Leonel Álvarez y José Néstor Pékerman lo ratifican.
Carlos Entrena Yáñez acompañó a los jugadores en el proceso de las
eliminatorias y luego en el mundial de Brasil. También estuvo en Chile en la
Copa América y recientemente en los partidos a las eliminatorias al Mundial de
Rusia-2018.
Su corazón en Cúcuta
Los
padres Merceditas y Carlos Gustavo, y su hija Gabriela.
Siente nostalgia por encontrarse desde hace 23 años lejos de su
tierra natal, pero trata en lo posible de contribuir con su granito de arena.
Vinculó a la Universidad de Santander, Udes, con el centro médico para que
los mejores estudiantes hicieran las prácticas.
También recogió la firma de los jugadores de la Selección Colombia en
una camiseta y la donó a la Fundación Soñar para los niños con cáncer.
Periódicamente dicta talleres, diplomados, charlas, seminarios en esta
capital fronteriza y le gustaría vivir sus últimos años al lado de quienes lo
vieron crecer como su tío Alfredo Yáñez.
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