Rafael Antonio Pabón
El cierre del aeropuerto ‘Juan Vicente Gómez’, en San Antonio del Táchira
(Venezuela), lleva a pensar en la trasformación del ‘Camilo Daza’, de Cúcuta,
en la terminal aérea metropolitana fronteriza que sirva a los pasajeros de los
dos países.
En estos momentos, “se hace necesario, por la seguridad de la
aeronavegación y para el desarrollo económico y social de esta zona de
frontera, contar con un aeropuerto binacional que por sus características
técnicas opere con mínimas restricciones”.
La conclusión corresponde al estudio elaborado por Mario Villamizar Suárez,
en el 2013, para el Centro de Competitividad y Desarrollo Fronterizo
Colombo-Venezolano.
El ‘Camilo Daza’ fue inaugurado, el 10 de octubre de 1971, por el
presidente Misael Pastrana Borrero y el ministro de Obras Públicas, Argelino
Durán Quintero (nortesantandereano). El aeropuerto de San Antonio fue
fundado, en 1928, durante el régimen de Juan Vicente Gómez.
En el 2011, el ‘Camilo Daza’ registró un movimiento de 954.065 pasajeros,
27.589 toneladas de carga y 31.173 operaciones aéreas. En los últimos años fue
objeto de reparaciones locativas con una inversión que superó los $ 26.063
millones, para intervenir 9841 metros cuadrados. El concesionario Aeropuertos
de Oriente está al frente de la obra.
En reciente estudio, la Cámara de Comercio de Cúcuta advirtió que “la
capacidad actual del Aeropuerto Camilo Daza queda copada en el año 2017, puesto
que las proyecciones de movimiento de pasajeros, se estructuraron con
estadísticas del 2004 al 2008, sin incluir datos del 2009. En esta
proyección no se consideró la demanda a partir del 2009 al 2013”.
El análisis de demanda de servicios al 2035, prevé una adición de
áreas construidas de otros 6560 metros cuadrados, para atender los más de
2,4 millones de pasajeros que utilizarían la terminal aérea.
“La demanda de nuevas áreas representa el 67 % más de las áreas previstas
en el proyecto actual, lo cual amerita un replanteamiento general del proyecto
que involucre las plataformas y las vías de acceso”, señaló la Cámara de
Comercio.
Villamizar Suárez reiteró que para lograr el despegue económico que
“jalone el desarrollo social, se requiere una eficiente, rápida y permanente
movilidad de personas y de carga, que atienda orígenes y destinos, no solo de
las dos naciones sino de otros países o continentes en búsqueda de mercados
para sus productos”.
El ‘Camilo Daza’ cuenta con las especificaciones técnicas requeridas para
cumplir la función social e integracionista con Venezuela. Al convertirse en
terminal binacional contribuirá a que la zona limítrofe sea más competitiva,
tenga fácil y ágil conectividad, y facilite vuelos internacionales.
En el estudio elaborado por Mario Villamizar “se trata de ofrecer el
aeropuerto de Cúcuta para la utilización de la navegación aérea venezolana,
dadas las dificultades insalvables del aeropuerto de San Antonio”.
La Aeronáutica Civil de Colombia y Venezuela, las cancillerías, las fuerzas
militares, las entidades que intervienen en el funcionamiento de los
aeropuertos y los gremios de Norte de Santander y el Táchira deben elaborar un
plan de manejo de la terminal binacional.
La adopción del proyecto implicará que en territorio colombiano despachen
autoridades venezolanas de aduana y de migración para facilitar el tránsito de
pasajeros. “Es conveniente que este liderazgo, por las implicaciones
internacionales, esté en manos de las autoridades (civiles) de las dos
naciones”, concluyó el estudio elaborado por Villamizar Suárez”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario