viernes, 24 de marzo de 2017

1097.- CUCUTEÑO ENFRENTO JUICIO EN USA

La Opinión/SunSentinel


El colombiano más buscado por la justicia de Estados Unidos por los crímenes de dos mujeres – su novia en Cali y su esposa en la Florida (Estados Unidos) – y el intento de asesinato de otra mujer en Nueva York, resultó ser un cucuteño, cuya madre y una hermana fueron asesinadas hace 17 años en un céntrico sector de la capital de Norte de Santander.

Villamizar Ayala, de 37 años, también fue acusado de intento de asesinato de una ex novia en Nueva York e igualmente enfrentó cargos por abuso sexual de menores.

Se trata de Jorge Iván Villamizar Ayala, conocido también con los apodos de ‘Ángel’ y ‘Motoratón’, cuya captura se produjo a finales de agosto de 2009 cuando se encontraba en una iglesia en un poblado del estado de Texas. De aquí fue extraditado a la Florida.

Conmoción en Florida

Según los informes oficiales, en el 2004, este individuo asesinó a su novia Bianca Sierra. En ese momento, el hecho conmocionó a la comunidad hispana del sur de los Estados Unidos. “Durante la pelea él cogió el martillo y le dio un martillazo y la mató”, recuerda el policía federal, Carlos Guerrero, citado por varias publicaciones de Estados Unidos.

La captura del criminal se logró gracias al programa televisivo divulgado a nivel nacional en Estados Unidos, en el que se muestran fotos de las personas más buscadas por las autoridades federales.

Por un programa de televisión Diario de las Américas en reciente edición digital reseñó que el Servicio de los U.S Marshal arrestó a Villamizar Ayala cuando éste salió de una iglesia en Brownsville (Texas), luego de que alguien lo reconociera después de verlo en el programa de televisión “Los fugitivos más buscados”, divulgado por la cadena Fox y avisara a las autoridades.

Fue extraditado al condado de Broward, al norte de Miami, donde afrontó cargos de asesinato en primer grado por la muerte de su novia Bianca Sierra, a quien presuntamente le fracturó el cráneo con un martillo, en 2004.

Un portavoz de la Oficina del Alguacil de Broward precisó que el colombiano también afrontó cargos de huir para evitar las acusaciones; por manejar bajo una sustancia ilegal; intento de asesinato en Nueva York y homicidio en Cali y agresión sexual a un menor en Texas.

El hombre fue acusado de asesinar a Sierra en noviembre de 2004 y dejar su cadáver en la misma cama que compartían.

Los dos hijos de la víctima, de seis y nueve años encontraron el cuerpo ensangrentado de su madre al abrir la puerta de la habitación. Los detectives asignados al caso hallaron el martillo con sangre, que utilizaba para colocar pisos en viviendas del sur de Florida, en una cubeta escondida en un armario de la casa en la que vivía Villamizar Ayala con Sierra, en Pompano Beach (Broward), según la información de Diario de las Américas.

En Nueva York, fue acusado de producirle a otra novia varios cortes en la garganta, de acuerdo con el mismo periódico.

En los archivos de Cúcuta

En los archivos de la Policía de Cúcuta, Villamizar Ayala aparece como hijo de Germán Villamizar Vargas, quien era conocido como comerciante en esta ciudad y murió a finales de 1991 o principios de 1992 en el Ecuador, y Rosario Ayala de Villamizar, y con lugar de residencia en la avenida 5.

Un juzgado de ejecución y penas y medidas de Cali le dictó orden de captura por homicidio y porte ilegal de armas, según el informe policial. Esa medida está al parecer relacionada con la muerte violenta, en 2001 en Cali, de la novia de Villamizar Ayala.

Según los informes coincidentes de las autoridades, Villamizar Ayala viajó posteriormente a Cúcuta y de aquí a Estados Unidos y se volvieron a enterar de él a raíz del asesinato de Bianca Sierra, en noviembre de 2004 en Miami.

La masacre de La Cabrera

El martes 17 de marzo de 1992, La Opinión publicó en su página judicial una amplia información sobre un hecho criminal que causó impacto en la ciudad: la muerte violenta, en la noche del lunes 16 de marzo, de doña Rosario Ayala viuda de Villamizar, de 39 años, natural de Cúcuta y de su pequeña hija, Diana Carolina Villamizar Ayala, de ocho años y también de Cúcuta.

En diciembre de 1991, la señora Ayala viuda de Villamizar y su hija habían regresado a Cúcuta procedentes de Cali y el día de su trágica muerte se encontraba en la casa de una hermana, en la avenida 5 entre las calles 17 y 18.

Germán Villamizar Vargas, esposo de la señora Ayala, había muerto en Ecuador, y según conocidos y familiares, víctima de una cirrosis.

Según la publicación de La Opinión del 17 de marzo de 1992, cuando faltaban 15 minutos para las 7:00 de la noche, irrumpió un hombre y les disparó sin misericordia. La señora Rosario y su pequeña hija se encontraban en la sala de la casa y acababan de llegar después de haber hecho unas compras en un almacén de telas del centro de la ciudad. Una sobrina de la señora Ayala de Villamizar logró sobrevivir.

El hombre que les disparó y causó la muerte era de aspecto joven y utilizó una pistola calibre 7.65. La niña que sobrevivió relató que se escondió detrás de un sofá cuando sonó el primer disparo. El asesino salió caminando hacia la calle 17 y con otro compinche cruzaron.

En ese momento, los familiares de la señora Ayala de Villamizar dijeron a las autoridades que el único asunto que tenía pendiente era el proceso a través de un abogado por la hipoteca de una casa que le había dejado su esposo.

Todo parece indicar que esta tragedia tuvo un grave efecto anímico perturbador en el joven Jorge Iván Villamizar Ayala, pues, según testimonios de familiares, él era muy cercano a su señora madre y a su hermanita.


Extraoficialmente se supo que el asesinato de la señora Ayala y de su hija fue cometido por el presunto narcotraficante José Reinaldo Fiallo Jácome (‘El Nano Fiallo’), en venganza por la muerte, en Chinácota, de un hermano suyo en una disputa de una deuda con Germán Villamizar.

A partir de entonces hubo varios casos de muertes violentas en Cúcuta que las autoridades no lograron establecer plenamente.

Tras el doble asesinato de La Cabrera, Fiallo se fue de Cúcuta a Barranquilla y en la capital del Atlántico fue involucrado con su amigo, Sergio Adolfo González Torres, (‘El Tato’), quien también era su escolta, en el asesinato del popular cantante vallenato Rafael Orozco Maestre, ocurrido en la noche del 11 de junio de 1992 frente a su residencia en Barranquilla, en un hecho que causó gran conmoción en el país.

El Juicio y la sentencia

La madre de Bianca Sierra que fue asesinada hacía siete años, se plantó frente al tribunal en Broward para condenar al hombre condenado por el horrible asesinato.

"Espero que tu vida en prisión sea larga y miserable. Por cierto, Feliz Navidad", dijo Evelyn Valle. 

Jorge Villamizar Ayala, condenado a principios de diciembre de 2011 por el asesinato de Bianca Sierra en 2004, no se inmutó ante el sarcástico saludo navideño. Los fiscales dijeron que Villamizar Ayala golpeó la cabeza de Sierra con un mazo, robó su coche y huyó del condado de Broward . Fue capturado en Brownsville, Texas, cinco años después.

El juez del Circuito de Broward, Andrew Siegel, lo condenó a pasar el resto de su vida en prisión.

Sierra, de 25 años, era madre de dos niños pequeños, y los investigadores dijeron que eran los niños quienes encontraron su cuerpo boca abajo sobre su cama, su cráneo aplastado. Los niños, ahora de 16 y 12 años, estaban en la corte para ver el asesino de su madre enviado lejos para siempre. No hablaron en la audiencia de sentencia.

Su abuela, habló por ellos:

"Mató a mi hija y desapareció como el cobarde que es". Ella describió cómo Villamizar Ayala fue  encontrado en 2009 en una iglesia, sosteniendo una Biblia. -Qué hipócrita -dijo-.

Villamizar Ayala, ahora de 39 años, se casó mientras estaba en Texas. Su esposa, Audrey Enciso, asistió a su juicio de una semana, todos los días, a veces acompañado por partidarios de la iglesia.

"Estoy aquí para afirmar que buscó al Señor. Él tiene un corazón que busca al Señor" -dijo Enciso sobre su esposo-.

Enciso le ofreció sus condolencias a la familia de Sierra y no dijo nada que cuestionara el veredicto del jurado. Villamizar Ayala, vestido con un mono rojo de la cárcel, fue llevado fuera de la sala de tribunal en grilletes después de que el juez pronunciara la sentencia obligatoria.

Los abogados del acusado, José Reyes y George Reres, dijeron que apelarían la condena en parte desafiando los primeros minutos de los argumentos finales de la fiscalía una semana atrás:

Frente al jurado, el fiscal adjunto Tom Coleman había recogido el arma del asesinato, un martillo de cuatro libras, y lo había derribado contra un podio y una barandilla de mármol, con los fuertes estallidos puntuando su relato de la brutalidad del asesinato de Sierra. Los abogados de la defensa objetaron de inmediato, pero el juez permitió que los argumentos finales continuaran.

Reyes dijo que pidió una copia de video de una cámara de vigilancia dentro de la sala del tribunal para incluir en su moción apelando la condena de su cliente.

Villamizar Ayala no testificó durante el juicio y no dijo nada en su audiencia de sentencia. Durante el juicio, sus abogados sostuvieron que era inocente del crimen y trataron de culpar a la víctima de la práctica de la santería.

Sierra había decidido romper con Villamizar Ayala, y todavía estaba viva, cuando este abandonó el apartamento de la víctima en Pompano Beach, según los abogados. Quien haya matado a Sierra podría haber matado a Villamizar Ayala también, si hubiera estado en casa, dijo Reres.

Los jurados rechazaron la teoría de la defensa y estuvieron a favor de Coleman, quien dijo que Villamizar Ayala estaba en casa y fue el asesino.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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