La Opinión
El 13 de mayo de 2004, la monja
recuperó finalmente su libertad.
El Consejo de Estado condenó a la Nación a pagar una indemnización a la
monja cucuteña Leticia López Manrique, quien estuvo detenida injustamente,
señalada del homicidio de la hermana Luz Amparo Granada Bedoya.
El sonado caso de la religiosa recorrió todos los estrados judiciales,
luego de que fuera detenida el 31 de marzo de 2000 y liberada el 23 de abril de
2001, por orden el Juzgado Catorce Penal del Circuito de Bogotá.
Sin embargo, dicha sentencia fue apelada por la Fiscalía y condenada en segunda instancia a 14 años de
prisión por el Tribunal Superior de Bogotá, en enero de 2002, razón por la
cual, se entregó ante las autoridades.
El caso llegó a la Corte Suprema de Justicia, que en mayo del 2004 la
absolvió al considerar que ella fue condenada con base en indicios y no con
pruebas concretas y contundentes y ordenó su libertad inmediata.
“El daño moral es irreparable, por más que pasen la noticia a nivel mundial
de que soy inocente, pero la verdad es que ante mi Dios siempre he vivido con
esa tranquilidad. También el tiempo se encargará. El que nada debe nada teme, por eso salgo con la frente muy en alto”,
dijo el 13 de mayo de 2004 a su salida de la cárcel de mujeres de Cúcuta,
adonde fue trasladada para estar cerca de su familia.
Leticia era hermana de la Congregación de las Adoratrices Esclavas del
Santísimo Sacramento y de la Caridad, consagrada desde el 22 de junio de 1973,
y por su detención fue exclaustrada de la congregación religiosa.
Igualmente, tuvo que afrontar un proceso de expulsión de la comunidad y el
13 de junio de 2005 se vio obligada a solicitar “la dispensa de sus votos
religiosos” y del cumplimiento de todas sus obligaciones al Papa Benedicto XVI,
la cual le fue concedida y además dejó de percibir ingresos para su
subsistencia.
La Sección Tercera explicó que el solo hecho de haber estado detenida en un
proceso que salió a su favor basta para que el Estado sea considerado
responsable. Además, destacó que en el
proceso penal no se recaudó ninguna prueba que comprometiera la responsabilidad
de la monja y que la acusación en su contra se había fundado en meras sospechas
y conjeturas.
“Basta para que se configure la responsabilidad del Estado por la privación
de la que fue objeto Leticia López Manrique. Y es que incluso si se considerara
que la absolución se produjo por duda que favorecía a la sindicada, de todas
formas habría lugar a proferir sentencia condenatoria, aplicando, como ya se
advirtió, un régimen de responsabilidad de carácter objetivo”, dice el fallo.
Película
La monja cucuteña viene de una familia de 14 hermanos y desde pequeña
mostró vocación por el servicio religioso. Inició estudios con las hermanas adoratrices,
en Venezuela. Más adelante, fue
trasladada a diferentes ciudades colombianas y, por último, a Bogotá, en el
barrio La Candelaria, donde ocurrieron los hechos, por los cuales fue acusada.
El caso inspiró la realización de la película ‘Hábitos Sucios’,
escrita y dirigida por Carlos Palau, donde el tema se relaciona con lesbianismo
dentro del convento, tal como Leticia lo denunció en el expediente judicial.
Quién o quiénes fueron entonces los responsables del asesinato de la
hermana Luz Amparo, será siempre el
misterio no descifrado por el ente investigador.
“Espero que algún día aparezcan los verdaderos culpables. Si la justicia
investiga”, indicó el mismo día a su salida de prisión.
Los hechos
Luz Amparo Granada Bedoya fue encontrada el 15 de noviembre de 1999 sobre
el kilómetro 15 de la antigua carretera al Llano. El cadáver estaba
cubierto con plástico, cobijas de lana y cajas de cartón para guardar panela.
El paquete estaba asegurado por zunchos. La mujer había muerto por un disparo
en la sien.
De acuerdo al reporte de las autoridades, su cuerpo estaba parcialmente
quemado y desmembrado: le faltaba su
brazo derecho y la pierna izquierda estaba semidesprendida. Por su estado de
descomposición, los legistas determinaron que el cadáver llevaba varios días
allí.
Tras los análisis y las posteriores investigaciones, la Fiscalía ordenó la
captura de la hermana Leticia, quien era compañera en la casa de la comunidad
de La Candelaria, en Bogotá.
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