Gerardo Raynaud
Transmisión
desde el aeropuerto de Cazadero
En 1952 después de la entrada al aire de Radio Guaimaral, la tensión que
enfrentaba las emisoras radiales de Cúcuta era cada día mayor. El Diario de la
Frontera le había cedido un espacio semanal al periodista Julio Palacios Pérez,
que se publicaba todos los jueves, para que difundiera las noticias del sector
y tuvo un gran éxito, al punto que propuso una serie de concursos entre
emisoras, que atraían la atención del público y las retaba para que ganaran
audiencia a punta de esfuerzo, creatividad e innovación, términos que fueron
desarrollándose e implementándose a medida que transcurría el tiempo y
aparecían nuevas tecnologías.
Y no era para menos, C.R.P. o “trompoloco” como lo llamaban sus amigos,
había irrumpido en el sector radiofónico de la ciudad y la región, como se
diría hoy, “con toda” pero especialmente con la traída de la última novedad, el
“transmovil”, utilizado en aquel entonces para las llamadas ‘transmisiones a
control remoto’. Esas acciones le fueron sumando adeptos o radioescuchas, lo
que se tradujo en una reducción de audiencia para las otras dos emisoras
que por esos días se disputaban el mercado del sector.
Los hermanos Alejandro y Pompilio Sánchez, pioneros de la radio difusión en
la ciudad, vieron su hegemonía amenazada, pues en tan corto tiempo ‘la chica
para grandes cosas’, les estaba quitando clientela a pesar de los esfuerzos y
las estrategias que por entonces utilizaban las grandes emisoras de todas la
ciudades grandes de Colombia y el mundo: los radio teatros.
Por esta razón y próximos a cumplir diecinueve años de continua trasmisión
en su emisora La Voz de Cúcuta, decidieron promover la más grande celebración
que se tuviera noticia en el medio.
Para el próximo día martes 28 de octubre, cuando cumplirían casi dos
décadas de fundada la emisora, iban a ofrecerle a su público y a todos los
habitantes de la región, un programa inolvidable, que esperaban fuera recordado
por mucho tiempo, pero que además, les ayudara a recuperar esa audiencia que
tambaleaba ante la arremetida de la más nueva de las plantas de radio.
Toda la plantilla de empleados de la Voz de Cúcuta, estuvo comprometida en
la conmemoración de tan magno evento y por ello haremos, a continuación, un
breve recuento de quiénes eran esos personajes, antes de narrarles la
parafernalia que involucró dicha celebración.
Empezaremos con sus propietarios, Alejandro Sánchez Cuadros, quien se
desempeñaba como gerente, hombre de espíritu jovial, su gentileza y don de gentes
lo habían hecho merecedor de las simpatías de todos sus conocidos y amistades,
pues siempre lo consideraron como un amigo desinteresado y un compañero
sincero, así como para sus empleados era un jefe justiciero y consciente,
merecedor de los elogios de quien ha sabido mantener en pie la bandera que un
día levantara, en compañía con su hermano, para el engrandecimiento de la
ciudad, esta gran empresa de radiodifusión.
Pompilio Sánchez Cuadros, era el alma de la emisora. Ingeniero
electricista, conocedor de los intríngulis tecnológicos de que contaba el mundo
de las comunicaciones de entonces, realizó el montaje y puso en marcha todos
los componentes electrónicos, desde sus más mínimos detalles y luego capacitó y
entrenó a los técnicos, varios de los cuales sirvieron a las demás emisoras que
fueron instalándose en la ciudad, para servir de apoyo cuando salieran al
aire. Una vez terminado el proceso y cuando la operación estuvo normalizada, se
trasladó a la capital de república a continuar sus labores profesionales, sin
descuidar sus obligaciones en la sociedad radial.
La empleada más antigua de la emisora y a quien ese día le rindieron un
merecido tributo fue doña María Vera de Marcucci, por sus catorce años de vida
laboral, acompañando a los hermanos Sánchez con quienes disfrutó tanto de sus
triunfos como de sus adversidades.
También recibieron reconocimientos por sus labores, la totalidad de los
trabajadores, tanto técnicos como administrativos y la nómina de periodistas y
locutores.
Se destacaron las labores del administrador, Miguel Rueda, joven que ha
descollado a fuerza de sacrificios y espíritu de trabajo, preocupado por el
perfecto funcionamiento y la buena elaboración de los programas.
De su locutor estrella, Jorge León, cuyas cualidades dignas de elogio
ayudaron y contribuyeron a la acertada presentación de sus programas y
elaboración de libretos.
La ‘primera voz deportiva del oriente colombiano’, Gilberto Maldonado
Moreno, era uno de los locutores más escuchados por los aficionados a los
muchos deportes transmitidos por la Voz de Cúcuta.
Gilberto Maldonado Moreno
El personal femenino de locución estaba representado por la bella voz de
Edith Ferrer Carrillo y las demás tareas de apoyo estaban en manos de Pedro
Pablo Díaz, así como del personal de radio-operadores que lo componían Jaime
Hernández, Armando Cuberos Porras y Trina Rojas quienes contribuían al éxito de
las transmisiones desde la cabina de control.
Cerraban el registro de funcionarios Ricardo González y ‘el pibe’ Antonio
Luna Cruz, quienes apoyaban la labor del administrador; una docena de
trabajadores, todos identificados con la empresa y la ciudad.
Desde el mismo momento de la idea de celebrar con toda la pompa este
cumpleaños, don Alejandro Sánchez se dio a la tarea de contactar los posibles
artistas que intervendrían en el evento.
Los primeros fueron, el Trío Los Diamantes, la famosa cantante
mexicana María Teresa Landín y al ‘Tenor de las Américas don Pedro Vargas,
quienes finalmente no pudieron asistir por problemas de agenda, pero sí se logró
la contratación de un elenco de lujo en el cual se destacaban, el dueto Garzón
y Collazos y los cantantes nacionales Mario Suárez, Olga Aragón y Sonia Mendoza
que sobresalieron en sus respectivas audiciones.
Las Hermanitas Pérez siempre joviales y gentiles se lucieron con su show de
canto y el concierto ofrecido por doña Eddy Gandica de Barrera se destacó
entre los programas especiales.
La Banda del Departamento, dirigida por el maestro Pablo Tarazona Prada,
hizo las delicias del público y cerrando el certamen estuvo en tarima, el Dueto
Guasimales integrado por los jóvenes artistas Juan Gómez y Jesús Rojas,
verdaderas promesas del folclor local.
Cerró el festejo la orquesta Santander, baile incluido. Las audiciones
fueron dirigidas por las reconocidas damas de la cultura, Ana de Jesús Llanes
Linares y doña Ana Vera de Marcucci.
El radio teatro estuvo a reventar durante los días del agasajo y los
resultados marcaron la renovación de la emisora pionera de la radio en Cúcuta.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.