domingo, 12 de junio de 2016

950.- EL PRIMER DIA DE LA MADRE EN CUCUTA



Gerardo Raynaud

Recorte del periódico El Popular dirigido por el padre Mendoza, que participa sobre los preparativos para celebrar la fiesta de la madre a celebrarse el domingo 31 de mayo de 1925.


Siempre ha llamado la atención del resto de los ciudadanos de este país, el hecho de la diferencia en el día de celebración en honor de las madres en Cúcuta.

He leído algunas de las crónicas que tradicionalmente se escriben cuando se acerca la acostumbrada fecha finalizando el mes de mayo y una en particular, escrita por Manuel Waldo Carrero que ilustra con claridad las actividades que se realizaban ese día; por esta razón, me permito extraer de su muy interesante escrito las frases pertinentes, las que nos ayudarán a comprender mejor el sentido de esta festividad.

Dice Carrero: “La versión inventada por la mentalidad mercantil de Cúcuta hace unos años, de que se había trasladado del segundo domingo al último domingo, a petición del comercio, porque no había llegado el barco con la mercancía para los regalos, no tiene fundamento, porque en ese tiempo de los años veinte, según cuenta gente de la época, no se daba regalos ese día, yo recuerdo que en nuestra casa la primera vez que se dio regalo de día de la madre fue, en 1939, una nevera que funcionaba con kerosén. 

Los diversos barcos que salían de Europa o de los Estados Unidos, llegaban al Caribe cada uno en distintas fechas, y repartían la mercancía en Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, Maracaibo, Puerto Cabello, etc.

Parte de la que desembarcaban en Maracaibo seguía en pequeños barcos a Puerto Encontrados y luego por ferrocarril y carretera a otras ciudades del interior, como San Cristóbal, Mérida, Rubio, Cúcuta, Chinácota, con destino a diversas casas comerciales, en cantidades pequeñas y no en conjunto.

La supuesta reunión de Comerciantes, de donde salió esta versión reconoció más tarde, que la “suposición” del retraso del barco, sería válida para ese año y no institucionalmente y así lo habían informado a la prensa, quienes lo dieron por cierto y permanentemente. No se podía cambiar lo que no existía y en Cúcuta desde un comienzo fue el último domingo. Y nunca el segundo domingo.”


Recorte del periódico El Popular comentando la Fiesta de la Madre.


Hay otras versiones sobre este mismo tema, en especial una citada por el mismo autor y publicada en el diario El Tiempo de Bogotá en el año 2000, en la que recoge la siguiente información:

“Según el historiador Aurelio Contreras, la fiesta de las madres ingresó a Colombia por Cúcuta.

Su origen se remonta a 1925, cuando el director español de teatro, Manolo Rivas del Campo, propuso presentar el último domingo de mayo (día 31 en ese año), una obra en honor a las mamás cucuteñas. Luego solicitó que el Día de las Madres se celebrara ese día.”

Lo cierto es que a pesar de las varias transcripciones que se han hecho respecto de la tan señalada fecha, incluso una mencionada en el mismo artículo por Carrero, en la cual se argumenta que ante la posibilidad que el segundo domingo de mayo coincidiera con la luctuosa conmemoración del terremoto, lo cual es matemáticamente imposible, toda vez que el segundo domingo más cercano al 18 es el 14, no era bien visto “una celebración como el Día de la Madre, con el aniversario de la tragedia”.

Sin el ánimo de entrar en polémicas sobre la veracidad de la escogencia del día de celebración en honor de las madres en esta ciudad, la verdad es que esta fecha se venía preconizando en la ciudad de Pamplona por indicación de la entonces diócesis de esa población, con el argumento que por privilegio, el último domingo de mayo es el conmemorativo de María, madre de todas las gracias, de modo que, como el festejo se realizaba en todos los establecimientos de enseñanza, “los niños celebrarían tanto a la madre del cielo y a la madre de la tierra, confundidas en un solo amor”.

Con esa tradición, el padre Demetrio Mendoza organizó la primera Fiesta de la Madre en Cúcuta, en un sobrio espectáculo religioso, que era la tradición de entonces, lejos del boato y la ostentación que el comercio ha querido darle, en los últimos tiempos, para beneficio de sus intereses.

Veamos cómo se desarrolló la primera Fiesta de la Madre ese 31 de mayo de 1925.

Con la orientación del padre Demetrio Mendoza y el acompañamiento de los directores de las escuelas y colegios, así como todos sus maestros, se dispusieron a celebrar este día, de la mejor manera.

En las horas de la mañana, en la iglesia de San José, se reunieron niños y jóvenes que “ennoblecidos con el pan de los ángeles, dedicaron los momentos sagrados del recogimiento a las madres vivas y a las que durmieron bajo la bendición de Dios y las lágrimas de sus hijos”, fue la descripción que hiciera el propio reverendo Mendoza y que publicara en su periódico El Popular, luego de transcurrida la solemne celebración.

Cada uno de los hijos exhibía sobre su pecho las rosas encarnadas que hablaban del amor a las madres presentes y las blancas que evocaban el cielo de las que ya se ausentaron.

En cada uno de los establecimientos educativos se programaron diversos actos con representaciones culturales que expresaban el amor y cariño filiales en una procesión de encantadores momentos por la ternura y el delicado sentimiento con que ofrendaban en honor de quien es todo cariño, abnegación, piedad y sacrificio.

A todas las madres les dejó dulcísimas impresiones pero especialmente a las madres pobres quienes tuvieron especial motivo para regocijarse justamente por esas demostraciones de cariño.

Los únicos obsequios que fueron entregados a las madres  lo constituyeron las tarjetas con motivos alusivos que expresaban los afectos de sus retoños. Y desde entonces, el día de la madre se celebra en Cúcuta, el último domingo de mayo.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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