Juan Esteban
La plaza de Mercado Nuestra Señora de las Angustias se encuentra en el
barrio Santander y fue fundada en 1972 por la necesidad de abastecer de
productos alimenticios a toda la comuna 10, una de las más grandes de Cúcuta.
En este lugar que está abierto al público todos los fines de semana durante
toda la mañana, no solo se consiguen alimentos para mercar, también se
consiguen desayunos; pasteles, caldos y otros, que son consumidos por las
personas que madrugan a este sitio para escoger desde carnes hasta hiervas que
son venidas en el lugar.
Este sector se volvió tan tradicional, que los locales que hay dentro de él
no alcanzan a cumplir con la demanda, sobre todo de los domingos, por ellos en
la parte de afuera durante medio día la calle se debe cerrar para que se
ubiquen los “carreteros” que también venden sus productos aprovechando la
avalancha de compradores.
Mercado Nuestra Señora de las
Angustias, barrio Santander.
Jairo es un reconocido carnicero del sector, quien explicó que “yo
siempre he traído buena carne, antes vendía mucho más que hoy, el problema es
que la gente ahora le gusta comprar lo venezolano por el precio, pero no se dan
cuenta que eso es de lo más dañino que hay porque no cumple en nada con los
requisitos de salubridad”
Luego de las ventas realizadas el fin de semana, el sector vuelve a la
normalidad, comprometiéndose los vendedores a limpiar el sitio y no dejar
carretas ni enseres a las afueras de la plaza.
Ana de Dios, clienta desde hace más de 15 años del Mercado de las
Angustias, comentó que “aquí es bueno comprar porque todo es fresco, y el
precio es bueno, usted puede escoger de todos los que venden, aunque uno ya
tiene a quién le compra que es el mismo de siempre”
El mercado no ha recibido adecuaciones físicas, y estos lugares están
siendo dados de baja por el abandono, un ejemplo de ello es el antiguo mercado
de la Calle 13 en el barrio El Contento de Cúcuta, y otro que aún está en lucha
por no desaparecer es el de la famosa calle del amor, en la calle 18 sobre
avenidas cuarta y quinta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario