La
Opinión/SunSentinel
El colombiano más buscado por la justicia de Estados Unidos por los
crímenes de dos mujeres – su novia en Cali y su esposa en la Florida (Estados
Unidos) – y el intento de asesinato de otra mujer en Nueva York, resultó ser un
cucuteño, cuya madre y una hermana fueron asesinadas hace 17 años en un
céntrico sector de la capital de Norte de Santander.
Villamizar Ayala, de 37 años, también fue acusado de intento de
asesinato de una ex novia en Nueva York e igualmente enfrentó cargos por abuso
sexual de menores.
Se trata de Jorge Iván Villamizar Ayala, conocido también con los apodos
de ‘Ángel’ y ‘Motoratón’, cuya captura se produjo a finales de agosto de 2009
cuando se encontraba en una iglesia en un poblado del estado de Texas. De aquí
fue extraditado a la Florida.
Conmoción en
Florida
Según los informes oficiales, en el 2004, este individuo asesinó a su
novia Bianca Sierra. En ese momento, el hecho conmocionó a la comunidad hispana
del sur de los Estados Unidos. “Durante la pelea él cogió el martillo y le dio
un martillazo y la mató”, recuerda el policía federal, Carlos Guerrero, citado
por varias publicaciones de Estados Unidos.
La captura del criminal se logró gracias al programa televisivo divulgado
a nivel nacional en Estados Unidos, en el que se muestran fotos de las personas
más buscadas por las autoridades federales.
Por un programa de televisión Diario de las Américas en reciente edición
digital reseñó que el Servicio de los U.S Marshal arrestó a Villamizar Ayala
cuando éste salió de una iglesia en Brownsville (Texas), luego de que alguien
lo reconociera después de verlo en el programa de televisión “Los fugitivos más
buscados”, divulgado por la cadena Fox y avisara a las autoridades.
Fue extraditado al condado de Broward, al norte de Miami, donde afrontó
cargos de asesinato en primer grado por la muerte de su novia Bianca Sierra, a
quien presuntamente le fracturó el cráneo con un martillo, en 2004.
Un portavoz de la Oficina del Alguacil de Broward precisó que el
colombiano también afrontó cargos de huir para evitar las acusaciones; por
manejar bajo una sustancia ilegal; intento de asesinato en Nueva York y
homicidio en Cali y agresión sexual a un menor en Texas.
El hombre fue acusado de asesinar a Sierra en noviembre de 2004 y dejar
su cadáver en la misma cama que compartían.
Los dos hijos de la víctima, de seis y nueve años encontraron el cuerpo
ensangrentado de su madre al abrir la puerta de la habitación. Los detectives
asignados al caso hallaron el martillo con sangre, que utilizaba para colocar
pisos en viviendas del sur de Florida, en una cubeta escondida en un armario de
la casa en la que vivía Villamizar Ayala con Sierra, en Pompano Beach
(Broward), según la información de Diario de las Américas.
En Nueva York, fue acusado de producirle a otra novia varios cortes en
la garganta, de acuerdo con el mismo periódico.
En los
archivos de Cúcuta
En los archivos de la Policía de Cúcuta, Villamizar Ayala aparece como
hijo de Germán Villamizar Vargas, quien era conocido como comerciante en esta
ciudad y murió a finales de 1991 o principios de 1992 en el Ecuador, y Rosario
Ayala de Villamizar, y con lugar de residencia en la avenida 5.
Un juzgado de ejecución y penas y medidas de Cali le dictó orden de
captura por homicidio y porte ilegal de armas, según el informe policial. Esa
medida está al parecer relacionada con la muerte violenta, en 2001 en Cali, de
la novia de Villamizar Ayala.
Según los informes coincidentes de las autoridades, Villamizar Ayala
viajó posteriormente a Cúcuta y de aquí a Estados Unidos y se volvieron a
enterar de él a raíz del asesinato de Bianca Sierra, en noviembre de 2004 en
Miami.
La masacre de
La Cabrera
El martes 17 de marzo de 1992, La Opinión publicó en su página judicial
una amplia información sobre un hecho criminal que causó impacto en la ciudad:
la muerte violenta, en la noche del lunes 16 de marzo, de doña Rosario Ayala
viuda de Villamizar, de 39 años, natural de Cúcuta y de su pequeña hija, Diana
Carolina Villamizar Ayala, de ocho años y también de Cúcuta.
En diciembre de 1991, la señora Ayala viuda de Villamizar y su hija habían
regresado a Cúcuta procedentes de Cali y el día de su trágica muerte se
encontraba en la casa de una hermana, en la avenida 5 entre las calles 17 y 18.
Germán Villamizar Vargas, esposo de la señora Ayala, había muerto en
Ecuador, y según conocidos y familiares, víctima de una cirrosis.
Según la publicación de La Opinión del 17 de marzo de 1992, cuando
faltaban 15 minutos para las 7:00 de la noche, irrumpió un hombre y les disparó
sin misericordia. La señora Rosario y su pequeña hija se encontraban en la sala
de la casa y acababan de llegar después de haber hecho unas compras en un
almacén de telas del centro de la ciudad. Una sobrina de la señora Ayala de
Villamizar logró sobrevivir.
El hombre que les disparó y causó la muerte era de aspecto joven y
utilizó una pistola calibre 7.65. La niña que sobrevivió relató que se escondió
detrás de un sofá cuando sonó el primer disparo. El asesino salió caminando
hacia la calle 17 y con otro compinche cruzaron.
En ese momento, los familiares de la señora Ayala de Villamizar dijeron
a las autoridades que el único asunto que tenía pendiente era el proceso a
través de un abogado por la hipoteca de una casa que le había dejado su esposo.
Todo parece indicar que esta tragedia tuvo un grave efecto anímico
perturbador en el joven Jorge Iván Villamizar Ayala, pues, según testimonios de
familiares, él era muy cercano a su señora madre y a su hermanita.
Extraoficialmente se supo que el asesinato de la señora Ayala y de su
hija fue cometido por el presunto narcotraficante José Reinaldo Fiallo Jácome
(‘El Nano Fiallo’), en venganza por la muerte, en Chinácota, de un hermano suyo
en una disputa de una deuda con Germán Villamizar.
A partir de entonces hubo varios casos de muertes violentas en Cúcuta que las
autoridades no lograron establecer plenamente.
Tras el doble asesinato de La Cabrera, Fiallo se fue de Cúcuta a
Barranquilla y en la capital del Atlántico fue involucrado con su amigo, Sergio
Adolfo González Torres, (‘El Tato’), quien también era su escolta, en el
asesinato del popular cantante vallenato Rafael Orozco Maestre, ocurrido en la
noche del 11 de junio de 1992 frente a su residencia en Barranquilla, en un
hecho que causó gran conmoción en el país.
El Juicio y la sentencia
La madre de Bianca Sierra que fue asesinada hacía
siete años, se plantó frente al tribunal en Broward para condenar al hombre
condenado por el horrible asesinato.
"Espero que tu vida en prisión sea larga y
miserable. Por cierto, Feliz Navidad", dijo Evelyn Valle.
Jorge Villamizar Ayala, condenado a principios de diciembre de
2011 por el asesinato de Bianca Sierra en 2004, no se inmutó ante el sarcástico
saludo navideño. Los fiscales dijeron que Villamizar Ayala golpeó la cabeza de
Sierra con un mazo, robó su coche y huyó del condado de
Broward . Fue capturado en Brownsville, Texas, cinco años después.
El juez del
Circuito de Broward, Andrew Siegel, lo condenó a pasar el resto de su vida en
prisión.
Sierra, de 25
años, era madre de dos niños pequeños, y los investigadores dijeron que eran los
niños quienes encontraron su cuerpo boca
abajo sobre su cama, su cráneo aplastado. Los niños, ahora de 16 y 12 años, estaban en la corte para ver el
asesino de su madre enviado lejos para siempre. No hablaron en la audiencia de sentencia.
Su abuela,
habló por ellos:
"Mató a mi
hija y desapareció como el cobarde que es". Ella describió cómo Villamizar Ayala fue encontrado en 2009 en una iglesia,
sosteniendo una Biblia. -Qué hipócrita -dijo-.
Villamizar Ayala, ahora de 39
años, se casó mientras estaba en Texas. Su esposa, Audrey Enciso, asistió a su juicio de una semana, todos
los días, a veces acompañado por partidarios de la iglesia.
"Estoy
aquí para afirmar que buscó al Señor. Él tiene un corazón que busca al
Señor" -dijo Enciso sobre su esposo-.
Enciso le
ofreció sus condolencias a la familia de Sierra y no dijo nada que cuestionara
el veredicto del jurado. Villamizar Ayala,
vestido con un mono rojo de la cárcel, fue llevado fuera de la sala de tribunal
en grilletes después de que el juez pronunciara la sentencia obligatoria.
Los abogados
del acusado, José Reyes y George Reres, dijeron que apelarían la condena en
parte desafiando los primeros minutos de los argumentos finales de la fiscalía
una semana atrás:
Frente al
jurado, el fiscal adjunto Tom Coleman había recogido el arma del asesinato, un
martillo de cuatro libras, y lo había derribado contra un podio y una
barandilla de mármol, con los fuertes estallidos puntuando su relato de la
brutalidad del asesinato de Sierra. Los abogados de la defensa objetaron de
inmediato, pero el juez permitió que los argumentos finales continuaran.
Reyes dijo que
pidió una copia de video de una cámara de vigilancia dentro de la sala del
tribunal para incluir en su moción apelando la condena de su cliente.
Villamizar Ayala no testificó
durante el juicio y no dijo nada en su audiencia de sentencia. Durante el juicio, sus abogados
sostuvieron que era inocente del crimen y trataron de culpar a la víctima de la
práctica de la santería.
Sierra
había decidido romper con Villamizar Ayala, y todavía
estaba viva, cuando este abandonó el apartamento de la víctima en Pompano
Beach, según los abogados. Quien haya matado a Sierra
podría haber matado a Villamizar Ayala
también, si hubiera estado en casa, dijo Reres.
Los jurados rechazaron
la teoría de la defensa y estuvieron a favor de Coleman, quien dijo que Villamizar Ayala estaba en casa y fue el asesino.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.
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