martes, 29 de noviembre de 2016

1037.- AVES, SIMBOLOS DE ESPIRITUS ALEGRES Y COLORIDOS



Mario Caicedo







Tanto en las culturas mediterráneas como en las europeas septentrionales, las aves son mensajeras de los dioses.

Existe la creencia de que después de la muerte el alma abandona el cuerpo en forma de pájaro.

Estas criaturas, símbolo de espíritus alegres y coloridos, embellecen los cielos del mundo entero.

Cúcuta tiene una gran variedad de aves, entre visitantes y propias, que han servido para celebrar el Día Mundial del avistamiento de Aves y, al mismo tiempo, tomar conciencia sobre su importancia en nuestro ecosistema.

Los árboles del centro de la ciudad –que dan sombra a los transeúntes– son el hogar de decenas de pájaros.

En las ramas hacen nidos y los silbidos son un cantico amañador que da tranquilidad en medio de la agitada vida citadina.

Cualquiera de estas especies, de seguir cazadas y comercializadas, solo tendrán vigencia tanto en el imaginario popular como en su condición de fuente de inspiración para poetas y escritores de ámbitos culturales diversos.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

domingo, 27 de noviembre de 2016

1036.- LA GRAN CELEBRACION DE LA VOZ DE CUCUTA



Gerardo Raynaud

Transmisión desde el aeropuerto de Cazadero

En 1952 después de la entrada al aire de Radio Guaimaral, la tensión que enfrentaba las emisoras radiales de Cúcuta era cada día mayor. El Diario de la Frontera le había cedido un espacio semanal al periodista Julio Palacios Pérez, que se publicaba todos los jueves, para que difundiera las noticias del sector y tuvo un gran éxito, al punto que propuso una serie de concursos entre emisoras, que atraían la atención del público y las retaba para que ganaran audiencia a punta de esfuerzo, creatividad e innovación, términos que fueron desarrollándose e implementándose a medida que transcurría el tiempo y aparecían nuevas tecnologías.

Y no era para menos, C.R.P. o “trompoloco” como lo llamaban sus amigos, había irrumpido en el sector radiofónico de la ciudad y la región, como se diría hoy, “con toda” pero especialmente con la traída de la última novedad, el “transmovil”, utilizado en aquel entonces para las llamadas ‘transmisiones a control remoto’. Esas acciones le fueron sumando adeptos o radioescuchas, lo que se tradujo en una reducción de audiencia para las otras dos emisoras que por esos días se disputaban el mercado del sector.

Los hermanos Alejandro y Pompilio Sánchez, pioneros de la radio difusión en la ciudad, vieron su hegemonía amenazada, pues en tan corto tiempo ‘la chica para grandes cosas’, les estaba quitando clientela a pesar de los esfuerzos y las estrategias que por entonces utilizaban las grandes emisoras de todas la ciudades grandes de Colombia y el mundo: los radio teatros.

Por esta razón y próximos a cumplir diecinueve años de continua trasmisión en su emisora La Voz de Cúcuta, decidieron promover la más grande celebración que se tuviera noticia en el medio.

Para el próximo día martes 28 de octubre, cuando cumplirían casi dos décadas de fundada la emisora, iban a ofrecerle a su público y a todos los habitantes de la región, un programa inolvidable, que esperaban fuera recordado por mucho tiempo, pero que además, les ayudara a recuperar esa audiencia que tambaleaba ante la arremetida de la más nueva de las plantas de radio.

Toda la plantilla de empleados de la Voz de Cúcuta, estuvo comprometida en la conmemoración de tan magno evento y por ello haremos, a continuación, un breve recuento de quiénes eran esos personajes, antes de narrarles la parafernalia que involucró dicha celebración.

Empezaremos con sus propietarios, Alejandro Sánchez Cuadros, quien se desempeñaba como gerente, hombre de espíritu jovial, su gentileza y don de gentes lo habían hecho merecedor de las simpatías de todos sus conocidos y amistades, pues siempre lo consideraron como un amigo desinteresado y un compañero sincero, así como para sus empleados era un jefe justiciero y consciente, merecedor de los elogios de quien ha sabido mantener en pie la bandera que un día levantara, en compañía con su hermano, para el engrandecimiento de la ciudad, esta gran empresa de radiodifusión.

Pompilio Sánchez Cuadros, era el alma de la emisora. Ingeniero electricista, conocedor de los intríngulis tecnológicos de que contaba el mundo de las comunicaciones de entonces, realizó el montaje y puso en marcha todos los componentes electrónicos, desde sus más mínimos detalles y luego capacitó y entrenó a los técnicos, varios de los cuales sirvieron a las demás emisoras que fueron instalándose  en la ciudad, para servir de apoyo cuando salieran al aire. Una vez terminado el proceso y cuando la operación estuvo normalizada, se trasladó a la capital de república a continuar sus labores profesionales, sin descuidar sus obligaciones en la sociedad radial.

La empleada más antigua de la emisora y a quien ese día le rindieron un merecido tributo fue doña María Vera de Marcucci, por sus catorce años de vida laboral, acompañando a los hermanos Sánchez con quienes disfrutó tanto de sus triunfos como de sus adversidades.

También recibieron reconocimientos por sus labores, la totalidad de los trabajadores, tanto técnicos como administrativos y la nómina de periodistas y locutores.  

Se destacaron las labores del administrador, Miguel Rueda, joven que ha descollado a fuerza de sacrificios y espíritu de trabajo, preocupado por el perfecto funcionamiento y la buena elaboración de los programas.

De su locutor estrella, Jorge León, cuyas cualidades dignas de elogio ayudaron y contribuyeron a la acertada presentación de sus programas y elaboración de libretos.

La ‘primera voz deportiva del oriente colombiano’, Gilberto Maldonado Moreno, era uno de los locutores más escuchados por los aficionados a los muchos deportes transmitidos por la Voz de Cúcuta. 

Gilberto Maldonado Moreno

El personal femenino de locución estaba representado por la bella voz de Edith Ferrer Carrillo y las demás tareas de apoyo estaban en manos de Pedro Pablo Díaz, así como del personal de radio-operadores que lo componían Jaime Hernández, Armando Cuberos Porras y Trina Rojas quienes contribuían al éxito de las transmisiones desde la cabina de control.

Cerraban el registro de funcionarios Ricardo González y ‘el pibe’ Antonio Luna Cruz, quienes apoyaban la labor del administrador; una docena de trabajadores, todos identificados con la empresa y la ciudad.

Desde el mismo momento de la idea de celebrar con toda la pompa este cumpleaños, don Alejandro Sánchez se dio a la tarea de contactar los posibles artistas que intervendrían en el evento.

Los primeros fueron, el Trío Los Diamantes,  la famosa cantante mexicana María Teresa Landín y al ‘Tenor de las Américas don Pedro Vargas, quienes finalmente no pudieron asistir por problemas de agenda, pero sí se logró la contratación de un elenco de lujo en el cual se destacaban, el dueto Garzón y Collazos y los cantantes nacionales Mario Suárez, Olga Aragón y Sonia Mendoza que sobresalieron en sus respectivas audiciones.

Las Hermanitas Pérez siempre joviales y gentiles se lucieron con su show de canto y el concierto ofrecido por doña Eddy  Gandica de Barrera se destacó entre los programas especiales.

La Banda del Departamento, dirigida por el maestro Pablo Tarazona Prada, hizo las delicias del público y cerrando el certamen estuvo en tarima, el Dueto Guasimales integrado por los jóvenes artistas Juan Gómez y Jesús Rojas, verdaderas promesas del folclor local.

Cerró el festejo la orquesta Santander, baile incluido. Las audiciones fueron dirigidas por las reconocidas damas de la cultura, Ana de Jesús Llanes Linares y doña Ana Vera de Marcucci.

El radio teatro estuvo a reventar durante los días del agasajo y los resultados marcaron la renovación de la emisora pionera de la radio en Cúcuta.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

viernes, 25 de noviembre de 2016

1035.- FARC, 34 AÑOS ENQUISTADAS EN N. DE S.



La Opinión


En 2004 se registró una de las masacres más sangrientas de las Farc en el corregimiento La Gabarra de Tibú, en la que se estima que perdieron la vida 34 ‘raspachines’.

El Catatumbo, en Norte de Santander, históricamente ha sido foco de la guerra en Colombia y el conflicto armado ha estado enquistado en la vida de las comunidades que han tenido que convivir con las disputas de los grupos armados por el territorio.

La llegada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), tiene sus orígenes en la VII Conferencia del grupo guerrillero, cumplido en mayo de 1982.

En la Conferencia se acordó la ejecución de un plan estratégico para la toma del poder y para ello se debía ampliar la capacidad militar y darse el posicionamiento en zonas estratégicas como el Catatumbo.

El Frente 33 de las Farc fue el que incursionó en la zona y, para 1994, estaba posicionado en el departamento bajo el mando de Rodrigo Londoño ‘Timochenko’, hoy jefe máximo de las Farc.

La llegada al departamento según reseña el informe ‘Las Farc en el Catatumbo’, publicado por la Fundación Ideas para la Paz, buscaba convertir a Norte de Santander en el epicentro para el dominio de la cordillera Oriental y tener tránsito de Ecuador a Venezuela por medio de una cadena de frentes.

“Las Farc buscaban utilizar al Catatumbo como retaguardia, aprovechando la topografía y la condición fronteriza para fortalecer el narcotráfico”, reseña el informe.

Otra característica de la zona que fue aprovechada por las Farc en sus primeros años en el Catatumbo, fueron las pequeñas economías campesinas que para la época reclamaban el abandono estatal a raíz de la explotación petrolera no traducida en bienestar para las poblaciones.

En ese contexto, el discurso ideológico de las Farc encontraron un nicho para construir bases sociales que convivieran con el narcotráfico, el tráfico de armas y el contrabando; elementos necesarios para la financiación de la revolución.

De acuerdo con la Corporación Observatorio para la Paz, entre 1982 y 1998 las Farc mantuvieron una ‘cultura campamental’ que facilitó el dominio sobre el territorio y la población.

“En 1996, la producción de cocaína registró un auge y el corregimiento La Gabarra de Tibú se convirtió en centro de cultivo y producción.

Desde allí se extendieron a municipios como El Tarra y Sardinata, donde también se registraron secuestros, extorsiones a ganaderos, comerciantes y empresas petroleras”, reseñó el reporte de Ideas para la Paz.

Control territorial

Un segundo momento en la historia de las Farc se registró entre 1999-2006, caracterizado por el control territorial y la intensificación del conflicto armado -especialmente con la llegada de los paramilitares.

“La conformación del Bloque Catatumbo hizo que se produjera un cambio importante en las dinámicas de la confrontación armada. El fortalecimiento de estas estructuras paramilitares hizo que crecieran las disputas con las Farc por el control de zonas como La Gabarra”, reseña Ideas para la Paz.

De ahí en adelante se registró el avance de los paramilitares a los municipios con presencia de las Farc y los cultivos de coca también se expandieron en localidades como Sardinata, El Carmen y Teorama entre 2000-2003; y más adelante a Convención, San Calixto y Hacarí, municipios controlados por las Farc con la Columna Móvil Arturo Ruiz.

Los enfrentamientos entre ambos bandos mermaron con la desmovilización de los paramilitares, en 2004.

A partir de ese año, las Farc lograron reorganizarse en municipios disputados como Tibú. Pese al fin de las Autodefensas Unidas de Colombia como grupo, los disidentes conformaron bandas criminales que también entraron en confrontación con las Farc.

Reorganización

Este periodo se caracterizó por la actividad que desarrolló el Frente 33, consolidando el flujo de cocaína a Venezuela. 

De acuerdo con el informe de Ideas para la Paz, se establecieron redes de apoyo con miembros de las fuerzas de seguridad del vecino país para el transporte de armas, municiones, suministros, comida y medicinas.

Para 2007 se estima que las Farc contaban, en el Catatumbo, con 600 hombres, cifra que en 2011 se redujo a 300.

En cuanto a cultivos de coca de acuerdo con el Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, las Farc tenían, en 2012, cerca de 4.500 hectáreas.

Los combates contra las Farc disminuyeron entre 2009-2012, debido a que los insurgentes empezaron a evitar las confrontaciones directas por la incapacidad de sostenerlos. Ello obligó a las Fuerzas Militares a perfeccionar las labores de inteligencia.

En 2012, tras varios meses de acercamiento con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, se iniciaron los diálogos de paz cumplidos en Cuba, que concluyeron el 26 de septiembre de 2016, con los acuerdos firmados en Cartagena.




Recopildo por: Gastón Bermúdez V.